Elinor Ostrom y la Gestión de Recursos Comunes
Elinor Ostrom, doctora en filosofía y economista, centró su investigación en el estudio de los recursos comunes. Estos recursos, accesibles a múltiples individuos, presentan la problemática de que su consumo disminuye su disponibilidad, haciéndolos difícilmente sostenibles sin una regulación adecuada.
Tradicionalmente, se planteaban dos soluciones:
- Privatización: Transferir la propiedad a entidades privadas.
- Control gubernamental: Gestión por parte del Estado mediante procesos coercitivos.
La contribución de Ostrom radica en una tercera vía: el mantenimiento de los recursos como bienes comunes, mediante redes de gobernanza. Ostrom argumentó que el uso de recursos comunes no implica inevitablemente la Tragedia de los Comunes, aunque reconoció casos donde la gestión colapsa. La gestión, según Ostrom, se dificulta con un mayor número de usuarios. Para una gestión eficaz, propuso los siguientes principios:
- Claridad en la especificación de los derechos de explotación.
- Mecanismos adecuados de resolución de conflictos.
- Responsabilidad proporcional a los beneficios obtenidos.
Ostrom también propuso una clasificación de los derechos de propiedad privada como reglas para controlar el acceso y uso de los recursos, mitigando las pérdidas derivadas de la Tragedia de los Comunes. Además, analizó cómo el cambio en el capital físico no garantiza mejoras productivas si se ignora su impacto en el capital social. Este último, definido como las redes de confianza interpersonal basadas en la reciprocidad y ayuda mutua, es difícil de medir y se deteriora con el desuso, no con el uso.
Casos de Estudio
El Caso de los Osage
A principios del siglo XX, se descubrieron yacimientos de petróleo en el territorio Osage. Siguiendo la teoría de Ostrom, estos yacimientos podrían considerarse bienes comunales debido a la dificultad de exclusión y la rivalidad en el acceso, además de su capacidad finita de explotación. La explotación generó un conflicto entre la tribu Osage y quienes buscaban los beneficios del petróleo.
El Caso de las Bateas Mejilloneras
Las bateas mejilloneras, embarcaciones para la cría de mejillones, representan un recurso comunal al dejar de ser monopolio. La rivalidad en el consumo y la dificultad de exclusión son altas, especialmente tras un fallo judicial que permitió la explotación a otros productores. El capital social, la confianza y reciprocidad entre productores, se vuelve fundamental para la gestión de este recurso.
En la gestión de recursos comunes, el capital social puede ser insuficiente para maximizar la eficacia del capital físico y humano, lo que puede llevar a la Tragedia de los Comunes. El caso de las bateas, donde la falta de confianza entre bateeiros y percebeiros llevó a la intervención estatal, ilustra esta situación.
Oliver Williamson y los Costes de Transacción
Oliver Williamson, economista estadounidense y Premio Nobel de Economía en 2009 junto a Elinor Ostrom, analizó las estructuras de gobernanza económica y los límites de la empresa. Exponente de la Nueva Economía Institucional, argumentó que mercados y empresas difieren en la resolución de conflictos: el regateo en los mercados versus la autoridad en las empresas.
Williamson observó que a mayor dependencia mutua, mayor probabilidad de internalizar las transacciones dentro de la empresa, especialmente cuando son complejas o involucran activos específicos. Su teoría de los costes de transacción define la transacción como la transferencia de un bien o servicio a través de una fase tecnológicamente separable. Basándose en Coase, Williamson diferencia los costes de transacción de los de producción, argumentando que los primeros explican las alternativas al mercado.
Williamson se centró en las limitaciones de la información y la asimetría en las transacciones, que generan ineficiencia. Los contratos, fundamentales en este contexto, varían en duración y detalle según la especificidad de los activos. A mayor especificidad, contratos más largos y detallados. La combinación de contratos incompletos y activos específicos puede generar ineficiencia y costes de transacción.
La jerarquía en las empresas, según Williamson, permite la toma de decisiones internamente, lo que resulta ventajoso cuando las transacciones son costosas o difíciles de especificar en un contrato. Esta estructura jerárquica reduce costes y maximiza la eficiencia. Williamson también destacó los beneficios de la integración vertical, donde las empresas internalizan actividades en lugar de recurrir al mercado, minimizando costes de transacción, mejorando la coordinación y el control.
Casos de Estudio
El Caso de Agro Sevilla
Agro Sevilla integra verticalmente diferentes etapas de la industria para controlar la calidad, optimizar la cadena de suministro y responder a las demandas del mercado. Esta estrategia reduce los costes de transacción, aunque implica compromisos a largo plazo y riesgos asociados a la inversión en activos específicos.
El Caso Enron
Enron, empresa energética, utilizó prácticas contables fraudulentas para inflar sus ingresos. El fraude provocó la caída de las acciones y la quiebra de la empresa. Como respuesta, se implementó la Ley Sarbanes-Oxley para prevenir fraudes financieros.
Thorstein Veblen y la Teoría de la Clase Ociosa
Thorstein Veblen, autor de obras como «La teoría de la clase ociosa» y «La teoría de la empresa de negocios», consideraba el darwinismo un modelo de evolución científica. Acuñó el término «neoclásico» para referirse a los conceptos clásicos modernizados. Criticaba a los autores clásicos por su dogma teleológico y confusiones entre aproximaciones normativas y factuales. Rechazaba el carácter estático y teleológico de las leyes del equilibrio y la postulación de una personalidad pasiva en la naturaleza humana.
Veblen criticaba el rol de los postulados normativos, el antagonismo entre equilibrio y cambio, el carácter exógeno de las preferencias individuales y el rechazo del rol de las instituciones. Estableció una dicotomía entre procesos productivos e improductivos, instinto de laboriosidad y despilfarro ostentoso. Este último se basa en la preocupación por la posición social relativa, revelada a través del consumo.
Veblen introdujo el efecto snob (preferencia por bienes exclusivos) y el efecto arrastre (preferencia por bienes populares). Su concepto de dicotomía describe la disyuntiva entre tecnología (dinámica) e instituciones (resistentes al cambio). Esta dicotomía evoca la dialéctica marxista, aunque con diferencias. Veblen también analiza los conflictos entre instintos antagónicos: el trabajador y el cazador, que se manifiestan en diferentes contextos históricos.
Las principales etapas históricas según Veblen son:
- Etapa primitiva: El instinto trabajador predomina por la necesidad de supervivencia.
- Fase de producción artesanal: La competencia reduce las tendencias depredadoras.
- Época de las máquinas (capitalismo moderno): El institucionalismo depredador resurge.
La rotación entre estos dualismos culmina en la oposición entre industria y negocios en el capitalismo.