Clasificación de las Empresas
Según el Sector de Actividad:
- Empresas del sector primario: crean utilidad al obtener los recursos de la naturaleza. Pueden ser agrícolas, mineras, ganaderas, pesqueras, etc.
- Empresas del sector secundario o transformador: desarrollan una actividad productiva al transformar físicamente unos bienes en otros más útiles para su uso (construcción, industria textil, metalúrgica, química, alimentarios, etc.)
- Empresas del sector terciario o de servicios:
- Comerciales: aumentan la utilidad de los bienes al ofrecerlos a los consumidores en el lugar y momento en que los necesiten.
- Otros servicios: satisfacen necesidades de muy diversa naturaleza: financieras, turísticas, sanitarias, hosteleras, docentes, de transporte, de comunicaciones, de asesoramiento y asistencia, etc.
Según su Ámbito de Actuación:
En función del ámbito geográfico en el que desarrollan su actividad, se pueden distinguir empresas locales, regionales, nacionales y multinacionales. Las empresas multinacionales realizan sus actividades en dos o más naciones.
Conocer el área geográfica en el que la empresa lleva a cabo sus actividades nos da una idea de su importancia y del mayor o menor éxito en su desarrollo. No obstante, hoy día, el fuerte desarrollo de internet y del comercio electrónico está modificando no solo las formas de operar de las empresas, sino también el ámbito geográfico de comercialización de sus productos.
Según su Tamaño o Dimensión:
Aunque no existe un criterio único para medir la dimensión de la empresa, los principales indicadores que se utilizan son: el volumen de ventas, el número de trabajadores, los beneficios obtenidos, etc. Un criterio muy utilizado por su sencillez es el número de trabajadores, según este criterio se distingue:
- Empresas grandes: con más de 250 trabajadores.
- Empresas medianas: entre 50 y 250 trabajadores.
- Empresas pequeñas: con menos de 50 trabajadores. También hay microempresas.
Según la Titularidad de su Capital:
En función de quiénes sean sus propietarios, las empresas pueden ser:
- Privadas: cuando la propiedad y control se encuentra en manos de particulares.
- Públicas: cuyo capital y control pertenece a las instituciones de la administración pública.
- Mixtas: que se caracterizan porque en ellas el capital procede tanto de aportaciones públicas como privadas.
Componentes, Funciones y Objetivos de la Empresa
Toda empresa que produce bienes y servicios ha de tener en cuenta una serie de factores o elementos para funcionar correctamente y podemos clasificarlos en cuatro grupos:
- Capital instrumental: constituido por el conjunto de bienes y derechos que forman el patrimonio de la empresa. Se compone de:
- Activo no corriente: integrado por los elementos que van a permanecer largo tiempo en la empresa y que son necesarios para que esta desarrolle sus actividades (como maquinaria, equipos informáticos, edificios, patentes, marcas o programas informáticos).
- Existencias: necesarias para completar el ciclo de producción y compuestas por materias primas, productos en curso y productos terminados.
- Capital financiero: compuesto por los recursos financieros que componen la tesorería de la empresa.
- Factor humano: formado por las personas que aportan su trabajo a la empresa. Se pueden establecer tres grupos:
- Trabajadores o empleados.
- El empresario: que asume la responsabilidad y dirección del proceso productivo.
- Los propietarios: que no necesariamente tienen que coincidir con los empresarios, especialmente en las grandes empresas.
- La organización: que se trata de la combinación de los diferentes factores para conseguir un fin común, según una estructura determinada.
- El entorno: que se trata de todo aquello que le es ajeno a la empresa como organización pero que condicionan el desarrollo de su actividad, como los clientes, los proveedores, las políticas de Gobierno, etc.
Estas empresas definirán sus objetivos de forma que, normalmente, el objetivo básico de la empresa es el de maximizar sus beneficios minimizando los costes; si bien, debe tener en cuenta otros aspectos como los problemas medioambientales y sociales tales como la contaminación, los accidentes laborales o el mantenimiento del patrimonio cultural; ello se traduce en la exigencia de que la empresa confeccione un documento al que se conoce con el nombre de balance social, que recoge una información sistemática de las contribuciones de la empresa a la sociedad y de las relaciones sociales que la empresa ha desarrollado durante el ejercicio.
Para poder coordinar todos los elementos de la empresa y alcanzar los objetivos marcados, la empresa se va a dividir en una serie de funciones que se lleva a cabo en diferentes áreas funcionales:
- Financiación e inversión: que se encarga de captar los fondos necesarios para el funcionamiento de la empresa y organizar la política de inversiones.
- Producción: que agrupa las funciones de aprovisionamiento y transformación.
- Comercial o marketing: que agrupa la función comercial y de distribución.
- Recursos humanos: que se encarga de organizar y gestionar el personal.
- Investigación y desarrollo: para la creación y evaluación de la tecnología.
Marco Jurídico que Regula la Actividad Empresarial
Una de las funciones de las administraciones públicas es establecer el marco jurídico que regula las actividades económicas. A través de este marco, el Estado regula la actividad de los agentes económicos y trata de favorecer su desarrollo.
Una legislación bien concebida fomenta la competencia y asegura un mercado con más eficacia y equidad, al mismo tiempo que permite proteger los derechos de los consumidores y el medio ambiente. Con todo ello, se propicia un marco de seguridad y claridad necesario para las relaciones económicas.
Adquieren la condición de empresario todas las personas físicas que realicen una actividad económica de forma profesional, habitual y en nombre propio, así como todas las sociedades mercantiles en cualquiera de sus distintas formas jurídicas.
Entre las principales normas jurídicas que regulan la actividad empresarial destaca el Código de Comercio. Es una ley que ha tenido constantes modificaciones para adecuar su contenido a la realidad de cada momento a través de las leyes complementarias que regulan actividades concretas del empresario.
Principios Jurídicos Básicos
- Libertad de empresa: La Constitución consagra este principio en su artículo 38.
- Derecho de propiedad: El artículo 33 de la Constitución reconoce el derecho a la propiedad privada pero con la limitación de respetar los derechos de los demás.
- Libertad de contratación: Es básica para que el sistema funcione. La mayor parte de los acuerdos en el ámbito empresarial se realiza mediante un contrato. Un contrato es un compromiso legal, de que dos o más personas realizan alguna actividad.
Entorno Económico Social y Entorno Específico de la Empresa
Una empresa tiene dos componentes fundamentales: el entorno general y el entorno específico.
El entorno general está formado por un amplio conjunto de factores que delimitan el marco en el que actúan las empresas y establecen las circunstancias en las que se han de desenvolver.
Factores Económicos
Unos tienen un carácter más temporal. Por ejemplo, un crecimiento económico o una reducción en los tipos de interés inciden de forma positiva sobre las expectativas de futuro de las empresas, y por tanto, condicionan favorablemente sus decisiones de inversión; lo contrario ocurre cuando la economía se encuentra en una fase de recesión o de crisis económica.
Factores Socioculturales
Entre ellos pueden citarse el nivel educativo, las pautas culturales, los estilos de vida y hábitos de consumo, las tendencias de la moda, la concertación o conflicto entre los agentes económicos, las diferencias sociales, las circunstancias demográficas, etc. Todos estos factores afectan a la demanda de las empresas, que se ven obligadas a reaccionar adaptándose a los cambios si quieren garantizar su supervivencia. Por ejemplo, la preferencia creciente de los consumidores hacia los productos saludables obliga a las empresas a desarrollar nuevos productos con estas características.
Los factores del entorno específico más cercanos que nos rodean a la empresa son:
- Los proveedores y suministradores de materias primas.
- Los clientes o consumidores que adquieren los productos.
- Los competidores que participan en el mismo mercado.
- Los intercambios o distribuciones.
Cualquier cambio en alguno de estos factores atañe directamente a la empresa, que se verá obligada a reaccionar. Por ejemplo, la aparición de una nueva empresa competidora, el lanzamiento de un producto sustitutivo, o una campaña que dañe la imagen pública de la empresa entre sus clientes o distribuidores son hechos que ocurren en el entorno específico y que afectan directamente a su posición en el mercado y a sus resultados. Las empresas deben, por tanto, estar especialmente atentas al mercado para detectar las oportunidades y anticipar los riesgos que se presentan.