El Ecosistema del Deporte Profesional
¿Quiénes Participan en el Deporte Profesional?
En el mundo occidental, los deportes profesionales han alcanzado una posición central en la sociedad, destacando por su gran número de practicantes, aficionados, ligas, competiciones y equipos, así como por su amplia difusión. Este auge se debe en gran medida a la demanda de los aficionados, quienes inicialmente disfrutaban de los partidos en vivo y ahora, mayoritariamente, a través de la televisión.
Sin embargo, los aficionados no son los únicos actores en este ecosistema. Diversas industrias dependen significativamente del deporte, incluyendo:
- Grandes empresas de ropa deportiva
- Medios de comunicación deportivos
- Empresas de apuestas deportivas
- Subastas de material deportivo
Comportamiento de Clubes y Ligas en el Deporte Profesional
Muchos economistas consideran que los clubes deportivos actúan como empresas que buscan maximizar sus beneficios. No obstante, algunos autores sugieren que los clubes tienen objetivos más allá de la mera maximización de ganancias, influenciados por la separación entre propiedad (accionistas) y control (managers).
Quirk y El-Hodiri (1974) señalan que los propietarios de equipos pueden priorizar el prestigio y la publicidad, buscando ganar partidos por encima de los beneficios económicos. Sloane (1971) argumenta que la utilidad de un club depende del éxito deportivo, la asistencia de espectadores, la salud de la liga y los beneficios, siempre evitando pérdidas.
El éxito deportivo es crucial para la masa social de un club y, a menudo, precede a la maximización de beneficios. Sin embargo, ignorar los resultados económicos sería imprudente. Por lo tanto, es razonable asumir que los clubes buscan maximizar una función que dependa del éxito deportivo, con la restricción de mantener beneficios positivos o nulos, y que las pérdidas sean temporales para asegurar la viabilidad a largo plazo.
En cuanto a la estructura del mercado, cada liga puede considerarse un monopolio debido a la singularidad de su oferta. Sin embargo, Cairns et al. (1986) proponen que el comportamiento de las ligas se explica mejor mediante un modelo de cártel. La regulación de las ligas se da en dos niveles: reglas que organizan la estructura y conducta de los clubes, y reglas que afectan el contexto deportivo. Los controles sobre la estructura de la liga y la conducta de los clubes son de mayor interés analítico.
Apuestas Deportivas: El Caso de la Quiniela
En 2002-03, se realizó un estudio sobre la quiniela con el objetivo de aumentar la recaudación para la LFP en un 10%. La quiniela, que nació en 1946, inicialmente se basaba en los goles. El Estado asumió el monopolio del juego, y en 1980 comenzó a destinar el 1% de la recaudación a los clubes. En 1985, con el plan de saneamiento, este porcentaje aumentó al 2.5%. Sin embargo, la aparición de la primitiva redujo la recaudación de los clubes.
En 1990, el porcentaje aumentó al 7%, y en 1996/97 se estableció en el 10% de las ventas totales, manteniéndose inalterable. El Estado obligó a los clubes a convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y se modificó la imagen de marca. Las diputaciones comenzaron a cobrar el 10.98% para inversiones no deportivas.
El estudio buscaba analizar el impacto de la recaudación sin equipos de primera división y modificar la estructura de premios o del boleto. El 1 de septiembre de 1985 se introdujo el bote, que se acumula si no hay acertantes. La aparición del bote generó valores atípicos en las apuestas. El precio efectivo de la apuesta se calcula restando el precio esperado del precio final.
En la lotería, existen tres reintegros posibles, lo que afecta el valor final. Es crucial considerar la parte que retiene la administración y la que se destina a premios. La expectativa de ganar también influye, siendo mayor cuando hay más posibilidades de ser el único ganador. El número total de apostantes y el bote también influyen en el valor de la apuesta.