La financiación interna, o autofinanciación, procede de los beneficios que genera periódicamente la empresa. Cuando se obtienen beneficios, se debe decidir entre repartirlos entre los socios como dividendos o retenerlos para cubrir las necesidades financieras de la empresa.
La autofinanciación está constituida por los beneficios no distribuidos, que se retienen para financiar la expansión de la actividad empresarial. Son fondos que la empresa obtiene por sí misma, sin necesidad de acudir a instituciones financieras (deuda) ni solicitar nuevas aportaciones a los socios (ampliación de capital).
La financiación interna forma parte de los capitales permanentes y financia, principalmente, el inmovilizado.
Clases de Autofinanciación
Según la función que cumplen, se distinguen dos clases de financiación interna:
- Autofinanciación de enriquecimiento: Beneficios retenidos en forma de reservas.
- Autofinanciación de mantenimiento: Dotaciones de fondos que la empresa destina anualmente para compensar el desgaste de sus equipos.
Las Reservas
Su objetivo principal es permitir a la empresa acometer nuevas inversiones y crecer. Están formadas por:
- Reserva Legal: Obligatoria por ley. En España, la Ley de Sociedades Anónimas exige constituirla si los beneficios del ejercicio superan el 6% del capital social. Se destina el 10% de los beneficios hasta que el saldo de reservas alcance el 20% del capital. Mientras no supere ese límite, solo se puede usar para compensar pérdidas.
- Reserva Estatutaria: Creada voluntariamente según los estatutos de la empresa.
- Reserva Voluntaria: Una vez cubiertas las reservas legales y estatutarias, si el nivel de beneficios lo permite, los órganos de gobierno de la sociedad pueden acordar su constitución. Incrementan los fondos propios y proporcionan recursos para financiar inversiones de crecimiento y expansión.
En las Sociedades Anónimas, parte de los beneficios se reparten a los accionistas (dividendos activos). Si la sociedad destina parte de los beneficios a reservas, se reduce el reparto de dividendos, aunque aumenta el valor de las acciones.
Amortizaciones y Provisiones
Constituida por los fondos que la empresa destina a amortizar sus equipos productivos y renovarlos en el futuro, así como por fondos reservados para afrontar riesgos futuros.
1. Las Amortizaciones
Los equipos productivos pierden valor con el tiempo debido a su uso o al paso del tiempo. Esta pérdida se refleja en el cálculo de beneficios como amortización. Amortizar un bien implica cuantificar su depreciación. Las amortizaciones son costes de producción.
Ejemplo: Si se adquiere maquinaria por 100.000 euros y se deprecia un 10% anual, tras un año su valor será de 90.000 euros. Por tanto, se deben considerar 10.000 euros como coste de amortización.
La amortización estimada se deduce de los ingresos para calcular los beneficios. Estos fondos detraídos constituyen una forma de autofinanciación para recuperar gradualmente los bienes amortizables y reponerlos cuando sea necesario. Hasta el momento de la sustitución, la empresa puede usar estos fondos para autofinanciar inversiones.
Se distinguen dos elementos:
- La dotación anual, considerada contablemente como un gasto.
- La amortización acumulada o fondo de amortización, que son los recursos acumulados a lo largo del tiempo y representan la autofinanciación de mantenimiento.
Significado Financiero de la Amortización
Los fondos de amortización, de importante cuantía, cumplen una función financiera relevante. Estos recursos no deben quedar inactivos, sino reconducirse hacia otros activos necesarios, requiriendo financiación propia. Es crucial no perder de vista la fecha de fin de vida útil de los activos de mayor valor para poder utilizar los fondos acumulados en su reposición.
2. Las Provisiones
Son fondos reservados para cubrir riesgos o posibles pérdidas futuras, cuya dotación se realiza antes del cálculo de beneficios. Estos riesgos pueden derivarse de indemnizaciones por litigios, rupturas de contratos, garantías de reparaciones, etc.
Mientras no se utilicen para los fines previstos, la empresa puede emplear estos fondos para autofinanciar inversiones.
Ventajas e Inconvenientes de la Autofinanciación
Ventajas
- Proporciona gran autonomía a la empresa al no depender de financiación externa.
- Es una fórmula financiera económica, ya que no implica el pago de intereses. Sin embargo, no es gratuita, pues existe un coste de oportunidad para los socios.
- Aumenta el valor contable de las acciones, lo que puede atraer a futuros accionistas.
Inconvenientes
- Los fondos pueden invertirse en proyectos poco rentables al no tener un coste explícito (intereses), lo que puede percibirse erróneamente como «gratuito».
- Reduce el dividendo para los accionistas, generando descontento.
- Puede limitar la realización de grandes proyectos de inversión rentables por falta de recursos financieros suficientes.
- Un menor dividendo afecta al valor de cotización de la empresa, ya que los accionistas perciben menor rentabilidad.
La disyuntiva reside entre repartir dividendos o reinvertirlos en la empresa. La autofinanciación está estrechamente relacionada con las decisiones de distribución de dividendos.
Criterio para la Autofinanciación
La autofinanciación está vinculada a la política financiera. Motiva la decisión de invertir por:
- Coste: Aunque sea el coste de oportunidad de invertir en alternativas.
- Riesgo: Permite asumir inversiones con contingencias previsibles, pero con confianza, utilizando fondos internos en lugar de recursos ajenos.
- Facilidad: Mayor facilidad para disponer de fondos propios, especialmente en empresas medianas y pequeñas, donde el acceso al crédito o al mercado de capitales puede ser limitado.
- Liquidez: Base permanente de liquidez para cubrir los desembolsos iniciales de nuevas inversiones.
- Imagen: Genera una imagen de independencia y libertad económica.