La necesidad de valorar las empresas es cada día más importante, debido fundamentalmente al aumento de fusiones y adquisiciones en los últimos años. Se puede definir la valoración de la empresa como el proceso mediante el cual se busca la cuantificación de los elementos que constituyen su patrimonio, su actividad, su potencialidad o cualquier otra característica de la misma susceptible de ser valorada. La medición de estos elementos no es sencilla, implicando numerosas dificultades técnicas. Una valoración es una estimación del valor que nunca llevará a determinar una cifra exacta y única, sino que esta dependerá de la situación de la empresa, del momento de la transacción y del método utilizado.
Dentro de los nuevos métodos de valoración, se considera a la empresa como un proyecto de inversión. Por lo tanto, su valor se determina por los rendimientos futuros que se esperan obtener. En una empresa, la rentabilidad esperada está directamente relacionada con los beneficios que se esperan generar. Estos métodos se basan en la búsqueda del valor de la empresa a través de la estimación de flujos futuros que sean capaces de generar.
Principales Métodos para Valorar Empresas
- Descuentos de flujos: FCL (Flujo de Caja Libre), FC de las acciones, dividendos, FC de capital.
- Creación de valor: EVA (Valor Económico Añadido).
- Cuenta de resultados: múltiplos de PER, ventas, EBITDA.
Flujo de Caja Libre (FCL)
El Flujo de Caja Libre (Free Cash Flow) es uno de los métodos más utilizados. Dicho método analiza y estima los resultados futuros de una empresa para determinar el precio de las acciones o el valor de la empresa en el presente a partir de la actualización de dichos flujos, descontándolos a una tasa media ponderada de los recursos financieros utilizados. El flujo de caja descontado es una técnica que valora la compañía como la suma de los valores presentes de sus FCL previstos, descontados o actualizados de acuerdo con el riesgo económico (posibilidad de recuperar la inversión) y financiero (posibilidad de percepción de las rentas o riesgo de quiebra).
El FCL incorpora todos los recursos generados por la empresa. La tesorería no coincide con los beneficios por los gastos que no generan pagos y por las periodificaciones y operaciones a crédito. Es más objetivo que el beneficio al no depender de prácticas contables. Es el criterio más utilizado en los mercados financieros.
Este flujo de caja se utiliza para calcular el valor de la empresa:
(a) Número finito de años:
- Ventaja: facilidad para estimar los flujos. Se utilizan entre 5 y 10 años, dependiendo de la estabilidad del sector.
- Desventaja: no considera la duración ilimitada de la empresa, y habría que considerar un valor residual.
(b) Vida ilimitada:
- Ventaja: facilidad de uso.
- Desventaja: consideración de todos los flujos iguales, por lo que se pierde información.
(c) Solución mixta:
Estimar los flujos más cercanos en el tiempo, y a partir del periodo “n” utilizar una renta perpetua. Los flujos pueden ser constantes o crecer a una tasa “g”.
Valor Económico Añadido (EVA)
Debido a que hoy en día las empresas cotizan en la Bolsa, basan su estrategia fundamentalmente en la consecución de dos premisas: maximizar el beneficio y maximizar el precio de sus acciones. El EVA no solo sirve para valorar una empresa, sino que también es un mecanismo de control para los accionistas para ver si la gestión de la empresa está generando valor. Este método trata de juntar los métodos basados en flujos de caja y la contabilidad actual. El EVA compara las ganancias obtenidas en un año y los costes necesarios para su obtención, después de repartir una rentabilidad mínima esperada en forma de dividendos para los accionistas.
EVA = BAIDT – Ko(S+D)
El EVA es el resultado de las actividades ordinarias de la empresa antes de intereses, pero después de impuestos, menos el valor contable del activo por el coste promedio del pasivo.
EVA = valor contable activo (rentabilidad activo – coste pasivo)
EBITDA
Para obtener el BAIDT:
EBITDA es un indicador financiero representado mediante un acrónimo que significa en inglés “Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization” (RBE = Resultado Bruto de Explotación = Beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización).
El EBITDA no es un ratio y, por tanto, no puede servir para comparar sociedades. Puede ser útil para analizar empresas de capital intensivo e incluso sociedades en periodo de desarrollo para mostrar su potencial futuro. Este indicador muestra el multiplicador del valor de la empresa sobre los recursos generados en una empresa con independencia de su estructura financiera (por eso se excluyen los intereses y los impuestos), su tasa impositiva en el momento y su política de amortizaciones. Permite obtener una idea clara del resultado operativo de la empresa, y comparar distintas empresas o sectores en el ámbito operativo. El EBITDA no refleja el flujo de caja del negocio, ya que no incluye la variación del capital de trabajo o de inversiones en activo fijo. Hay que tener precaución porque algunas empresas intentan camuflar malos resultados. Si los activos se pagaron con recursos propios y de terceros, la explotación de la empresa debe generar el flujo necesario para pagar a ambas fuentes financieras. Por eso los gastos totales no incluyen los intereses.
EBITDA = BAIT + amortizaciones = ventas – costes operativos