Cadena de Valor y Marcas de Calidad en el Sector Agroalimentario
La Cadena de Valor
La cadena de valor es un modelo teórico que describe el desarrollo de las actividades de una organización empresarial, generando valor para el cliente final.
Permite determinar las actividades que pueden generar una ventaja competitiva, ya sea aminorando costes o aumentando precios, y en definitiva, aumentando la diferencia entre ingresos y gastos. Esta diferencia representa el margen entre el precio unitario de venta final y la suma de todos los costes unitarios del producto.
En principio, cada actividad que desarrolla una empresa debe contribuir a obtener el mayor margen posible. Se asume que, a lo largo del canal, cada empresa busca maximizar su margen desde la producción hasta la distribución.
En este canal intervienen distintos agentes con diferentes niveles de poder, de modo que, en determinados casos, el mayor margen de unos se logra a costa de la disminución de otros.
Las Marcas de Calidad
El sistema agroalimentario e industrializado implica una importante especialización productiva de los territorios y explotaciones más competitivos, basada en la lógica productivista y el ahorro de costes. Sin embargo, también implica que aquellos territorios y explotaciones que no pueden competir queden marginados, enfrentando grandes dificultades para subsistir, además de generar problemas ambientales y sociales.
Factores que favorecen la implantación de marcas de calidad asociadas al territorio:
- El desarrollo endógeno de los territorios que no pueden seguir la carrera de la competitividad.
- El interés del consumidor por una alimentación sana.
- La creciente valoración de los consumidores por la naturaleza, la cultura y el patrimonio culinario; lo local se ha convertido en un signo de identidad cultural.
- Los productos locales son productos gourmet, demandados por las clases sociales de mayor poder adquisitivo.
Por tanto, estos sistemas agroalimentarios alternativos representan, frente al proceso de globalización alimentaria, una vía de mejora para los productores menos competitivos, basada en la comercialización de productos asociados a marcas de calidad que atienden a consumidores con gustos alimentarios diferenciados.
Funciones Económicas e Institucionales de las Marcas de Calidad Diferencial
Estas marcas tienen cinco funciones principales:
- Reconocimiento a productos con cualidades singulares: por sus propiedades características o sistemas de producción (crianza…), sistemas que determinan la propia naturaleza del producto. Normalmente, hablamos de productos típicos con un fuerte arraigo territorial y productos que expresan una interrelación entre las características ambientales del territorio y el factor humano, que trascienden a esos productos.
- Confirmar un mecanismo de garantía de calidad: esta vinculación de las marcas de calidad diferencial otorga una imagen saludable y de autenticidad como condicionante esencial y diferencial de calidad, y lo hace en dos frentes:
- Ante los productores, diferenciándose frente a otros productos.
- Ante los propios consumidores, de manera que estos puedan identificarlos en el mercado frente a otros productos.
- Favorecer el desarrollo de un territorio y de un conjunto amplio de productores vinculados a ese territorio, en tanto que constituye una marca colectiva que potencia la venta en común del producto, generando además economías de escala.
- Hacer frente a esa actitud “agresiva” de los distribuidores que tratan de gestionar e imponer el precio de esos productos e influir en la decisión de los consumidores, es decir, hacer frente al poder que ejerce la distribución moderna en las cadenas globales de valor.
- Generar dinámicas de cooperación entre productores, es decir, ayuda a entender estrategias de producción y comercialización frente a la imposición de la distribución moderna.
Distintivos de Calidad Asociados al Territorio
El territorio es considerado como un recurso y no un soporte, de tal modo que, el territorio es un activo específico que puede llegar a generar una serie de externalidades territoriales positivas.
- Denominación de Origen (D.O.): Designa el nombre de un producto agroalimentario cuya producción, transformación y elaboración deben realizarse en una zona geográfica determinada. La vinculación geográfica debe estar presente en las tres fases.
- Denominación Específica (D.E.): Es una marca de calidad diferencial que surge de la relación entre el lugar de origen con al menos una de las etapas (de la producción, de la transformación o de la elaboración), aportándole algún signo de calidad propio de dicho territorio.
- Especialidad Tradicional Garantizada (E.T.G.): La marca de calidad no hace referencia al origen, sino que tiene por objeto destacar una composición tradicional o un modo de producción tradicional.
Otros Signos Distintivos de Calidad
- Marcas de calidad regional o provincial: con objeto de promocionar los productos agrarios y pesqueros de la zona.
- La normativa comunitaria contempla la utilización de determinados términos de calidad:
Los productores pueden utilizar las expresiones “de granja” o “de montaña”. Estos términos suponen ciertos atractivos para los productos, y pueden utilizarse si no inducen a error a los consumidores.
Consejos Reguladores y sus Funciones
Los consejos reguladores son órganos de gestión de marcas asociados a la calidad y el territorio, y se eligen como máximos representantes de estos sistemas productivos locales.
Sus funciones son:
- Garantizar la calidad de los productos ligados al territorio y desarrollar su promoción.
- Constituyen organizaciones interprofesionales que contribuyen a la caracterización de los productos (su nivel de calidad): sus propiedades organolépticas y físico-químicas, que están recogidas en los reglamentos.
- Difusión de las innovaciones y conocimientos, y la formación del capital humano del territorio adscrito a las marcas de calidad.
- Impulso y desarrollo de redes comerciales en común.
La Comercialización de Productos Ecológicos
Los sistemas de producción agraria ecológica no emplean fertilizantes químicos de síntesis ni agrotóxicos para el control de plagas, enfermedades y plantas invasoras, ni métodos que provoquen el deterioro del suelo y el medio ambiente en general.
En la ganadería, no se emplean antibióticos, hormonas u otros inputs como alimentos o tratamientos preventivos, y la crianza animal se basa en sistemas productivos que permitan un máximo bienestar de los animales.