Posicionamiento
El posicionamiento es el lugar mental que ocupa la concepción del producto y su imagen cuando se compara con el resto de los productos o marcas competidores, además indica lo que los consumidores piensan sobre las marcas y productos que existen en el mercado. El posicionamiento se utiliza para diferenciar el producto y asociarlo con los atributos deseados por el consumidor.
Para ello se requiere tener una idea realista sobre lo que opinan los clientes de lo que ofrece la compañía y también saber lo que se quiere que los clientes meta piensen de nuestra mezcla de marketing y de la de los competidores. Para llegar a esto se requiere de investigaciones formales de marketing, para después graficar los datos que resultaron y obtener un panorama más visual de lo que piensan los consumidores de los productos de la competencia. Por lo general la posición de los productos depende de los atributos que son más importantes para el consumidor meta. Al preparar las gráficas para tomar decisiones respecto al posicionamiento, se pide al consumidor su opinión sobre varias marcas y entre ellas su marca «ideal». Esas gráficas son los mapas perceptuales y tienen que ver con el «espacio del producto», que representan las percepciones de los consumidores sobre varias marcas del mismo producto.
Cómo determinar el posicionamiento de un producto
Para los responsables de marketing, definir un posicionamiento, no es cosa sencilla, por lo que antes hay que responder, a nueve preguntas fundamentales:
¿Quién es la competencia? ¿Cómo es percibida nuestra competencia? ¿Quién es nuestro consumidor? ¿Cuál es el posicionamiento actual (sí tiene alguno) de nuestro producto? ¿Cuál es la posición que deseamos ocupar? ¿A quién debemos superar? ¿De cuantos recursos para mercadeo disponemos? ¿Son suficientes? ¿Podremos alcanzar y mantener esta posición? ¿Está en condiciones de resistir por lago tiempo el posicionamiento elegido? ¿Durante cuánto tiempo podrá la empresa resistir y mantener este posicionamiento? ¿Pensará lo mismo el consumidor el próximo año, dentro de dos años, dentro de 5 años? ¿Está nuestra publicidad en concordancia con el posicionamiento? ¿Lo apoya y fortalece?
Publicidad subliminal
La publicidad instintiva, como su nombre indica, presenta mensajes que provocan reacciones no racionales ni simplemente emocionales. Puede convertir el producto en un fenómeno desligado incluso de sus prestaciones directas: un desodorante que despierta irrefrenablemente los sentidos, unos vaqueros que se convierten en símbolo de tus aspiraciones …
El mensaje puede incluir imágenes, sonidos, formas, colores o palabras que estimulen o produzcan rechazo. La manera en que aparezcan nos permite señalar dos tipos de percepción:
Percepción consciente El mensaje se compone de elementos que son percibidos conscientemente. En él cualquier tipo de estímulo se reconoce con claridad, por lo que el público que lo recibe puede elaborar un juicio de acuerdo con su esquema de valores y con pleno conocimiento de lo que se le propone.
Percepción inconsciente. En este caso el mensaje incluye estímulos que no son percibidos a primera vista, pudiendo generar en el individuo una respuesta que no controla al mismo nivel que cuando sí es consciente de ellos.
Para ser más rigurosos diremos que la percepción inconsciente consiste en la presentación de estímulos visuales o auditivos de una intensidad o en un espacio de tiempo inferior los requeridos por el umbral de la conciencia, de modo que el receptor puede responder a ellos sin ser consciente de por qué lo hace. Dado que la percepción se encuentra por debajo (sub-) del umbral (-limen) de consciencia, este fenómeno es conocido como persuasión subliminal.
La percepción subliminal ha sido utilizada en el ámbito clínico de la psicología, además de en comunicación política, en el cine y en producciones televisivas. Los mensajes publicitarios que incluyen estímulos dirigidos al inconsciente del público son reconocidos con el nombre de publicidad subliminal.
Pueden ser de dos tipos:
La emisión de un estímulo durante un tiempo o en un espacio muy breve o a una intensidad muy baja. La presentación disimulada del estímulo.
Clientes Potenciales (Quiénes, Dónde, Cuántos)
En un primer momento se debería establecer el perfil de cliente al que se va a dirigir la oferta. Hay que establecer si los clientes van a ser otras empresas o negocios, clientes particulares o ambos. Hay que definir los rasgos demográficos del cliente objetivo (edad, nivel adquisitivo, profesión, aficiones, tamaño de empresa, sectores de actividad, ubicación, etc.). En definitiva, hay que establecer los atributos que caracterizarían al cliente objetivo del producto o servicio que permitan resolver, entre otras, las siguientes cuestiones: Quiénes serán los clientes/consumidores finales Cuántos clientes serán Dónde están ubicados Qué necesidades tienen Que hábitos de compras tienen Cómo satisfacen actualmente esas necesidades Cómo adquieren el producto/servicio Grado de dependencia de sus proveedores actuales Qué factores son más valorados por los clientes: Precio, calidad, servicio post-venta. Es importante determinar si nuestras ventas se esperan concertar principalmente en un reducido número de clientes, o si nuestra cartera de clientes se va a diversificar.
1.2 Beneficios de la Segmentación de mercados
o Permite la identificación de las necesidades de los clientes dentro de un submercado y el diseño más eficaz de la mezcla de marketing para satisfacerlas. o Las empresas de tamaño mediano pueden crecer más rápido si obtienen una posición sólida en los segmentos especializados del mercado. o La empresa crea una oferta de producto o servicio más afinada y pone el precio apropiado para el público objetivo. o La selección de canales de distribución y de comunicación se facilita en mucho. o La empresa enfrenta menos competidores en un segmento específico o Se generan nuevas oportunidades de crecimiento y la empresa obtiene una ventaja competitiva considerable.