1. La Empresa y el Entorno
1.1. La Empresa como Unidad Económica
Las empresas, para realizar la función de producción, necesitan a las familias, que tienen como función el consumo, pero también aportan algunos de los factores de producción (trabajo, capital). Por tanto, el consumo y la producción son las dos actividades clave en las relaciones de intercambio que se generan en el sistema económico, donde la empresa es el eje de toda actividad.
Podemos definir la empresa como un conjunto de elementos organizados y coordinados por la dirección, orientados a la obtención de una serie de objetivos, actuando siempre bajo condiciones de riesgo.
1.2. Objetivos de la Empresa
Podemos diferenciar entre el fin de la empresa u objetivo general, los objetivos propiamente dichos y los subobjetivos.
1.2.1. El Fin de la Empresa u Objetivo General
Es la misión o la razón de ser de la empresa como unidad económica. Sería el punto de partida de la actuación empresarial, pero se ha de concretar en los objetivos propiamente dichos. Por ejemplo, la misión de una empresa que fabrique coches es abastecer a la población de un medio de transporte privado.
1.2.2. Los Objetivos Propiamente Dichos
Son aquellos que quiere conseguir la empresa durante un periodo concreto. Estos suelen ser cambiantes, pero sin perder de vista el fin de la empresa. Por ejemplo, el objetivo de una empresa de coches sería sacar un nuevo modelo.
Normalmente, su objetivo básico es maximizar los beneficios, a la vez que respeta y conserva el medio ambiente. En menor medida, la empresa también tiene como objetivos determinados fines sociales, ya que crea puestos de trabajo, abastece a la población y crea riqueza.
1.2.3. Los Subobjetivos
Normalmente son más concretos y a menor plazo. Un subobjetivo de la empresa de coches sería la promoción del nuevo modelo.
1.3. Elementos de la Empresa
Toda empresa que produce bienes y servicios ha de tener en cuenta una serie de factores para funcionar correctamente. Podemos clasificarlos en cuatro grupos:
- Los factores humanos: Las personas físicas o jurídicas que tienen una vinculación directa con la empresa, desde los propietarios hasta los trabajadores y los administradores.
- Los factores materiales: Bienes económicos de la empresa. Podemos diferenciar entre los bienes que forman el capital fijo (no corriente), que duran más de un ejercicio económico (maquinaria, mobiliario de oficina…), y los bienes que forman el capital circulante (corriente), que es todo el capital que se renueva con cada ejercicio (materias primas…).
- La organización: Aparece como un conjunto de relaciones de autoridad, de coordinación y de comunicación. Esta estructura está definida por el empresario.
- El entorno: Entendemos por entorno todos aquellos factores que condicionan la actuación del empresario, desde la normativa gubernamental hasta los clientes o proveedores.
1.4. Funciones de la Empresa
Para coordinar todos los elementos de la empresa y alcanzar los objetivos marcados, la empresa se divide en una serie de áreas funcionales:
- Área comercial: Incluye el conjunto de actividades necesarias para hacer llegar a los consumidores los bienes y servicios producidos.
- Área de producción: Controla el aprovisionamiento de las materias primas y gestiona la producción de los bienes y servicios.
- Área de inversión y financiación: Además de captar los fondos necesarios para el funcionamiento de la empresa, ha de llevar la política de inversiones.
- Área de recursos humanos: Sus funciones son seleccionar y contratar trabajadores, formarlos y gestionar toda la documentación (contratos, nóminas…). Hay empresas que, debido a su tamaño, sector…, no tienen de forma expresa todos los departamentos que aquí se detallan y, en algunos casos, sus funciones se externalizan a otras empresas especializadas (contratan gestorías para las nóminas, seguros sociales…).
1.5. Influencia del Entorno en la Empresa
La empresa no es un ente independiente ajeno a las estructuras e infraestructuras del sistema, es decir, al entorno. La empresa es un elemento productivo dentro de un sistema económico. Por ese motivo, está condicionada por la estructura económica en la que se encuentra inmersa.
Por tanto, la empresa es un sistema que forma parte de un entorno que podemos diferenciar en:
- El entorno general: Afecta a todas las empresas en general (una crisis afecta a todas las empresas de un país por igual).
- El entorno específico: Afecta de una manera concreta a cada una de las empresas, por lo que varía según el tipo de empresa (una normativa sobre la higiene de las verduras).
La empresa, como unidad económica, debe afrontar el reto de adaptarse constantemente a los requerimientos de un entorno social cambiante.
2. Responsabilidad Social de la Empresa
Con el tiempo, la empresa se ha convertido en una fuente de poder y de influencia sobre el medio en que se desenvuelve, pero también es responsable de problemas sociales, como la contaminación del aire o del agua.
Hasta hace poco, se pedía a la empresa que fuera eficiente en la obtención de bienes y servicios. Actualmente, no solo interesa aumentar el Producto Nacional (PN), sino también mejorar el contexto socioeconómico.
La empresa debe considerar, además de los aspectos puramente económicos, los aspectos sociales. Algunos de estos aspectos sociales se trasladan a la sociedad en forma de los llamados costes sociales. Los costes sociales negativos son gastos soportados sin compensación por personas ajenas a la empresa, como consecuencia de la actividad de esta. Por ejemplo, el humo de la chimenea de una empresa afecta directamente a las personas que viven cerca.
Podemos definir la responsabilidad social como la integración activa y voluntaria por parte de las empresas de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con sus interlocutores, con el objetivo de mejorar su situación competitiva y su valor añadido.
En el ámbito de la responsabilidad social corporativa, las organizaciones empresariales pueden llevar a cabo muchas actuaciones con la idea de mejorar, por ejemplo, la calidad de la vida laboral o el medio ambiente. Por ejemplo, algunas empresas ponen guarderías para los hijos de los trabajadores.
3. Localización y Dimensión de la Empresa
Normalmente, cuando se decide crear una empresa, dos de los problemas que se plantean son dónde ubicarla y qué dimensión darle.
3.1. Localización
Para escoger un lugar adecuado, hay que valorar una serie de variables:
- La demanda del mercado: Se debe analizar si en la población o en la zona donde se quiere instalar la empresa hay interés hacia el producto que se pretende ofrecer y, además, en qué situación se encuentra la competencia.
- Aprovisionamiento de materias primas: Se debe valorar la calidad de las materias primas, el coste y la facilidad para obtenerlas.
- Las comunicaciones y el transporte: Se debe tener en cuenta si es un lugar de fácil acceso. En la actualidad, las empresas se suelen situar en la periferia de las ciudades más importantes. Cuando estas empresas se caracterizan por su alta tecnología, hablamos de parques tecnológicos. Las grandes superficies comerciales se ubican en las afueras de la ciudad, como, por ejemplo, en las salidas de autovías, donde tanto clientes como proveedores pueden acceder fácilmente.
- Suministros: Se debe tener información de la disponibilidad de suministros, como electricidad, agua, línea telefónica…
- Coste de la construcción y del solar: Por ejemplo, en una zona industrial el precio es distinto que en una zona urbana.
- Legislación: Se debe conocer bien la normativa legal, tanto en materia fiscal y mercantil como social, así como todas las ayudas públicas.
- Inversión y financiación: Interesa ubicar la empresa en un lugar donde el acceso a las instituciones financieras sea fácil.
- Desarrollo económico de la región: Se ha de valorar el desarrollo de la región que se escoge. En regiones donde no ha habido un crecimiento sostenido durante los últimos años, resultará más difícil que una empresa prospere.
3.2. Dimensión
La dimensión se refiere a la capacidad de producción.
Para decidir la dimensión de la empresa, en primer lugar, debemos saber cuál es la capacidad que se necesita y su localización. La capacidad necesaria se entiende como el nivel máximo de producción que se puede obtener en un periodo de tiempo determinado.
Al margen de la dimensión inicial, entre las finalidades de la empresa se encuentra la de ir aumentando su capacidad productiva a lo largo de su vida, es decir, su dimensión. La empresa puede crecer de dos formas:
- Crecimiento interno: Se refiere al incremento de su capacidad productiva a través de nuevas inversiones.
- Crecimiento externo: Hace referencia a la adquisición, al control, a la fusión de empresas que ya existen o a la cooperación con otras empresas. Cuando el mercado nacional no es suficiente para el crecimiento externo de las empresas, se internacionalizan; es decir, intentan abrirse camino en el exterior.
4. Las Empresas Multinacionales
Las empresas multinacionales son aquellas que operan en dos o más países. Por ejemplo, Movistar.
Son sociedades mercantiles que tienen una gran capacidad productiva o que son el resultado de una concentración y fusión de empresas que buscan nuevos mercados.
Conviene diferenciar entre fusión y absorción de empresas:
- La fusión es la unión entre varias sociedades para crear una nueva (Banco Santander Central Hispano).
- La absorción significa que una empresa adquiere otra.
Las multinacionales están formadas por un conjunto de empresas. Una de ellas es la empresa matriz, que sigue operando en el lugar de origen; las otras son filiales de esta, se encuentran en el resto de los países y se relacionan entre sí.
Estas empresas tienen una serie de características:
- Son empresas que, gracias a que los resultados de su conjunto se compensan, tienen una gran resistencia en el mercado.
- Tienen tecnología punta, por eso están en constante crecimiento y, poco a poco, absorben el mercado y van fusionando empresas más pequeñas.
- La deslocalización es un fenómeno nuevo, pero que ya está muy extendido. Hay empresas que deciden trasladar su producción a otro país, normalmente menos desarrollado que el suyo, con salarios más bajos que los trabajadores del país de origen, con la única finalidad de minimizar costes. Al minimizar costes, las empresas consiguen producir a precios más baratos que la competencia y ser más competitivas, ya que podrán vender a precios más bajos.
5. Las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES)
Este grupo de empresas representa el 90 % del total de las empresas españolas. Por tanto, tienen mucha importancia, tanto social como económicamente, porque de ellas dependen muchas familias.
Normalmente, el capital de las pymes es propiedad de una sola persona o de pocos socios.
Las características básicas de las pymes:
- Poca formación empresarial: El empresario tiene pocos conocimientos técnicos, los cuales, a menudo, los ha adquirido en la propia gestión de la empresa. Al gestionarla, se mueve más por impulsos y ganas que por una formación académica adecuada.
- Poca capacidad financiera: Normalmente se han iniciado en empresas familiares y con pocos recursos de partida, y esto hace que les cueste generar autofinanciación para poder crecer.
- Cualificación y formación técnica del personal y la obsolescencia tecnológica: El reciclaje del personal no avanza con la misma rapidez que la tecnología de la empresa. Este hecho se agrava por el rápido desarrollo tecnológico y los adelantos en la investigación. Todo esto puede significar que estas empresas queden al margen de los mercados, ya que los equipos obsoletos comportan más costes y menor calidad de producción.
- Organización flexible: Debido a que el número de trabajadores es reducido, esto permite la comunicación y la creación de un buen equipo de trabajo.
- Integración del personal: El personal normalmente está integrado en la empresa, participa de las responsabilidades y esto supone que esté más motivado por su trabajo.
- Desarrollo en mercados intersticiales: Es decir, aprovechamiento de los espacios que dejan vacíos las empresas grandes en los mercados. Hay aspectos en los cuales la pequeña y mediana empresa puede dominar sobre las empresas grandes, como en la comercialización del producto, aprovechando un contacto más directo con el cliente.
- Creadoras de empleo: Las pymes son un grupo de empresas que tienen más recursos de trabajo que de capital, por lo que generan más empleo que las empresas de gran tamaño.