Técnicas de Decisión Multicriterio
En el análisis coste-beneficio (ACB), el analista se encuentra con un doble problema:
- Algunos de los costes y beneficios no son susceptibles de ser reducidos al numerario previamente establecido.
- El decisor considera que esta reducción no debería llevarse a cabo.
En ambos casos, el analista se ve privado de la posibilidad de reducir los costes y beneficios a un único valor que permita la comparación directa. Para resolver estos problemas, se usan las técnicas de decisión multicriterio (TDM). El punto de partida es el mismo que el del ACB: la necesidad de maximizar una función que depende de una serie de objetivos bien especificados, solo que, en principio, incomparables entre sí. Los elementos básicos de un problema de decisión multicriterio son:
- Una función que se desea maximizar y que depende de una serie de objetivos que no son susceptibles de ser reducidos a una única métrica (criterios).
- Una serie de alternativas factibles para resolver el problema planteado. Al tratarse de un número limitado se llama decisión multidiscreta (ilimitado: decisión multiobjetivo).
Planteado el problema, el primer paso consiste en eliminar aquellas opciones que resultan dominadas por ser ineficientes en sentido Pareto (superadas por alguna otra opción). Una vez descartadas las dominadas y habiendo quedado el analista con el denominado conjunto eficiente de alternativas, el siguiente paso consiste en introducir las preferencias del decisor con respecto a los criterios contemplados. Existen tres procedimientos:
- Articulación a priori: Pedirle al decisor que explicite directamente los factores de ponderación que otorga a cada uno de los objetivos propuestos.
- Articulación interactiva: Permite ir construyendo las preferencias del decisor a través de un intercambio dinámico con el analista, en lugar de fijarlas desde un principio.
- Articulación a posteriori: Mecanismo para descubrir las preferencias que el decisor ha utilizado para seleccionar una determinada alternativa dentro de un conjunto.
La contribución de las TDM ha consistido en facilitar la tarea, seleccionando el conjunto de alternativas eficientes. La construcción de la función de preferencias permite ordenar las alternativas analizadas a la vista de las ponderaciones expresadas por el decisor. No debe olvidarse que el proceso tiende a retroalimentarse. Las TDM son un instrumento imprescindible para resolver un problema de elección social, bien cuando el decisor persigue distintos objetivos no estrictamente comparables, bien cuando los participantes en un proceso de decisión colectiva representan distintos intereses y no encuentran un lugar de confluencia común.
Análisis Coste-Beneficio Financiero
1. Indicadores de Rentabilidad
a) Valor Presente Neto (VPN):
Se calcula como: ∑(B-C)/(1+r)t, donde r es la tasa de interés. No es lo que se va a ganar, sino lo que vale hoy, lo que se va a ganar de más con ella.
b) Tasa Interna de Rendimiento (TIR):
Se calcula como: ∑(B-C)/(1+TIR)t = 0. Es un indicador alternativo, es la rentabilidad que tendría que ofrecerle una inversión alternativa para ser tan atractiva como la que está analizando, es la tasa de descuento que hace 0 el VPN de la inversión. Si está por encima de la tasa de interés, la inversión vale la pena.
Existen otros indicadores como el periodo de recuperación (número de años que transcurren hasta que se recupera el valor de los fondos invertidos) y la relación beneficio-coste.
2. Análisis de Sensibilidad
Los indicadores de rentabilidad informan de la conveniencia de la opción analizada frente a sus competidoras si las cosas salen de acuerdo a lo previsto. Hay que resaltar que la rentabilidad calculada depende de que las predicciones efectuadas se cumplan, si no, la rentabilidad cambiará. Desviaciones:
- Las previsiones de demanda no se cumplieron.
- Los precios no fueron los esperados.
- Aparecieron dificultades administrativas con las que no se contaba o los proveedores no cumplieron con los plazos establecidos.
Las desviaciones pueden aparecer por multitud de motivos. El análisis de sensibilidad consiste en modificar el valor de una serie de variables y analizar cómo cambia la rentabilidad de la inversión. El analista toma las variables y modifica su valor en porcentaje, observa la variación porcentual de alguno de los indicadores de rentabilidad (permite derivar la elasticidad de respuesta de la rentabilidad). Esta operación permite identificar las variables críticas. Al mismo tiempo, da una idea de la consistencia de los indicadores de rentabilidad obtenidos, en función del número y la importancia de las variables críticas. Una vez identificadas las variables críticas, probablemente se justifique una inversión adicional para intentar obtener una mayor información sobre el rango y la probabilidad de cambios en su valor estimado, para transformar la incertidumbre en riesgo.
3. Riesgo e Incertidumbre
Es muy probable que las expectativas no se cumplan y las cosas no salgan como estaba previsto. El analista se mueve en un mundo de información incompleta, suele conocer dos cosas: los distintos estados de la naturaleza que pueden presentarse, las consecuencias que tiene sobre el objetivo y la probabilidad asociada a cada posible estado de la naturaleza.
a) Tratamiento del Riesgo:
Valor esperado = ∑ Probabilidadn * Resultadon. Es un primer paso para determinar la rentabilidad de una alternativa sujeta a riesgo. Las personas en general tienen aversión al riesgo. Es necesario introducir el grado de aversión al riesgo del decisor y la amplitud del riesgo que contiene cada alternativa. Cuando el analista se enfrenta a un conjunto de alternativas, lo importante es el grado de riesgo adicional que la recién llegada introduce. En este caso, el riesgo conjunto del nuevo paquete de alternativas se mide por su covarianza. Una vez calculado, se recomiendan tres mecanismos para hacer operativa esta variable:
- Introducir una tasa de descuento ajustada para tener en cuenta el riesgo.
- Calcular los precios de opción de los resultados arriesgados (la cantidad que una persona estaría dispuesta a pagar por preservar su opción de consumir en el futuro un bien).
- Usar la técnica de la dominancia estocástica.
b) Tratamiento de la Incertidumbre:
Ni siquiera se cuenta con información sobre las probabilidades de ocurrencia de los distintos estados de la naturaleza. Mecanismos:
- Análisis de sensibilidad: Permite identificar aquellas variables que tienen un papel crítico con respecto a la rentabilidad de la alternativa analizada.
- Simulación: Es una extensión del análisis de sensibilidad que usa el poder de computación para ampliar el número de variables y posibles escenarios que se analizan conjuntamente.
- Árboles de decisión: El analista va representando las distintas opciones de forma secuencial, abriendo diferentes ramas para los resultados dependientes de los distintos estados de la naturaleza que puedan presentarse.
Análisis Coste-Beneficio Social
En el campo del ACB social, la práctica seguida es la de considerar que la utilidad que una persona recibe por la satisfacción de una necesidad viene medida por la cantidad de dinero que dicha persona está dispuesta a pagar por ello o por evitarlo. El siguiente paso es el de agrupar todos estos cambios individuales en un único cambio representativo para el colectivo. Si la suma neta es positiva, los beneficiados podrían compensar a los perjudicados y la alternativa es aceptable. La información proporcionada por los costes y los ingresos no es un buen indicador. Razones:
- Algunos de los costes e ingresos recogidos no tendrían que estar.
- Algunos de los impactos positivos y negativos que tendría sobre el bienestar de los ciudadanos no aparecen entre los costes y los beneficios recogidos.
- Algunos de los costes y beneficios computados no están bien valorados.
1. Depuración de las Partidas Redistributivas
Lo primero es olvidarse del dinero, abandonar la perspectiva monetaria. Lo importante es si se consumen recursos reales que se podrían haber usado para satisfacer las necesidades de la gente. Tres casos:
- Devolución del préstamo contraído.
- Impuestos y subvenciones: ni aumentan ni reducen la rentabilidad real de la inversión.
- La depreciación de los activos usados: asegurar al inversor que al final de la vida útil del proyecto se encontrará en una situación de volver a empezar si así lo desea.
El primer paso para descubrir la conveniencia social de la inversión ha de ser el de depurar el estudio de rentabilidad financiera de todas las partidas que no implican sino una mera transferencia de renta.
2. Introducción de las Externalidades Positivas y Negativas
Una serie de impactos no reflejados pero que tienen una incidencia indudable sobre el bienestar colectivo y que han de ser identificados y valorados para ser introducidos con los demás en el ACB social.
3. Introducción de los Precios de Cuenta de Eficiencia
Tanto los costes y beneficios que han permanecido después de la primera fase de depuración como una parte de los que se han introducido en la etapa anterior, están valorados con ayuda de los precios de mercado. Si estos precios fueran de equilibrio, no habría mayor problema. Sin embargo, en ocasiones esto no es así. La desviación de los precios de mercado con respecto a los que aparecerían en un contexto en el que se dieran las igualdades, se debe a la existencia de una serie de desequilibrios en el mercado de bienes y servicios, en el mercado de factores de producción, de divisas o un tipo de interés que no recoge el coste de oportunidad del capital. Es probable que estos factores de desequilibrio no sean muy relevantes, pero adquieren una gran importancia en los países subdesarrollados. Por ello, se han construido una serie de precios de cuenta de eficiencia, para sustituir a los precios usados en los análisis convencionales. Los principales son los correspondientes a las distintas mercancías, el tipo de cambio de cuenta, el salario de cuenta y la tasa social de interés.
4. Efecto Multiplicador
No se incluyen los impactos multiplicadores entre los beneficios sociales porque cualquier inversión pública hubiera tenido estos efectos multiplicadores sobre las rentas y el empleo. En el caso de algunos proyectos ambientales, lo que se plantea es la posibilidad de introducir un recurso natural y poner en marcha una serie de actividades productivas apoyándose en él. La explotación económica de algunos recursos no solo proporciona una corriente de bienes y servicios netos que aumentan el bienestar social, sino que puede tener un impacto multiplicador derivado de sus efectos directos, indirectos e inducidos. Tres variables:
a) Valor Social del Impacto Multiplicador sobre las Rentas:
El incremento en las rentas como resultado de la puesta en marcha de actividades económicas relacionadas con la explotación de los recursos naturales es el reflejo del aumento paralelo en la dotación de bienes y servicios en el mismo entorno. Salvo que la puesta en marcha de las actividades ligadas a la explotación del recurso tuviera un impacto tal que modificara las condiciones de equilibrio existentes en los mercados de los bienes y servicios, el impacto multiplicador sobre las rentas de la zona no debería ser tenido en cuenta.
b) Valor Social del Impacto Multiplicador sobre el Empleo:
La creación de puestos de trabajo eleva el bienestar social porque constituye un mecanismo que puede facilitar la reducción de la desigualdad social. La creación de empleo adquiere las características de un bien público. No es fácil determinar el valor económico de la mejora en el bienestar social que se origina con ello, y que dependerá de las características socioeconómicas de los beneficiarios.
c) Valor Social del Impacto Multiplicador sobre los Ingresos del Sector Público:
Las actividades económicas tienen un impacto positivo sobre los ingresos del sector público en general y de las autoridades locales en particular gracias a los impuestos que devengan. Solo en el caso de que la tasa de ahorro fuese subóptima y pudiera probarse que la rentabilidad social de las inversiones públicas es superior a la de las inversiones privadas, debería tomarse en cuenta este efecto.
En definitiva, únicamente en condiciones excepcionales deberán ser tenidos en cuenta los efectos multiplicadores de la explotación de los recursos naturales cuando la alternativa no hubiera generado ninguna actividad económica.
Análisis Coste-Beneficio y Desarrollo Sostenible
No solo trata de maximizar el bienestar social de los afectados, sino que también hay que asegurarse de que con ello no se ponga en peligro la viabilidad de todo el proceso. La economía ambiental parte de la base de que todas las personas tienen el mismo derecho a disfrutar de los recursos. En otras palabras, el ACB tiene que asegurarse de que las alternativas seleccionadas respetan este principio de equidad intergeneracional (desarrollo sostenible: desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades). El problema radica en legarles un stock de capital que permita derivar del mismo lo que la generación presente ha obtenido. El concepto de capital está compuesto de tres subconjuntos:
- Producido: Considerado como tal y está constituido por bienes de equipo e infraestructuras.
- Humano: Recoge las mejoras en la productividad que son producto de la educación, la formación profesional y la experiencia en el trabajo.
- Natural: Proporciona la base de recursos naturales y ambientales de la biosfera y el que resulta de interés en este momento.
Al mismo tiempo, la biosfera puede proporcionar utilidad directamente a través del consumo de algunos de sus servicios, por lo que también tendría que contemplarse esta segunda posibilidad.
1. Sostenibilidad Fuerte y Débil
a) Sostenibilidad Débil (SD):
Se basa en la afirmación de que la equidad intergeneracional queda respetada si la generación presente deja a las generaciones siguientes un stock global de capital al menos igual al que recibió. Se podrían usar los recursos y servicios de la biosfera siempre y cuando una parte de sus rendimientos se invirtiera en capital producido, para así compensar la pérdida de capital natural que ello acarrearía (ahorro genuino). El analista solo tendría que preocuparse de incluir entre los costes de una alternativa que reduzca el stock de recursos naturales el llamado coste del usuario. Esta defensa de la necesidad de contemplar únicamente el stock total de capital, y no cada uno de sus componentes en particular, se basa en una doble creencia:
- En la creencia de sustituibilidad casi perfecta entre las funciones y servicios del capital natural y los del capital producido.
- En el funcionamiento del sistema de precios: conforme se vaya haciendo escaso un determinado recurso, su precio tenderá a elevarse.
b) Sostenibilidad Fuerte (SF):
El capital natural no se puede sustituir por capital producido. Existen dos vertientes:
- Algunos autores consideran que el capital natural es insustituible y, por tanto, debe legarse a las generaciones futuras un valor equivalente al recibido.
- Otros autores adoptan una postura más radical y consideran que determinados componentes del capital natural son físicamente insustituibles, por lo que deben preservarse en su integridad.
Las fronteras entre la SD y la SF no son muy precisas: todo el mundo está de acuerdo en que determinados recursos son susceptibles de ser sustituidos sin mayor problema y que, por el contrario, existen otros que son insustituibles.
2. Principio de Máxima Precaución y los Estándares Mínimos de Seguridad
Incertidumbre, no se conocen las repercusiones que tiene la alteración del medio natural. Se sospecha que las consecuencias de determinadas alteraciones del medio natural pueden ser muy graves. En estos casos, se acude al principio de máxima precaución o la necesidad de garantizar un estándar mínimo de seguridad. En esta misma línea es en la que adquiere sentido el valor de cuasi-opción que trata de descubrir el valor social de posponer una decisión en tanto se despejan algunas incertidumbres. Una vez decidida la relevancia de este planteamiento, aparecerá el problema subsiguiente de cómo repartir los costes de la seguridad: quién debería pagar la factura correspondiente a la aplicación del principio de precaución.
Teorema de Coase y Paradigma de los Derechos de Propiedad
Da la impresión de que lo que subyace tras la ausencia de precio es el hecho de que los recursos de la biosfera son de todos y de nadie, carecen de dueño. Si fuera posible crear un mercado en el que el acceso a las funciones ambientales de la biosfera fuera objeto de compraventa, el problema se simplificaría notablemente: el mercado se encargaría de ponerle un precio y con ello el valor de estos servicios quedaría integrado en el proceso de toma de decisiones que les afecta. El problema se centraría en analizar las condiciones que harían aceptable este precio como un exponente del valor económico del impacto ambiental generado.
Teorema de Coase
El punto de partida es la afirmación de que para que exista una externalidad siempre tiene que haber dos partes: alguien que la cause y alguien que la sufra. Afirma que el problema causado por las externalidades podría resolverse asignando en favor de una de las partes el derecho de propiedad sobre el medio a través del que se transmite la externalidad. Coase mostraba que desde la perspectiva de la eficiencia económica resultaría irrelevante en favor de quién se definen los derechos de propiedad sobre el medio: el agresor o el agredido. Una vez definido este derecho a favor de una de las partes, la negociación entre ambos llevaría siempre al mismo punto que además sería un óptimo de Pareto. El teorema implica no solo la necesidad de identificar plenamente a los afectados por cualquier externalidad, sino que estos no sean de tal naturaleza que haga que cualquier negociación entre las dos partes resulte prohibitiva; que los costes de transacción no sean prohibitivos. Cuando esta negociación fuera posible, bastaría con definir estos derechos de propiedad sobre los recursos ambientales en favor de alguien para que algunos problemas quedaran solucionados. Esta lanza en favor de la privatización del medioambiente y los recursos naturales resulta más endeble de lo que parece por varias razones:
- Es probable que la privatización se quede a mitad de camino al no poder el dueño explotar todos los beneficios de su recién adquirido recurso.
- Se encuentran problemas relativos al horizonte temporal que le da valor al bien ambiental (los bosques, ríos, humedales generan servicios para la humanidad que podrán ser disfrutados por generaciones futuras).
- Incluso si se cumplieran las condiciones establecidas antes, la preservación del mismo requiere no solo de la inexistencia de externalidades no aprovechadas, sino del equilibrio del resto de los mercados del sistema.
- Finalmente, vale la pena hacer referencia a un problema teórico del teorema, que tiene que ver con la asignación de los derechos de propiedad. La utilización final del recurso será la misma cualquiera que sea la persona en favor de quien se reconoce el derecho de propiedad. Esto, sin embargo, no es cierto, el valor que se le otorga al recurso en función de las propiedades que tiene para su dueño depende del hecho mismo de la propiedad.
Con independencia de la validez de otros terrenos del teorema, no es de esperar que la institucionalización de unos derechos privados de propiedad sobre el medioambiente y la consiguiente creación de un mercado en el que intercambiar sus servicios resuelva el problema, lo que nos sitúa en el punto de partida: en la necesidad de valorar estos servicios para poder actuar en consecuencia.
La Economía Ambiental
Teorema de Coase: Bajo determinadas circunstancias se puede llevar a cabo una negociación entre las partes que provocan y sufren la externalidad que las llevaría a un acuerdo acerca de cómo corregirla. Esta interpretación ha sido muy criticada por el escaso realismo de los supuestos de los que parte, habida cuenta de que en toda negociación existen costes y de que el resultado puede llegar a ser muy distinto, si no en la corrección de la externalidad, sí en qué grupo sería el que soporta los costes de su corrección, en función de a quién se le asignan los derechos de propiedad. Algunos autores señalan que Coase aceptó que la solución que propone es difícilmente llevable a la práctica, por lo que reconoce la necesidad de cierta intervención estatal en muchos casos en los que exista externalidad negativa. De cara a solucionar los problemas provocados por una externalidad negativa, el primer paso es llegar a una solución negociada entre las partes. En muchos casos, la intervención del sector público resulta conveniente y necesaria. La existencia de fallos en el mercado justifica la intervención pública en materia de medioambiente, puesto que buena parte de los problemas se explican por la existencia de externalidades negativas. Una externalidad se presenta si la actividad que realiza un agente económico afecta a las posibilidades de consumo o de producción de otro agente económico sin que este efecto se vea internalizado por un sistema de precios. La externalidad surge por la incapacidad del mercado de asignar un precio o un valor. El hecho de que muchos recursos medioambientales no tengan precio definido o tengan un precio político es causa de esta forma de distorsiones. El problema se encuentra en que para muchos de estos recursos o no existen derechos de propiedad establecidos o son bienes de propiedad común, con lo que existe un incentivo a su sobreutilización. En el caso de las externalidades de carácter medioambiental, la mayoría de estos casos externos son negativos. De esta forma, las condiciones de óptimo paretiano que implican que el coste marginal de desempeñar determinada actividad económica debe igualarse al beneficio marginal que se deriva de esa actividad no se cumplen. Esto lleva a que se esté produciendo por parte del agente emisor del efecto una cantidad mayor de bien de la que sería deseable, pues no tiene en consideración los efectos perjudiciales que está generando. En estas circunstancias, la condición de óptimo paretiano cambia, pues no solo debe contarse con los costes o beneficios privados, sino también con los públicos o sociales. Para corregir la externalidad se debe cumplir esa condición de óptimo, con lo que la producción o consumo de un bien se reduce, aunque no implica que el efecto externo desaparezca, sino que disminuye a un nivel óptimo.
Clasificación de las Externalidades
Externalidades públicas: Tienen un cierto carácter de bien público, ya que extienden sus efectos a capas de la población de igual manera que con los bienes públicos.
Externalidades privadas: Mucho menos frecuentes en la realidad, provocan muchas más discusiones en torno a qué tipo de medidas son aconsejables para su internalización. Comparte una característica de los bienes privados, su consumo individual por parte de cada receptor de la externalidad que implica que esa externalidad no pueda afectar a otro agente. Las compensaciones no son necesarias para corregir el efecto externo y el determinante de la necesidad de establecer indemnizaciones a las víctimas sería del receptor del daño de controlar o limitar la cantidad de sustancia perjudicial que está recibiendo sin coste para él.
En el mundo real predominan los mercados con competencia imperfecta. Si la externalidad es generada por un monopolista, la corrección del efecto por un impuesto pigouviano va a provocar un efecto adicional indeseable sobre el bienestar social debido a que elevaría los costes marginales del monopolista con lo que reduciría la cantidad producida y elevaría el precio dando lugar a un empeoramiento global del bienestar social. En estas circunstancias, el impuesto que debe aplicarse debe ser estudiado según circunstancias particulares que ocurran en cada caso. De esta forma, la internalización de la externalidad se complicaría a través de la fijación de un impuesto pigouviano (la solución conlleva el empeoramiento). Si el monopolista fuese el emisor y receptor, la externalidad desaparecería. Otro aspecto es la posible existencia de no convexidad en las funciones de producción (permite que puedan existir toda una gama de soluciones óptimas entre las cuales se debería elegir para saber cuál es la que se debe aplicar). La existencia de efectos externos de carácter transnacional (consiste en la posibilidad de que un efecto que es generado en un país tenga consecuencias en otro). Tiene gran importancia puesto que justifica que se llegue a acuerdos internacionales de carácter global que comportan la existencia de cierta cooperación internacional en temas medioambientales para internalizar los efectos. Lo fundamental es que existe una justificación a partir del concepto de externalidad que permite defender la aplicación de una serie de políticas medioambientales que persigan el logro de desarrollo sostenible y el intento de preservar todos los recursos medioambientales, aunque estos no tengan un valor económico reconocido, puesto que esto permitirá mejorar el nivel de vida de los ciudadanos.