La Unión Europea: Evolución, Políticas Económicas y Desafíos Actuales

La Unión Europea

La Unión Europea es uno de los más ambiciosos proyectos de integración económica. Tras su nacimiento como Comunidad Económica Europea en la década de 1950, mediante la firma del Tratado de Roma, se trata de una desaparición paulatina de las fronteras económicas que ha permitido alcanzar el momento actual, en el que diecisiete de los veintiocho Estados Miembros de la Unión comparten una misma moneda. Los países suelen recorrer el camino de la integración económica desde abajo hacia arriba, fortaleciendo sus vínculos con el tiempo. La Unión Europea es un caso paradigmático de esta pauta, dado que nació como unión aduanera, se consolidó como mercado común en 1993 y un grupo de Estados Miembros decidió renunciar a sus monedas nacionales y adoptar la moneda común, dando origen a la Unión Monetaria. La Unión Europea actual es fruto de sucesivas ampliaciones desde que naciera como Comunidad Económica Europea.

Peso del Sector Público en Europa

En cuanto al peso del sector público, este es mucho mayor en Europa que en EE. UU. y Japón. El mayor gasto público europeo no se había visto acompañado durante años, sin embargo, por un elevado déficit público, en gran medida debido a las limitaciones contenidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El saldo por cuenta corriente de la zona euro y la UE está muy cercano al equilibrio. La fuerte discrepancia existente entre las rentas per cápita estadounidense y de la Unión, y la persistencia de estas diferencias a lo largo del tiempo, llevó a la UE a establecer en 2000 la denominada Estrategia de Lisboa para el Crecimiento y el Empleo con el fin de hacer de la UE el área económica más dinámica, próspera e innovadora del mundo, con la mayor capacidad de crecimiento y creación de empleo en 2010. Los resultados de dicha estrategia, sin embargo, fueron muy pobres. Esta circunstancia forzó su reformulación en 2005 y, con posterioridad, ante la constatación de un nuevo fracaso, al lanzamiento del denominado Programa Europa 2020 que tiene 5 objetivos:

  • Empleo
  • I+D e innovación
  • Cambio climático y energía
  • Educación
  • Lucha contra la pobreza y la exclusión social

Cada país está obligado a elaborar un Programa Nacional de Reforma, que a escala nacional son la principal herramienta de la estrategia Europa 2020. Se trata de un documento que forma parte del denominado Semestre Europeo.

Las Políticas Económicas Europeas

La Unión Económica y Monetaria tiene como característica más relevante la existencia de una moneda única y, por tanto, la renuncia al ejercicio nacional de las políticas monetaria y cambiaria por parte de los diferentes estados que a ella se incorporan. Tras los primeros problemas del sistema a finales de la década de 1960, los miembros de la Comunidad Económica Europea decidieron crear un sistema basado en la reducción de los márgenes de fluctuación de los tipos de cambio, la coordinación de las políticas monetarias y la creación de una institución para la provisión de fondos que apoyaran la estabilidad cambiaria. Así, en 1972 entró en funcionamiento un sistema de tipos de cambio cuasifijos, la Serpiente monetaria en el túnel, que al año siguiente, tras la ruptura del sistema de Bretton Woods, continuó como Serpiente monetaria fluctuando libremente frente al dólar y manteniendo unas bandas del ±2,25% entre las monedas participantes. En 1979 nace el Sistema Monetario Europeo, un sistema de tipos de cambio fijos, pero ajustables, en el que cada una de las monedas tenía un tipo de cambio oficial o paridad central frente al ECU. Cuando una moneda alcanzaba el límite máximo de fluctuación tolerado, el margen, frente a otra, los bancos centrales de ambas monedas debían intervenir para evitar que la moneda en cuestión abandonara su banda. El Tratado de la Unión Europea, o Tratado de Maastricht (1992), estableció el compromiso de alcanzar la moneda única como máximo en 1999; para acceder a la moneda única, los países debían cumplir ciertos requisitos en materia de independencia.

¿Por qué crear una moneda única?

Los países que integran la Unión Económica y Monetaria optaron por la renuncia a sus propias monedas a favor del euro como resultado de una serie de factores, muchos de los cuales no son de carácter exclusivamente económico. Se trata de un análisis que ha recuperado una gran vigencia tras la incorporación de los nuevos miembros a la Unión Europea, que se van sumando a la Unión Económica y Monetaria conforme cumplen los criterios de convergencia y, especialmente, a raíz de la crisis del euro. Algunos de dichos argumentos son los siguientes:

  • Beneficios: tipos de interés bajos debido al alto grado de estabilidad de los precios, mayor transparencia de los precios, eliminación de los costes de transacción y desaparición de las fluctuaciones del tipo de cambio.
  • Riesgos: se pierde, en primer lugar, el ejercicio nacional de la política monetaria, que pasa a depender del Sistema Europeo de Bancos Centrales. También se pierden los movimientos de los tipos de cambio de las monedas nacionales como instrumento de política económica.

Política Monetaria en la Zona Euro: El Banco Central Europeo

El Tratado de la Unión Europea establece que la política monetaria común de la zona euro está en manos del Banco Central Europeo. El Eurosistema está formado por el BCE junto con los bancos centrales nacionales de los países miembros de la Unión Económica y Monetaria (UEM), y su objetivo principal es mantener la estabilidad de los precios. En los últimos años, y debido a las repercusiones de la crisis financiera mundial sobre la economía europea, el BCE ha optado por una política de rebajas sustanciales de los tipos de interés de referencia, en un contexto de gran moderación de los índices de precios. Un segundo gran cambio que se produjo en diciembre de 2012 es un fortalecimiento muy significativo del BCE mediante la asunción de las competencias de supervisión bancaria.

Límites de las Políticas Fiscales Nacionales: PEC, Tratado de Estabilidad, Coordinación y Convergencia

La política fiscal es una de las pocas alternativas que quedan a los gobiernos nacionales para enfrentarse a perturbaciones económicas de ámbito nacional. En la Cumbre de Dublín de diciembre de 1996 se redactó el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. En él se decidió que las condiciones sobre déficit y deuda pública, que fueron inicialmente formuladas solo como condición para la incorporación al euro, se convirtieran en reglas de obligado cumplimiento con posterioridad a ese momento. El PEC se basa en unos mecanismos de alerta temprana, que incluyen la formulación de diversas recomendaciones y el denominado Procedimiento de déficit excesivo, que puede llegar a concluir en la imposición de sanciones económicas para los países de la eurozona que no cumplan con las recomendaciones del Consejo. El PEC permite, sin embargo, que se sobrepase transitoriamente el umbral fijado para el déficit público en ocasiones muy excepcionales. El objetivo es alcanzar el equilibrio presupuestario de las administraciones públicas, de tal forma que se tenga un margen de maniobra suficiente para la actuación de los estabilizadores automáticos sin que el límite del 3% sea superado durante las fluctuaciones cíclicas habituales. La totalidad de los países miembros de la UE habían logrado cumplir con lo estipulado en el PEC antes del estallido de la crisis económica mundial. Tras esta, sin embargo, los saldos presupuestarios de las administraciones públicas europeas empeoraron vertiginosamente debido, en primer lugar, a la actuación de los denominados estabilizadores automáticos. En segundo lugar, en el caso de la crisis actual, a la actuación de los estabilizadores automáticos se han sumado las políticas fiscales fuertemente expansivas y las medidas de apoyo a diversos sectores económicos, especialmente el financiero y el industrial, adoptadas por los gobiernos de los Estados Miembros en gran medida en el marco del Plan Europeo de Recuperación Económica. El PEC no logró asegurar la disciplina presupuestaria durante su vigencia. Los tiempos de bonanza económica antes de la crisis no se utilizaron para alcanzar posiciones presupuestarias sostenibles. Los ingresos extraordinarios se gastaron en lugar de dedicarlos a fomentar la consolidación fiscal. En diciembre de 2011, a la entrada en vigor de un nuevo PEC reforzado, en el que se presta más atención al control de la deuda pública, se fija como objetivo alcanzar el equilibrio o el superávit presupuestario, y la necesidad de incorporar esa “regla de oro” a las constituciones nacionales, se aumentan los controles, especialmente para los países con procedimientos abiertos por déficit excesivo y se reduce el margen de discrecionalidad a la hora de sancionar a países que incumplan los compromisos, aunque sin llegar a un automatismo total. Mediante la firma en marzo de 2012 del Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria (el Tratado de Estabilidad), que incluye el pacto presupuestario, el fomento de la coordinación de las políticas económicas y la convergencia, así como medidas relacionadas con la gobernanza de la zona del euro. El pacto consta de dos elementos principales: una regla de equilibrio presupuestario que incluye un mecanismo automático de corrección de las desviaciones y el reforzamiento del procedimiento aplicable en caso de déficit excesivo.

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