Oferta Monetaria
La oferta monetaria es la cantidad de dinero existente en una economía. Para su medición, tendremos que contabilizar las distintas formas de dinero que se utilizan en las economías modernas, y que básicamente son:
- El efectivo en manos del público: Son los billetes y monedas que tenemos en casa o en el bolsillo. Es una pequeña parte del dinero disponible.
- El dinero depositado en bancos: Por comodidad o seguridad, las personas guardamos la mayoría del dinero en depósitos bancarios como:
- Depósitos a la vista (cuentas corrientes y de ahorro): Tienen una disponibilidad inmediata, al permitir pagar nuestras compras usando una tarjeta de débito, o por medio de cheques si es una cuenta corriente.
- Depósitos a plazo fijo: El depositante se compromete a no retirar el dinero durante un período de tiempo, y si lo hace, pierde intereses.
- El cuasidinero: Se trata de inversiones en pagarés, bonos, letras del Tesoro o títulos similares, recuperables a corto plazo y con reducido riesgo.
Inicialmente, la oferta monetaria o cantidad de dinero que circula en una economía comprende el efectivo en manos del público (billetes y monedas) y los depósitos a la vista. Es el dinero inmediatamente disponible.
M1 = dinero en efectivo + depósitos a la vista
Causas de la Inflación
Las principales teorías que explican las causas de la inflación son dos:
Inflación de Demanda
Si demandamos más bienes y servicios de los que las empresas pueden producir, se produce una situación de exceso de demanda (escasez), que provoca un aumento de los precios. Este exceso de demanda se interpreta de dos formas:
- Según los monetaristas (Milton Friedman): La inflación de demanda se debe a la excesiva creación de dinero por parte de las autoridades monetarias. Si el dinero crece más deprisa que los bienes producidos, las personas tienen más dinero para comprarlos, por lo que pagarán precios mayores por ellos.
- Para los keynesianos: La inflación de demanda solo se da si la economía tiene plenamente utilizados sus factores y no se pueden producir más bienes. Cuando esto ocurre, el exceso de demanda provoca que los consumidores terminen pagando precios más altos por esos bienes. Pero si hay factores de producción desempleados, el aumento de la demanda originará un aumento del nivel de producción (oferta), y no tienen por qué subir los precios.
Inflación de Costes
Otra explicación de la inflación es el aumento de los costes de producción de las empresas (salarios, materias primas y energía, etc.). Por ejemplo, la subida del precio del petróleo puede afectar de forma significativa a los precios en aquellos países que necesitan importarlo del exterior, como es el caso de España. Las empresas suelen trasladar al precio de venta de sus productos estas subidas de sus costes, alimentando de esta forma la inflación.
Elaboración del IPC
En España, el Instituto Nacional de Estadística (INE) elabora el IPC de esta forma:
- Los ciudadanos tienen pautas de consumo diferentes; unos gastan más en transporte; otros, más en ocio; otros, en alimentación, etc. Con esta información, se elabora una hipotética cesta de la compra de bienes y servicios representativa del país.
- Tras delimitar la composición de la cesta de la compra, se pondera cada uno de los bienes que la configuran, según la importancia que tienen en el gasto de las familias, es decir, según la proporción de la renta gastada en cada bien. Así se obtiene el porcentaje o peso de cada grupo de productos en relación al total.
- Después se observan en un momento del tiempo (año base) los precios de los bienes de la cesta de la compra y se les atribuye el valor 100 para que puedan percibirse sus cambios de forma más sencilla (por ejemplo, a algo que valga 25 euros se le atribuye el valor de cien), de tal forma que el IPC de este año es: IPC = 100.
- Transcurrido un período, se comprueba cómo han evolucionado los precios y se calcula su variación en el tiempo, obteniendo el nuevo índice.
- Una vez que se ha calculado el IPC de dos fechas diferentes, ya podemos estudiar la evolución de los precios a través de la tasa de variación, que indica la variación del IPC en ese período, señalando la inflación o la deflación ocurrida en la economía.
El IPC se elabora mensualmente, pero la tasa de inflación usada por los economistas es la tasa de inflación interanual, que mide el crecimiento de los precios en los últimos doce meses.
Funciones del Eurosistema
Las funciones básicas del Eurosistema son:
- Definir y ejecutar la política monetaria para la zona euro.
- Gestionar las reservas oficiales de divisas de la UEM.
- Emitir los billetes de curso legal.
- Garantizar la estabilidad del sistema financiero y el buen funcionamiento del sistema de pagos.
Instrumentos de Política Monetaria en la UEM
Cuando el BCE considera que hay que reactivar la economía o estabilizar los precios, lo hace a través de los siguientes instrumentos:
Operaciones de Mercado Abierto
Constituyen la principal herramienta para controlar la cantidad de dinero en circulación y los tipos de interés. Las más importantes son las subastas semanales, que consisten en préstamos a una semana que concede el BCE a las entidades bancarias a través de los bancos centrales nacionales. El tipo de interés que fija el BCE para estos préstamos se convierte en el tipo oficial de referencia para el conjunto de la economía, de tal forma que cuando los bancos comerciales prestan el dinero a sus clientes, exigen un tipo de interés por encima del que les cobra a ellos el BCE.
Coeficiente Legal de Reservas (Coeficiente de Caja)
Si aumenta este coeficiente, los bancos deberán tener más reservas, lo que disminuye su capacidad de prestar y, por tanto, se reduce la oferta monetaria. Si el coeficiente de caja desciende, ocurre lo contrario. Actualmente está fijado en el 1 %.
Facilidades Permanentes
Las entidades bancarias pueden pedir dinero diariamente al BCE si necesitan liquidez, o depositar dinero si tienen exceso. De esta manera los bancos pueden ajustar su coeficiente de caja continuamente.
Tributos
Los tributos son ingresos públicos establecidos por ley que el Estado exige a los ciudadanos y empresas para financiar el gasto público. Se clasifican en:
Los Impuestos
Son pagos que se exigen por ley, sin que el contribuyente reciba un beneficio específico a cambio. Representan más de la mitad de los ingresos públicos. Dentro de los impuestos, se distinguen los siguientes:
Impuestos Directos
Gravan la renta o la riqueza de las personas y empresas en función de sus circunstancias económicas y familiares; permiten, por tanto, que quienes ganan o tienen más dinero paguen más que quienes tienen menos ingresos o riqueza. Los más importantes son:
- Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
- Impuesto sobre Sociedades: Recae sobre el beneficio neto que obtienen las empresas (sociedades). Se aplica un tipo general del 25 % sobre los beneficios obtenidos.
- Impuesto sobre el Patrimonio: Recae sobre el conjunto de bienes que posee una persona.
Impuestos Indirectos
Gravan hechos concretos (el consumo, por ejemplo), independientemente de la identidad y de las circunstancias de la persona que los realiza. Afectan a todo el mundo por igual, independientemente de si se gana o se tiene más o menos dinero. El principal es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que pagamos cada vez que compramos un producto o contratamos un servicio. También están los impuestos especiales, que se pagan por consumir determinados productos como el alcohol, el tabaco o la gasolina.
Los impuestos directos gravan la obtención de renta o la posesión de riqueza, mientras que los indirectos gravan la utilización de esa renta o riqueza.
Las Tasas
Son tributos por el uso de un bien o servicio ofrecido por la Administración. Se pagan tasas por la recogida de basura, el alcantarillado, el permiso de conducir, los estudios académicos, etc.
Las Contribuciones Especiales
Son tributos que pagan quienes se benefician de una obra o servicio público; por ejemplo, la pavimentación de una calle o la construcción de una acera, que beneficia especialmente a los vecinos que la habitan.