1. Intercambio y Mercado
Al especializarnos en lo que mejor sabemos hacer, producimos una mayor cantidad y variedad de bienes y a un menor coste, aumentando de este modo el bienestar de la sociedad. Pero nadie se especializaría en producir helados, por ejemplo, si no existiera un mecanismo que le garantizase que puede obtener el resto de los bienes que nece-sita. Es obvio que el trueque no lo garantiza; de hecho, vivimos en una economía en la que sería imposible obtener todo lo que necesitamos mediante el trueque directo de un bien por otro. Por ello, los mercados han evolucionado y con la aparición del dinero se han simplificado extraordinariamente los intercambios.
El mercado de bienes y servicios
En este tipo de mercado hay, por un lado, unas empresas que venden productos y, por otro, unos consumidores que necesitan esos productos y los compran con sus ingresos.
La forma más tradicional de este mercado son los mercados o plazas públicas: los vendedores llevan allí sus bienes y los compradores comparan y eligen.
Pero hoy los productos llegan al consumidor a través de las redes de distribución moderna: grandes almacenes, cadenas de supermercados, centros comerciales o tiendas pequeñas, etc. A su vez, los consumidores pueden acceder a estas redes de distribución tanto física como virtualmente, a través de Internet.
Sea cual sea la forma, el mercado aparece como un medio a través del cual los vendedores y compradores se informan mutuamente de lo que tienen, de lo que necesitan y de los precios que piden y ofrecen. Negocian y llegan a acuerdos en los que ambas partes tratan de conseguir sus propios intereses.
El mercado es el medio a través del cual los compradores y vendedores de un producto se ponen en contacto y acuerdan los precios y cantidades que se intercambian.
De la definición que acabamos de formular podemos deducir cuáles son los elementos básicos del mercado:
a.
La demanda
Está constituida por el conjunto de compradores o demandantes (consumidores).
b.
La oferta
La forman los vendedores u oferentes (empresas).
c.
El bien o servicio
Es el objeto del intercambio.
d.
El precio del bien o servicio
Es la cantidad de dinero que pagamos por ese bien o servicio.
Los mercados competitivos
Si analizamos el funcionamiento de los mercados, lo primero que observamos es la diversidad de formas que adoptan. Por ejemplo, el mercado de los helados se caracteriza por ser muy disperso, con muchos vendedores y muchos compradores. Por el contrario, el mercado de la telefonía móvil está concentrado en un número reducido de empresas. Hay también mercados en los que solo hay una empresa que tiene el monopolio de venta. En esta unidad didáctica nos centraremos en un tipo de mercado en el que nos resultará más fácil entender el comportamiento de compradores y vendedores y cómo se fijan los precios. Se trata del mercado de competencia perfecta, en el que los bienes que se ofrecen en venta son similares, y los compradores y vendedores son tan numerosos que ninguno de ellos puede influir en el precio de mercado.
2. La demanda
En principio utilizaremos el concepto de demanda de un bien para describir cómo se comportan los consumidores cuando cambia su precio. Naturalmente, la de-manda de un bien no solo depende del precio. Hay otros factores, como el aumento de los ingresos de las personas, los cambios en la moda, etc., que influyen en el comportamiento de los compradores.
Si tuviéramos que pensar en todos los elementos que pueden influir en la demanda de un bien, la tarea sería muy compleja. Por ello nos fijaremos en una variable cada vez y mantendremos todas las demás constantes. Primero nos centraremos en los cambios en el precio para observar cómo reaccionan los consumidores.
La curva de demanda de mercado
Las cantidades se miden en el eje de abscisas, y los precios, en el de ordenadas. Estos puntos pueden unirse en una curva, denominada curva de demanda, que nos indica la cantidad demandada para cada precio.
Cuanto más bajo es su precio, mayor es la cantidad que se desea comprar; cuanto más alto, menor es la cantidad que se está dispuesto a comprar. Dicho de otra forma, existe una relación inversa entre el precio y la cantidad, lo que hace que la curva de demanda sea decreciente.
La ley de la demanda establece que si sube el precio de un bien, manteniendo constante todo lo demás, las personas demandan una cantidad menor de ese bien, y viceversa.
Pero ¿por qué disminuye la cantidad demandada cuando sube el precio? Los motivos son dos: el primero se denomina efecto sustitución, y quiere decir que siempre que sube el precio de un bien, lo puedo sustituir por otro más barato que cubra la misma necesidad. El segundo motivo se conoce como efecto renta, que significa que si sube el precio de los bienes que suelo comprar, y mis ingresos se mantienen, mi capacidad económica disminuye y, por tanto, mi demanda de esos bienes descenderá.
3. Desplazamientos de la Curva de Demanda
Siempre que varía cualquier factor que afecta a la demanda, que no sea el pre-cio, la curva de demanda se desplaza. Si la variación aumenta la demanda, sea cual sea el precio, la curva de demanda se desplaza a la derecha. Si la variación reduce la demanda para cualquier precio, la curva se desplaza a la izquierda.
Causas de los desplazamientos de la curva de demanda
a.
Cambios en la renta o dinero disponible
Las personas compran más bienes cuando suben sus ingresos, y viceversa. Un aumento de la renta o dinero disponible provoca un incremento de la cantidad demandada de un bien a cada uno de los precios, lo que se representa por medio de un desplazamiento de la curva de de-manda hacia la derecha.
Esto es lo que ocurre con la mayoría de los bienes, y por ello son considerados bienes normales.
Sucede lo contrario con los bienes inferiores, que se caracterizan porque cuando au-menta la renta, su demanda disminuye. Los bienes inferiores suelen ser productos sustitutivos de bienes normales, y de inferior calidad, por lo que su demanda aumenta, por ejemplo, en épocas de crisis.
b
. Las variaciones del precio de otros bienes relacionados
Cuando dos bienes son sustitutivos (es decir, ambos satisfacen una necesidad similar), una subida del precio de uno de ellos hace aumentar la demanda del otro, y viceversa.
Cuando los bienes son complementarios (es decir, se consumen conjuntamente), el efecto es el contrario. Coche y gasolina, videoconsolas y juegos, etc., son bienes complementarios, es decir, la subida del precio de uno de ellos reduce la demanda de ambos (y viceversa), ya que los consumidores piensan en el gasto conjunto que tendrán que hacer.
c.
Los gustos y preferencias
Quizá sean el mayor determinante de la demanda, junto con la renta. Si un producto se pone de moda, aumentará su demanda, desplazándose la curva de demanda a la derecha. Lo contrario ocurre cuando las preferencias por un producto empiezan a decaer. Los gustos cambian con el tiempo por diversas razones. A veces, las preferencias varían debido a campañas informativas de prevención de riesgos.
d.
Otras causas
Lo que demandamos hoy depende no solo de la renta y de los precios actuales, sino también de nuestras expectativas sobre el futuro.
Si hay crisis y nuestro trabajo no es seguro, reduciremos el gasto en general, y la curva de demanda de determinados bienes se desplazará a la izquierda. Asimismo, si sabemos que dentro de un mes habrá rebajas, disminuiremos nuestra demanda actual (ahorraremos) y esperaremos hasta las rebajas.
Los cambios demográficos también se reflejan en la demanda: si aumenta la población, crece la demanda de bienes porque hay más gente que los necesita.
Por su parte, las condiciones meteorológicas cambian la demanda de algunos bienes: un invierno lluvioso y frío dispara las ventas de paraguas, calefactores, etc.
Otra causa de la variación de la demanda es el cambio en las condiciones de los créditos bancarios, que los consumidores suelen pedir para comprar bienes como automóviles, viviendas, etc. Si se reduce el crédito, disminuirá su demanda.
Hay, por último, muchos productos estacionales, cuya demanda crece significativamente en determinadas épocas del año.
4. La Oferta
Mientras la demanda de un bien refleja los deseos de los consumidores, la oferta expresa el comportamiento de las empresas: describe la cantidad de un bien que a las empresas les gustaría vender a cada uno de los precios. Al igual que ocurre con la demanda, la oferta no solo depende del precio. Otros factores influyen en lo que están dispuestas a ofrecer las empresas: un aumento de los costes o una mejora tecno-lógica pueden condicionar la cantidad ofrecida de un producto. Ahora nos fijaremos en el precio, manteniendo constante el resto de factores.
La curva de oferta de mercado
Si pasamos los datos a un gráfico, la curva que une los puntos se denomina curva de oferta y muestra la cantidad de un bien que las empresas están dispuestas a ofrecer a cada uno de los precios. El precio se representa en el eje de ordenadas, y la cantidad ofrecida, en el de abscisas.
Cuando sube el precio, aumenta la cantidad ofrecida. Al contrario que ocurre con la demanda, existe una relación directa entre el precio y la cantidad, lo que hace que la curva de oferta sea creciente. Cuando los precios suben, las empresas están dispuestas a producir más, y hay más alicientes para que nuevas empresas entren en el mercado para producir el bien.
Como su finalidad es obtener beneficios, cuanto mayores sean los precios, más beneficios esperan obtener. Cuando los precios bajan, sucede lo contrario. Hay menos incentivos, dado que la producción no resulta tan rentable, por lo que las empresas empezarán a reducir su producción y algunas abandonarán el mercado.
La ley de la oferta establece que si sube el precio de un bien, manteniendo constante todo lo demás, las empresas ofrecen una cantidad mayor de ese bien, y viceversa.
5. Desplazamientos de la Curva de Oferta
Siempre que varía cualquier factor que afecta a la oferta, que no sea el precio, la curva de oferta se desplaza. Si la variación aumenta la oferta, sea cual sea el precio, la curva de oferta se desplaza a la derecha. Si la variación reduce la oferta para cualquier precio, la curva de oferta se desplaza a la izquierda.
Si baja el precio de un bien esencial para la producción de un producto, supone un descenso de los costes para las empresas, lo cual hace que aumenten los beneficios de este producto. Así que los productores estarán dispuestos a producir una cantidad mayor de este. Por tanto, la curva de oferta se desplaza hacia la derecha, lo que significa que es mayor la cantidad que las empresas están dispuestas a ofrecer a cada uno de los precios.
Causas de los desplazamientos de la curva de oferta
a.
El coste de los factores de producción
La curva de oferta se ha desplazado hacia la derecha. Su producción cuesta menos, por lo que las empresas están dispuestas a ofrecer una mayor cantidad cualquiera que sea el precio. Por el contrario, si los fabricantes tienen unos mayores costes de producción y menores son sus beneficios, eso les llevará a ofrecer menos cantidad para cada precio (desplazamiento hacia la izquierda).
b.
Tecnología disponible
El avance tecnológico permite producir más con los mis-costes; así, el margen de beneficios aumenta y, en consecuencia, las empresas estarán interesadas en incrementar su producción y vender más, lo que provoca un desplazamiento de la curva de oferta hacia la derecha.
c.
Las expectativas
Cuando las empresas deciden cuánto producir, piensan en lo ocurre hoy en la economía y en lo que previsiblemente ocurrirá en el futuro. Si en buenas expectativas y se prevé una mejora de la demanda, las empresas producen más y aumentan su oferta (desplazamiento a la derecha). Si las previsiones son buenas, ocurre lo contrario.
d.
Otras causas
Por ejemplo, la agricultura muy condicionada por las condiciones meteorológicas (si son buenas, aumentan las cosechas y la curva de oferta se desplaza a la derecha, y viceversa). Otra que influye en la oferta es el crédito:
Si los bancos lo reducen, las empresas disminuirán la oferta (desplazamiento a la izquierda).
6. El Equilibrio de Mercado
¿Cómo se ponen de acuerdo compradores y vendedores para determinar los precios y las cantidades que se intercambian? Representamos en un mismo gráfico las curvas de oferta y de demanda. El precio de equilibrio de mercado viene determinado por el punto de corte de las dos curvas. Este punto lo denominaremos E, por equilibrio, y sus proyecciones sobre los ejes nos señalán el precio de equilibrio y la cantidad de equilibrio.
En esta situación coinciden los deseos de ambas partes.
Al precio de equilibrio, los consumidores podrán comprar exactamente la cantidad del bien que quieren obtener a ese precio, y las empresas podrán vender exactamente la cantidad que querían a ese precio. Así, ni empresas ni consumidores tienen motivos para cambiar la situación. A cualquier otro precio surgen incentivos para cambiarla.
La ley de la oferta y la demanda o la tendencia al equilibrio
A ese precio, en consecuencia, hay un exceso de oferta (se produce cuando las empresas venden más productos de los que quieren comprar los consumidores a indeterminado precio).
Como las empresas no pueden vender tanto como les gustaría a ese precio, algunas lo bajarán con la intención de atraer consumidores y vender más. Y cuando algunas bajen el precio, las demás harán lo mismo por temor a quedarse sin ventas.
Esta bajada de precios animará a los consumidores, que empezarán a comprar más, y así se inicia una dinámica que tiende al equilibrio, es decir, hasta alcanzar un precio que iguala las cantidades que se ofrecen y las que se demandan.
Veamos qué sucede cuando el precio es inferior al de equilibrio. Hay una situación de exceso de demanda (se produce cuando el precio es inferior al de el equilibrio, entonces los consumidores quieren comprar más productos de los que quieren producir las empresas).
Como hay muchos consumidores que no pueden comprar lo que quieren, algunos estarán dispuestos a pagar algo más; otros les imitarán ante el temor de quedarse sin nada. Al empezar a subir los precios, las empresas tienen más incentivos para producir más y aumentarán su oferta. El mercado tiende a la situación de equilibrio.
La tendencia al equilibrio en los mercados competitivos se denomina ley de la oferta y la demanda, que establece que cuando el mercado no se halla en equilibrio, hay fuerzas que ajustan el precio del bien hasta equilibrar la cantidad ofrecida y la demandada.
Los cambios en las condiciones del mercado
Al estudiar la situación de equilibrio hemos mantenido constantes los demás factores que pueden afectar a la demanda o a la oferta.
Cualquiera de los factores provoca un desplazamiento de las curvas de demanda o de oferta, que alterará la situación de equilibrio y hará que el punto de equilibrio se traslade.
Para saber en qué dirección lo hace y conocer las consecuencias sobre los precios y las cantidades de equilibrio, primero debemos averiguar si el cambio afecta a la oferta o a la demanda; lo siguiente es determinar si se trata de un aumento (desplazamiento a la derecha) o una disminución (desplazamiento a la izquierda); y, finalmente, reflejaremos en un gráfico el desplazamiento para comprobar el nuevo corte de las curvas de oferta y demanda y la a situación de equilibrio.
Veamos dos ejemplos, uno con cambios en la demanda y otro que afecta a la oferta.
En el mercado de un producto se parte de una situación de equilibrio; si se producen noticias de alarma sobre otro producto (ambos bienes son sustitutivos), aumenta las preferencias de los consumidores por el primer bien, y así aumentará su demanda, desplazándose hacia la derecha. La nueva situación de equilibrio ha producido dos efectos: el precio de equilibrio es más alto y la cantidad de equilibrio es mayor (aunque sube el precio, se compra más ese bien).
En este mismo mercado, y partiendo de la situación de equilibrio inicial, baja el precio de un bien, disminuyen los costes de los productores de un producto, lo cual les anima a producir y ofertar más cantidad, desplazándose la curva de oferta hacia la derecha. La nueva situación de equilibrio produce también dos efectos: el precio de equilibrio es más bajo, pero la cantidad de equilibrio es mayor (se compra más ese producto y a menor precio).
7. La Elasticidad-Precio de la Demanda
Según la ley de la demanda, si baja el precio de un bien un 10 %, aumenta la cantidad demandada. Pero si analizamos esos aumentos para distintos bienes. Observaremos que son muy diferentes según sea el tipo de bien.
¿Por qué las variaciones de los precios a veces producen unos efectos tan pequeños y otras tan grandes? La respuesta reside en la forma de las curvas de demanda, o lo que es lo mismo, en la distinta sensibilidad de los consumidores ante cambios en los precios.
Hasta ahora hemos visto el sentido en que varía la cantidad demandada, pero no la magnitud de la variación. Para ver cuánto responde la demanda a los cambios de sus determinantes, los economistas emplean el concepto de elasticidad o sensibilidad de la respuesta a las variaciones de los precios.
¿Cómo se mide la elasticidad-precio de la demanda?
La elasticidad-precio de la demanda (Ep) se calcula dividiendo la variación porcentual de la cantidad demandada entre la variación porcentual del precio:
Ep de la demanda = % de cambio en Q / % de cambio en P
El precio y la cantidad demandada siempre varían en sentido inverso y tienen, por tanto, signo contrario. Pero para simplificar, las elasticidades se expresan como valores positivos (en valor absoluto).
Los economistas clasifican las curvas de demanda en tres tipos, de acuerdo con su elasticidad:
a. La demanda de un bien es elástica, o sea, sensible a los cambios del precio, cuando la elasticidad es mayor que 1, por lo que la cantidad varía proporcionalmente más que el precio.
b. La demanda de un bien es inelástica o rígida, o sea, insensible a las variaciones del precio, cuando la elasticidad es menor que 1, por lo que la cantidad varía, proporcionalmente, menos que el precio.
c. Si la elasticidad es exactamente 1, de tal manera que la cantidad varía, proporcionalmente, en la misma cuantía que el precio, se dice que la demanda tiene elasticidad unitaria.
Por la forma de la curva de demanda también podemos conocer su elasticidad. La curva de demanda plana que significa que una variación pequeña del precio produce un gran efecto en la cantidad consumida. En cambio, cuando la curva de demanda es muy inclinada significa que una variación importante del precio influye poco en la cantidad.
¿De qué depende la elasticidad-precio de la demanda?
a.
La disponibilidad de bienes sustitutivos
Si un bien tiene buenos sustitutos, su demanda será elástica porque es más fácil para los consumidores cambiarlo por otros. Una pequeña subida de su precio (de las manzanas), si el precio de otros productos se mantiene, causa una gran disminución de la cantidad demandada. En cambio, hay otros bienes que son difíciles de sustituir (los huevos, la sal) y, por tanto, su demanda es muy inelástica.
b.
El gasto que representan
En los bienes cuyo precio es bajo (golosinas, etc.), una subida no afecta demasiado a nuestro bolsillo, por lo que no influirá mucho en la entidad demandada (demanda inelástica). Lo contrario sucede con bienes cuyo desembolso es importante (automóviles, etc.) y que tienen una demanda más elástica.
c.
Bienes necesarios y bienes de lujo
Los bienes necesarios tienen una demanda inelástica: si sube el precio del bono transporte, las personas no suelen reducir su uso. Sucede lo contrario con los bienes de lujo, cuya demanda es elástica: si sube el precio de las joyas, la cantidad demandada disminuye considerablemente.
Elasticidad-precio de la oferta
Al igual que los consumidores, las empresas también son más o menos sensibles ante cambios en los precios. Si suben los precios, las empresas ofrecerán más cantidad (y viceversa); pero para saber cuánto más o cuánto menos ofrecerán, se utiliza el concepto de elasticidad-precio de la oferta, que mide la variación porcentual de la cantidad ofrecida de un bien ante un cambio porcentual de su precio.
Ep de la oferta = % de cambio en 0 / % de cambio en P