Propensión Marginal al Consumo y al Ahorro
La propensión marginal al consumo es una ley económica que establece que a medida que la renta aumenta, el consumo también aumenta, pero a un ritmo más lento. Con el crecimiento de la renta, se destina una mayor proporción de recursos al ahorro y menos al consumo. Esto es lógico, ya que hay niveles de consumo absolutos que, una vez alcanzados, no aumentan significativamente y la mayor parte de los ingresos adicionales se dirige al ahorro a medida que la renta aumenta.
La proporción que representa el incremento del consumo de cada incremento que se produce en la renta es lo que se llama propensión marginal al consumo.
Análogamente, la propensión marginal al ahorro será la proporción destinada al ahorro por cada aumento que se registra en la renta, puesto que todo aumento de renta se destina al ahorro y al consumo.
Consumo a Largo Plazo
Estudios posteriores a las ideas de Keynes revelaron que su predicción sobre el consumo solo era válida a corto plazo, con cambios mínimos en gustos, población y producción. Kuznets demostró que, a lo largo del tiempo, cuando la riqueza varía, el consumo no solo depende de la renta actual, sino también de la expectativa de ingresos futuros. La incertidumbre sobre esos ingresos afecta al consumo actual, que también se ve condicionado por la disponibilidad de endeudamiento, que depende de un mercado financiero activo y las tasas de interés.
Efecto Renta y Efecto Sustitución
Las variaciones de la tasa de interés pueden tener dos efectos a largo plazo en el consumo:
- Efecto renta: Tasas altas aumentan el valor actual de la riqueza, facilitando el consumo futuro con menos ahorro presente.
- Efecto sustitución: Tasas altas hacen que endeudarse sea más costoso en el presente, reduciendo el consumo actual y aumentando el ahorro.
El ahorro final dependerá de la fuerza relativa de estos dos efectos.
Renta Relativa, Renta Permanente y Ciclo Vital
- Duesenberry destacó que el consumo presente se ve influenciado por el consumo pasado y por un efecto de imitación basado en los hábitos de otros. Esto implica que el consumo no solo dependerá de la propia renta, sino también de la renta relativa de los referentes.
- Friedman argumentó que los consumidores, siendo racionales, ajustan su consumo según la expectativa de renta a largo plazo, afectándose solo si cambia la estimación de la renta permanente.
- Modigliani identificó diferentes etapas de la vida con patrones de consumo distintos: endeudamiento al principio, ahorro en la edad adulta y gasto de ahorros en la jubilación.
Consumo y Política Económica
Las teorías que resaltan la importancia de las rentas a lo largo del tiempo sugieren que los cambios momentáneos en la renta actual tienen escasa influencia en el consumo real. Las acciones para afectar la demanda agregada a corto plazo mediante cambios en la renta de los consumidores pueden no ser muy efectivas, ya que el consumo se ve principalmente afectado por cambios en la renta a largo plazo. Sin embargo, estudios empíricos señalan una relación estable a largo plazo entre la renta y el consumo, indicando que un aumento en el poder adquisitivo de las familias se traduce en un aumento del consumo.
Otros Determinantes del Consumo (Factores)
- Riqueza: Cuanto mayor es la riqueza de un individuo o familia (su ingreso acumulado), mayor será también su nivel de consumo.
- Distribución de la renta: Debido a que las familias tienen diversas propensiones marginales al consumo, el consumo agregado no solo está vinculado a la renta agregada, sino también a su distribución entre las distintas familias. Así, un cambio en la distribución de la renta alterará el gasto agregado en consumo asociado a cada nivel de renta nacional.
- Variables monetarias como los tipos de interés y las condiciones del crédito: Cuanto más altos sean los tipos de interés, más caro resultará disponer de dinero para realizar gastos de consumo y, por lo tanto, este tenderá a no aumentar y viceversa. Puede decirse que cuanto más alto sea el tipo de interés, más rentable será ahorrar.
- Expectativas sobre precios: Las expectativas de subida de los precios influirán normalmente en la subida del consumo real a expensas del ahorro, pues se estaría estimando que, en el futuro, los bienes y servicios serán más caros.
- Impuestos y cotizaciones de la Seguridad Social: Puesto que sabemos que estos disminuyen la renta disponible, sus variaciones afectan al volumen de recursos potencialmente destinados al consumo o al ahorro.
- Factores psicológicos y culturales: La publicidad y la cultura del gasto han dado forma a un tipo de consumidor que carece en gran medida de racionalidad, en el sentido de evaluar los costos y beneficios reales de ese consumo. Los consumidores parecen responder en masa a estrategias de marketing y publicidad más que a la evaluación real de los rendimientos de su ingreso, lo que a menudo conduce a la producción de productos que son innecesarios en términos de satisfacción de las necesidades sociales.