El Sistema Financiero: Concepto y Función
El sistema financiero está formado por el conjunto de instituciones de la economía que ayudan a coordinar el ahorro y la inversión. En él participan los ahorristas (personas o entidades con excedentes de fondos, es decir, tienen más dinero del que necesitan para su consumo inmediato) y los inversores (personas o entidades con necesidad de fondos, es decir, necesitan más dinero del que tienen disponible). Su función principal es canalizar los recursos desde los ahorristas hacia los inversores, transfiriendo eficientemente los recursos escasos.
Los ahorristas ofrecen su dinero al sistema financiero con la esperanza de recuperarlo con intereses más adelante. Los prestatarios (que coinciden en gran medida con los inversores) demandan dinero al sistema financiero sabiendo que tendrán que devolverlo con intereses más adelante.
Instituciones Financieras Clave
El sistema financiero está formado por diversas instituciones financieras, que se pueden agrupar en dos categorías principales: mercados financieros e intermediarios financieros.
Mercados Financieros
Los mercados financieros son instituciones a través de las cuales las personas que quieren ahorrar pueden ofrecer fondos directamente a las personas o entidades que quieren pedir prestado (inversores). Los dos mercados financieros más importantes en nuestra economía son el mercado de bonos y el mercado de acciones (bolsa de valores).
El Mercado de Bonos
Un bono es un certificado de deuda que especifica las obligaciones del emisor (prestatario) para con el tenedor del bono (prestamista). Establece una fecha de vencimiento (momento en el que se devuelve el importe principal) y, generalmente, un pago de intereses periódico hasta dicha fecha. El comprador de un bono entrega su dinero a cambio de la promesa de recibir los intereses pactados y recuperar el principal (la cantidad prestada originalmente) en la fecha de vencimiento. El tenedor puede conservar el bono hasta su vencimiento o venderlo a otra persona en el mercado secundario antes de esa fecha.
Sus características principales son:
- Duración: El tiempo que falta hasta la fecha de vencimiento del bono. Existen bonos a corto, mediano y largo plazo. El tipo de interés de un bono suele depender, en parte, de su duración. Los bonos a largo plazo generalmente se consideran más arriesgados que los de corto plazo, ya que los tenedores deben esperar más tiempo para recuperar el principal. Si el tenedor necesita liquidez antes del vencimiento, debe vender el bono en el mercado secundario, posiblemente a un precio inferior al deseado si las condiciones del mercado han cambiado (riesgo de tipo de interés). Para compensar este mayor riesgo, los bonos a largo plazo suelen ofrecer tipos de interés más altos que los bonos a corto plazo.
- Riesgo de impago (o riesgo crediticio): La probabilidad de que el emisor del bono no cumpla con sus obligaciones de pago (intereses o principal). Cuanto mayor es la percepción de este riesgo, mayor será el tipo de interés que los inversores exigirán para comprar el bono.
- Tratamiento fiscal: La forma en que la legislación fiscal grava los intereses generados por el bono. Los intereses de la mayoría de los bonos se consideran renta imponible, lo que significa que el tenedor debe pagar impuestos sobre ellos. Existen algunos bonos (como ciertos bonos municipales en algunos países) cuyos intereses están exentos de impuestos. Estos bonos suelen ofrecer un tipo de interés nominal más bajo que los bonos cuyos intereses sí son imponibles, para una duración y riesgo de impago similares.
La Bolsa de Valores y las Acciones
Las acciones representan una parte de la propiedad de una empresa y, por lo tanto, otorgan un derecho sobre los beneficios que esta genere (dividendos) y sobre sus activos. La venta de acciones para captar capital se denomina financiación mediante emisión de acciones (o equity financing), mientras que la venta de bonos se denomina financiación mediante emisión de deuda (o debt financing).
Mientras que el accionista es propietario de una parte de la empresa, el tenedor de bonos es un acreedor de la misma. Si la empresa es muy rentable, los accionistas se benefician del aumento de valor y de los dividendos, mientras que los tenedores de bonos solo reciben los intereses pactados y el principal. En caso de dificultades financieras o quiebra, los tenedores de bonos (acreedores) tienen prioridad de cobro sobre los accionistas. Por lo general, las acciones implican un mayor riesgo para el inversor que los bonos, pero también ofrecen un potencial de rendimiento superior.
Una vez que una empresa emite acciones y las vende al público (mercado primario), estas pueden ser compradas y vendidas entre inversores en mercados organizados, como la bolsa de valores (mercado secundario). En estas transacciones del mercado secundario, la empresa emisora no recibe fondos directamente.
Los precios de las acciones en la bolsa de valores se determinan por la interacción de la oferta y la demanda. Dado que las acciones representan la propiedad, su demanda (y, por ende, su precio) refleja las expectativas del mercado sobre la rentabilidad futura de la empresa. Si los inversores son optimistas sobre el futuro de una compañía, la demanda de sus acciones aumentará, presionando al alza su precio. Por el contrario, si las expectativas son pesimistas (bajos beneficios o pérdidas), la demanda disminuirá y el precio de las acciones tenderá a bajar.
Intermediarios Financieros
Los intermediarios financieros son instituciones financieras a través de las cuales los ahorristas pueden facilitar fondos indirectamente a los prestatarios. Actúan como intermediarios entre quienes tienen dinero para prestar y quienes necesitan dinero prestado. Dos de los intermediarios financieros más importantes son los bancos y los fondos de inversión.
Bancos
Su función principal como intermediarios financieros es captar depósitos del público (ahorristas) y utilizar esos fondos para conceder préstamos a quienes los necesitan (prestatarios). Los bancos pagan intereses a los depositantes por sus depósitos y cobran a los prestatarios un tipo de interés más alto por sus préstamos. La diferencia entre el tipo de interés cobrado y el pagado (conocida como margen de intermediación) cubre los costes operativos del banco y genera beneficios para sus propietarios.
Fondos de Inversión
Son instituciones que reúnen el capital de múltiples inversores para comprar una cartera diversificada de activos financieros (acciones, bonos, u otros). Los inversores adquieren participaciones o cuotas parte del fondo. El partícipe de un fondo de inversión asume el riesgo y participa en el rendimiento de la cartera de activos subyacente. Si el valor de la cartera aumenta, el valor de la cuota parte sube (beneficio); si disminuye, el valor de la cuota parte baja (pérdida).
Una ventaja clave de los fondos de inversión es que permiten a los pequeños inversores acceder a la diversificación (invertir en una amplia variedad de activos), reduciendo así el riesgo específico de un solo activo. Dado que el valor de una acción o bono individual está ligado al desempeño de una única empresa o emisor, concentrar la inversión en un solo activo es considerablemente más arriesgado que invertir en una cartera diversificada.
El Mercado de Fondos Prestables
Su objetivo es explicar cómo los mercados financieros coordinan el ahorro y la inversión en la economía, y analizar el impacto de algunas políticas económicas sobre ellos. Para simplificar, suponemos que existe un único mercado financiero en la economía, denominado mercado de fondos prestables. Todos los ahorradores acuden a este mercado para depositar sus ahorros, y todos los prestatarios acuden a este mercado para obtener préstamos.
Por lo tanto, el término fondos prestables se refiere a toda la renta que las personas han decidido ahorrar y prestar, en lugar de destinarla al consumo. En este mercado, existe un único tipo de interés, que representa tanto el rendimiento del ahorro como el coste de los préstamos.
Oferta y Demanda de Fondos Prestables
La oferta de fondos prestables proviene de aquellos agentes económicos (personas, empresas, gobierno) que tienen excedentes de renta y desean ahorrar y prestar. Estos préstamos pueden realizarse directamente (ej., comprando bonos a una empresa) o indirectamente (ej., depositando en un banco, que a su vez concede préstamos, o invirtiendo en fondos de inversión).
La demanda de fondos prestables procede de los hogares y las empresas que necesitan financiación para realizar inversiones. Esta demanda incluye a las familias que solicitan créditos hipotecarios para adquirir viviendas y a las empresas que buscan financiación para comprar nuevo equipamiento, construir instalaciones, emitir bonos o acciones, etc.
El tipo de interés es el precio de un préstamo. Representa la cantidad que pagan los prestatarios por los préstamos y la que reciben los prestamistas por su ahorro. Dado que un tipo de interés elevado encarece los préstamos, la cantidad demandada de fondos prestables disminuye a medida que el tipo de interés aumenta. De forma análoga, un tipo de interés alto incentiva el ahorro, por lo que la cantidad ofrecida de fondos prestables aumenta cuando sube el tipo de interés. En consecuencia, la curva de demanda de fondos prestables tiene pendiente negativa, mientras que la curva de oferta tiene pendiente positiva.