Precio de los demas bienes

5.1. Variables económicas:


Entre las variables económicas  utiliza el precio de las entradas, el precio de otros bienes, la renta, el desempleo, la población y la capacidad del estadio.  Existe una gran desigualdad en lo que se refiere a la variable precio de las entradas. Los autores han utilizado distintos precios como el precio medio de las entradas puestas a la venta, el precio medio de las entradas vendidas o el precio mínimo de la entrada, entre otros. Los resultados obtenidos por los distintos autores, en relación con esta variable, han mostrado elasticidades-precio negativas con valores absolutos inferiores a la unidad y sólo en unos pocos casos la elasticidad-precio es mayor que uno en términos absolutos. Esto puede significar que los clubes no sigan las pautas de comportamiento de la empresa maximizadora del beneficio y los precios no estén situados en el tramo elástico de la curva de demanda. Esta fijación de precios en el tramo inelástico es la que algunos autores han intentado justificar, partiendo de diversas hipótesis. Una hipótesis supone que si los clubes tienen estadios donde los llenos no se alcanzan nunca o casi nunca, el coste marginal de un nuevo espectador es prácticamente igual a cero, lo que implica que el precio para el que la empresa maximiza su beneficio es aquél para el que la elasticidad de su curva de demanda es igual a -1. Una segunda hipótesis corresponde al caso de que el equipo controle directamente los derechos de las concesiones del estadio, como alimentos, bebidas, etc. En este caso Marburger (1997) demuestra con un modelo matemático que si se incluyesen las concesiones como complemento de la estrategia de maximización del beneficio, el precio de las entradas caería al tramo inelástico de la curva de demanda.   Una razón similar es apuntada por Cairns (1990) al señalar que el precio de la entrada no representaba el verdadero precio de los consumidores, pues no incluía el precio de los bienes complementarios. En el caso del deporte, existe un conjunto de bienes complementarios como el parking, el transporte, las concesiones a las que aludimos en el párrafo anterior, etc., por eso algunos autores prefieren utilizar en vez de estas variables otra que las englobe como la variable (FIC). El FIC incluye el precio medio de dos entradas de adulto y dos entradas de niño, cuatro refrescos, dos cervezas pequeñas, cuatro perritos, dos programas, parking y dos gorras. Este índice supone una clara subida del precio por asistir al estadio lo que previsiblemente aumentaría el valor absoluto de la elasticidad hasta el tramo elástico de la función de demanda.  La influencia de los bienes sustitutivos es muy diferente según sea el país o el deporte. Hay deportes donde otras actividades de ocio, como el teatro o el cine, pueden influir en la asistencia de espectadores. También puede influir la existencia, en la misma ciudad, de otros deportes profesionales o de otros equi-pos en el mismo deporte que se considere. En estos casos debería incluirse en la estimación los precios de esos servicios para estimar correctamente la asistencia. No obstante, en la mayor parte de la literatura el tratamiento de los bienes sustitutivos se ha hecho mediante variables que aproximan su efecto.   A diferencia del precio de las entradas, cuyo impacto sobre la asistencia se espera negativo, pudiera no haber expectativas, “a priori”, sobre el signo del coeficiente de la variable renta. Algunos espectáculos deportivos pueden ser catalogados como bienes normales y otros como inferiores. La forma más habitual de introducir esta variable ha sido por medio de la renta per capita
. No obstante, algunos estudios utilizan aproximaciones alternativas en lugar de la renta, como el gasto real en consumo o los salarios. Independientemente de la incidencia en los resultados que pueda tener la definición de la variable renta utilizada, la no variabilidad (habitual) de dicha variable para un mismo equipo a lo largo de una temporada puede propiciar que dicha variable esté correlacionada con otras variables observables o no observables que tengan la misma estructura de variabilidad. En concreto, para una única temporada dicha variable captaría el efecto fijo del equipo de casa que se pretendiera especificar.   Algunos autores han utilizado el desempleo de forma explícita como variable “proxy” (de signo contrario) de la renta, aunque en otros casos las dos variables han sido utilizadas conjuntamente. El resultado más habitual establece que el mayor desempleo reduce la asistencia a los estadios donde se celebran competiciones deportivas profesionales, aunque la significación de los coeficientes es escasa.  La mayoría de las estimaciones referidas a ecuaciones de asistencia considera el tamaño de mercado como una variable explicativa. En este caso , los se aproximan la demanda potencial utilizando la población total del área metropolitana o de la ciudad del equipo local. Cuando hay más de un club en la misma ciudad algunos autores han dividido la población por el número de equipos sin ningún tipo de ponderación. Esta solución parece inapropiada puesto que hay equipos que pertenecen a la misma ciudad, pero uno de ellos tiene más seguidores que los otros, por ello parece más conveniente utilizar una medida de la población que pueda ponderarse a favor de aquellos equipos que cuentan con mayor número de seguidores. .

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