El Equilibrio de la Renta

La actividad económica viene determinada por el gasto, ya que una mayor o menor demanda de bienes y servicios provocará el aumento o la disminución de la producción y, por lo tanto, crecerá o decrecerá la renta. La renta de equilibrio es el nivel de producción que alcanzaría la economía si no se interviene en ella. Indica el punto en el que el gasto real es igual a la producción real y no existen tensiones para modificarlo.

Existen cuatro sectores que demandan bienes y servicios:

• Sector consumo: las familias demandan bienes de consumo y ahorran.
• Sector producción: las empresas demandan bienes de inversión.
• Sector público: el Estado demanda bienes y servicios de consumo e inversión (gasto público).
• Sector exterior: relaciones con otros países a los que se les compran (importaciones) y venden (exportaciones).

Nos centramos en el consumo y la producción.

Consumo, Ahorro e Inversión

• Consumo: representa los gastos privados en bienes y servicios.
• Ahorro: es la parte de la renta que no se consume.
• Inversión: es el gasto de las empresas en bienes de capital que se utilizan para producir otros bienes.

Consumo y Ahorro

El consumo privado es el principal componente y el más estable de la demanda. El consumo es el gasto de los consumidores en bienes y servicios de nueva producción. Las familias pueden consumir sus ingresos o decidir ahorrar, lo que será consumido en períodos posteriores. El ahorro es la parte de los ingresos que no se consume, sino que queda para un consumo futuro. Las personas ahorran por razones de seguridad o para hacer pagos futuros. Y = C + A.

Factores que Influyen en el Consumo

Nivel de la renta: si aumenta la renta, aumenta el consumo, pero en menor proporción. A esto se le llama propensión marginal a consumir (c) y puede tomar valores entre 0 (no aumenta el consumo) y 1 (todo el incremento se consume). El consumo depende de la renta disponible de las familias, que es igual a la renta total menos los impuestos directos más las transferencias que reciben del Estado. C = c x Y.

Otros Factores que Influyen en el Consumo

• La riqueza real de las familias: conjunto de activos en poder de la familia, ahorros acumulados, herencias o donaciones.
• El tipo de interés: consiste en la retribución porcentual de los activos financieros. Si suben los tipos, es más interesante ahorrar y disminuiría el consumo. Esto es para niveles de renta muy altos, porque en los otros se ahorra únicamente lo que excede al consumo. C = C₀ + cY (C₀: consumo autónomo generado por los factores que no dependen de la renta).

La Inversión

Es un componente de la demanda agregada. Los bienes de capital se clasifican en:

• Existencias: reflejan el capital circulante.
• Inversiones en planta y equipos: representan el capital fijo y la adquisición de maquinaria, construcción de fábricas, etc.
• Viviendas e infraestructuras: construcción de viviendas.

Invertir supone adquirir bienes para utilizarlos en la producción de otros bienes. La inversión depende de:

• El tipo de interés.
• Las expectativas empresariales.
• Los beneficios empresariales acumulados.
• La capacidad instalada.
• La renta de la economía.

Las decisiones de inversión las toman los empresarios en función de sus beneficios. Se invierte cuando se confía en obtener mayores ganancias. Cuando se espera que las condiciones empeoren, se contrae la inversión y, por el contrario, cuando mejora la economía, se incrementan las inversiones. Las inversiones fomentan el crecimiento económico a largo plazo. La demanda de inversión es independiente del nivel de renta; siempre es la misma, sea cual sea la renta.

El Equilibrio del Mercado de Bienes y Servicios

El punto de equilibrio se produce cuando la renta es igual al gasto total y a la producción. En una economía cerrada y sin Estado, el total del gasto o la demanda agregada se compone del consumo y la inversión. El nivel de renta de equilibrio será: DA = C + I. La renta obtenida se dedica al consumo y al ahorro: Y = C + A. Juntando ambas identidades, el equilibrio también se puede expresar como: A = I.

Se cumple que el ahorro del período sea igual a la inversión realizada y, para eso, el sistema financiero tiene que funcionar bien y canalizar todo el ahorro hacia inversiones productivas, de forma que toda la renta se gaste, ya sea en bienes de consumo o de capital.

El Proceso de Ajuste

Si en el nivel de equilibrio Y₁, el gasto total fuera mayor que la producción total, las existencias de las empresas se empezarían a agotar, por lo que se incrementaría la producción para abastecer a la demanda. Si en el nivel de equilibrio Y₂ el gasto fuera inferior a la producción total, los empresarios verían crecer las existencias y tendrían que reducir la producción.

Renta de Equilibrio y Pleno Empleo de los Recursos

Podría ocurrir que en el punto de equilibrio existiese un alto nivel de paro. Habría que tomar medidas de política económica para incrementar el gasto total y elevar el nivel de renta de equilibrio a una cota de producción que requiriese un mayor número de trabajadores. La sencillez de este modelo permite mostrar las relaciones en el comportamiento de las variables. En una situación de exceso de demanda, la consecuencia puede ser un incremento de la inflación.

El Efecto Multiplicador

En una situación de equilibrio de la renta, se produce un incremento de la inversión, y el efecto en la producción y la renta es mucho mayor que el incremento inicial de la inversión. El incremento inicial de la inversión provoca sucesivos incrementos de producción y renta, con un efecto final muy superior al empujón inicial. La causa de este aumento se debe a que la inversión hace subir la demanda en la misma cuantía, lo que origina un proceso de ajuste que incrementa la producción y hace subir la renta. Al subir la renta, suben el ahorro y el consumo. Al formar parte el consumo de la demanda, producirá un nuevo aumento en el gasto y se repetirá todo el proceso.

La Paradoja de la Frugalidad

El efecto multiplicador también funciona en sentido inverso. En caso de disminuir el consumo, provoca una disminución de la producción en mucha mayor proporción. Esto ocasiona la llamada paradoja de la frugalidad: si una economía incrementa su propensión marginal a ahorrar, el resultado será una reducción del nivel de renta de equilibrio y una disminución del ahorro total. El incremento de la propensión marginal a ahorrar origina un aumento del ahorro y una disminución del consumo. La caída del consumo disminuye el gasto total y provocará un ajuste que reduce la producción y el nivel de la renta, y así sucesivamente, como el efecto multiplicador. Elevar la tasa de ahorro puede ser perjudicial si no va acompañada de un aumento equivalente de la inversión. Se dice que, en momentos de crisis, si se reduce el consumo y se ahorra más, el efecto que provoca es de profundizar la recesión. Por el contrario, si hay exceso de demanda, al incrementar el ahorro se rebajan las tensiones inflacionistas.