El Mercado Laboral: Conceptos Clave y Tipos de Desempleo

El Mercado Laboral

Conceptos básicos

El mercado de trabajo posee unas características peculiares. Para analizarlo debemos conocer primero una serie de conceptos específicos que nos sirvan para describir su realidad particular.

Población activa

Es la parte de la población que busca un trabajo o que ya lo tiene.

No integran la población activa aquellos que no tienen edad para trabajar (menores de 16 años), los jubilados, los que padecen alguna incapacidad laboral, los que se dedican a las labores del hogar o los que, por diferentes motivos, no buscan trabajo (bien porque son estudiantes, bien porque ya han desistido, o por cualquier otro motivo). A todas estas personas se las considera inactivas. La proporción de personas activas con respecto al total de la población de una nación determina su tasa de actividad.

Desempleados

Son aquellas personas que, estando dispuestas a trabajar y teniendo capacidad legal para hacerlo, no tienen un puesto de trabajo. Las personas que no intentan encontrar un puesto de trabajo no se consideran desempleadas.

Demanda de trabajo

Las empresas necesitan trabajadores para poder desempeñar su actividad y obtener el máximo beneficio a través de la venta de los bienes y servicios que producen. Para ello demandan fuerza de trabajo en el mercado. Normalmente, estarán dispuestas a contratar trabajadores siempre que los ingresos que consigan gracias a los frutos de su labor sean mayores que el salario que les tienen que pagar. Por ello (ceteris paribus), si el salario es muy alto, sólo se contratará a unos pocos, para que los ingresos que produzcan sean mayores a los costes que le generan a la empresa. En cambio, si los salarios son bajos, se puede contratar a más trabajadores aunque éstos produzcan menos cantidad de bienes en el mismo tiempo.

Oferta de trabajo

Los trabajadores ofrecen su trabajo a las empresas a cambio de un salario, que les sirve para obtener la renta que precisan para satisfacer sus necesidades. Al hacer esto están optando entre utilizar su tiempo en trabajar o en el ocio. Para renunciar a una parte de su ocio el trabajador exige un salario que le compense por su renuncia, ya que si no es así no estará dispuesto a hacerlo. Por ello, cuanto más altos sean los salarios en una sociedad, más gente aceptará sacrificar su ocio para conseguir un trabajo. Unos salarios elevados incentivan a las personas a buscar un empleo, mientras que unos salarios reducidos los desaniman.

El desempleo

El problema del desempleo

El desempleo es un problema económico y social que afecta, prácticamente, a la totalidad de las sociedades actuales. En todas ellas, en mayor o menor medida, existe un colectivo de personas que, estando capacitadas para trabajar, no encuentra trabajo. La persona desempleada no sólo se ve incapaz de conseguir los ingresos que necesita para poder subsistir, sino que al mismo tiempo puede padecer graves problemas sociales y psicológicos debido a la falta de aceptación, la sensación de fracaso, etc.

Se da el desempleo porque las personas que desean trabajar por un determinado salario son más que las que los empresarios están dispuestos a contratar por ese salario. Podemos decir, por tanto, que existe porque hay un exceso de oferta de trabajo. Los motivos por los que se puede llegar a esta situación son varios:

Disfunciones entre la demanda y la oferta

Los empresarios necesitan encontrar trabajadores para que realicen una función determinada y no hallan personas que tengan la cualificación necesaria. Se produce entonces un exceso de oferta de determinados perfiles profesionales y una carencia de otros.

Falta de flexibilidad laboral

Una persona podría estar dispuesta a trabajar sólo unas horas al día (a tiempo parcial) o un empresario a emplearla durante ese tiempo, pero la falta de una adecuada flexibilidad en la legislación laboral impide que esto se produzca.

Fijación del salario mínimo

El salario mínimo lo fija el Estado para evitar que algunos empresarios paguen a sus empleados salarios de miseria. Pero si el salario mínimo que se establece está por encima del punto de equilibrio entre la oferta y la demanda de trabajo, se puede producir un exceso de oferta y, por tanto, desempleo.

Falta de producción

Si una economía tiene una producción reducida de bienes, los puestos de trabajo que genera pueden ser insuficientes para emplear a todas aquellas personas que desean trabajar.

Reparto desigual del empleo

A veces el empleo está mal repartido: hay personas que trabajan muchas horas en un mismo sitio o que combinan varios empleos (pluriempleo), lo que impide que otros puedan acceder al mercado de trabajo.

Medición del desempleo

Existen diferentes formas de medir el desempleo. En nuestro país el principal sistema es la Encuesta de Población Activa (EPA). La realiza mensualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) entre la población de 16 o más años que está disponible para trabajar. Este tipo de encuesta es muy similar al que se emplea en la mayoría de los países, lo que permite establecer comparaciones a nivel internacional.

Otra forma de medir el desempleo es la que utiliza el Instituto Nacional de Empleo (INEM). El INEM sólo tiene en cuenta a aquellos desempleados que se han inscrito en alguna oficina de este organismo (paro registrado); por ello no contabiliza, por ejemplo, a todas aquellas personas que, al no haber encontrado trabajo durante un largo período de tiempo, renuncian a seguir inscritos.

Tipos de desempleo según las personas afectadas

El paro tiene graves consecuencias personales y sociales, pero no afecta a todas las personas y colectivos por igual. Tiene, por tanto, un carácter discriminatorio y está muy desigualmente distribuido entre la población activa. Los colectivos especialmente afectados por el desempleo son: los jóvenes, las mujeres, los mayores de 45 años y las personas con reducida formación y cualificación laboral.

Podemos clasificar el desempleo, según las personas y colectivos a los que afecta, del siguiente modo:

Parados de Larga Duración (PDL)

La gravedad del desempleo se debe, en muchos casos, a que suele afectar a algunas personas durante largos períodos de tiempo. Se considera que una persona es un parado de larga duración cuando lleva más de un año sin trabajar. Las consecuencias, personales y sociales, de este tipo de paro suelen ser mucho más graves que las del paro de corta duración. Suele afectar a los mayores de 45 años porque, en muchas ocasiones, su formación se ha quedado desfasada o porque a los empresarios no les interesa contratarlos al quedarles poco tiempo para la jubilación.

Desempleo juvenil y femenino

Los primeros suelen tener problemas para encontrar empleo sobre todo por su falta de experiencia. A las mujeres, en cambio, muchas veces se las discrimina por el simple hecho de ser mujeres.

Hay, por último, un paro difícil de medir, que afecta a un importante grupo de personas que integran la población inactiva, los llamados trabajadores desanimados: son aquellas personas que tienen capacidad y deseo de trabajar pero no confían en encontrar un empleo estable, por lo que no buscan trabajo y no forman parte de la población activa. En este colectivo se encuentran, por ejemplo, muchas mujeres.

Tipos de desempleo según las causas que lo provocan

Desempleo friccional

Siempre existen personas que quieren cambiar de empleo y dejan uno en espera de conseguir otro. También algunas que prefieren estar un tiempo sin empleo, bien porque quieren viajar o porque desean estudiar o por cualquier otro motivo. Se trata, pues, de un desempleo normal, que no supone ningún problema para la sociedad.

Desempleo estructural

Hay desajustes y disfunciones entre la oferta y la demanda de trabajo, de manera que la demanda de empleo se queda sin cubrir debido a que los oferentes no poseen las características que se piden. Esta situación puede producirse por problemas de localización espacial (los trabajadores no están dispuestos a trabajar en el lugar en el que se halla la empresa), o de falta de formación adecuada, etc.

Desempleo cíclico o coyuntural

Se produce cuando la actividad económica se reduce, las compras son menores y lo es también la producción. Esto lleva a que haya personas que pierden su empleo hasta que la actividad económica vuelve a niveles altos, las ventas se incrementan y también la producción.

Políticas de empleo

La política de empleo es una de las prioridades del gobierno de cualquier país; se trata de suavizar el coste social y económico que supone tener una elevada tasa de paro tomando medidas que alivien económicamente a los desempleados y los ayuden a hallar empleo de nuevo. Hay diversos tipos de medidas según el colectivo al que se destinan y los recursos necesarios para llevarlas a cabo.

Medidas relativas al desempleo

Subsidio de desempleo

Ésta es una medida de protección social que toma el Gobierno para suavizar la situación económica de los trabajadores que pierden su empleo, dándoles una cierta cantidad de dinero, inferior a un salario, mientras buscan un nuevo trabajo. A veces se ha criticado esta medida afirmando que quien cobra este subsidio no tiene incentivos para buscar un nuevo empleo, por lo que se han endurecido las condiciones para percibirlo.

Actuaciones sobre la oferta de mano de obra

Poseen una doble finalidad. Por un lado reduciendo el volumen de la población activa, facilitando la salida del mercado de trabajo a determinados trabajadores o dificultando su entrada al mismo. Por otro lado, tratan de repartir el empleo existente. Las principales medidas son: las jubilaciones anticipadas, la prolongación de la edad escolar, la reducción de la jornada laboral, la disminución de horas extraordinarias y del pluriempleo o el trabajo a tiempo parcial y temporal, facilitando a la vez el acceso al mundo del trabajo a mujeres que solicitan trabajar sólo media jornada o estudiantes que desean trabajar en verano.

Medidas en materia de colocación y formación

Su finalidad es adaptar la mano de obra a las exigencias del mercado de trabajo, contribuyendo a la formación de los trabajadores y a su colocación. Estas medidas pretenden una mayor flexibilidad en el mercado de trabajo: algunas de ellas van destinadas a reforzar los servicios públicos de empleo mejorando, por ejemplo, la información entre la oferta y la demanda, la previsión y la orientación, etcétera; otras tratan de promocionar la movilidad profesional, a través de la educación y formación permanente; y otras intentan facilitar la movilidad geográfica de los trabajadores, y la inserción o reinserción de la mujer o de colectivos muy desfavorecidos, como discapacitados físicos, psíquicos, etc., en el mercado de trabajo.

Acciones sobre la demanda de mano de obra

Son medidas que, a través de la potenciación de la actividad productiva, intentan incrementar el número de empleos existentes en una sociedad. Se traducen en inversiones públicas, ayudas a la creación de empleo por parte de las empresas, reducción de impuestos para las que crean empleo, fomento y desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, etc.

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