En el proceso de intercambio de bienes y servicios, vender caro y comprar barato es la fórmula para el enriquecimiento, y es lo que hace cada una de las partes cuando el intercambio se da en forma voluntaria y sin intervención de terceros. Al principio, el ser humano resolvió sus necesidades de consumo en autosuficiencia, es decir, cada individuo o unidad familiar se proveía por sí misma todo lo que necesitaba. Con el tiempo, descubre el maravilloso principio de especialización e intercambio, más o menos de la siguiente manera. Juan y Miguel producen y consumen ropa y leche en autosuficiencia (el insumo básico utilizado son las horas de trabajo). Juan es hábil para la sastrería, pero no para la lechería: hace un pantalón en una hora; pero necesita 10 horas para producir un litro de leche. Miguel tiene las habilidades invertidas: produce un litro de leche en una hora; pero requiere 10 horas para producir un pantalón. Al darse cuenta de esto, Miguel le dice a Juan: en lugar de gastar 10 horas para obtener un litro de leche, haz 10 pantalones, y yo, en lugar de gastar 10 horas para hacer un pantalón, haré 10 litros de leche. Yo te doy la leche y tú me das los pantalones. Así, con los mismos recursos, ambos obtendremos 10 veces más de lo que obteníamos. La productividad de esos recursos se multiplica por 10; su consumo también.
Principio básico del enriquecimiento (PBE). En el proceso de intercambio de bienes y servicios, vender caro y comprar barato es la fórmula para el enriquecimiento, y es lo que hace cada una de las partes cuando el intercambio se da en forma voluntaria y sin intervención de terceros. Comprobémoslo. En nuestro ejemplo, a Juan, un pantalón le cuesta 1/10 de litro de leche, y un litro de leche, le cuesta 10 pantalones. A Miguel, un pantalón le cuesta 10 litros de leche; y un litro de leche, 1/10 de pantalón. Ahora, no sabemos qué términos de intercambio van a acordar; pero supongamos que decidan, razonablemente, intercambiar un litro de leche por un pantalón; y veamos cómo se cumple el PBE. Juan vende caro: cada pantalón le cuesta 1/10 de litro de leche y lo vende a 1. Juan compra barato: cada litro de leche le cuesta 10 pantalones y solo paga 1. Miguel vende caro: cada litro de leche le cuesta 1/10 de pantalón y lo vende a 1. Miguel compra barato: cada pantalón le cuesta 10 litros de leche, pero él paga solo 1. En el intercambio voluntario, nadie pierde; todos ganan. Nótese que si uno forma un cerco imaginario alrededor de 10, 100, 1000 o un millón de individuos inmersos, cada uno, en la aplicación del PBE, y los denominamos el país P, el resultado para ese grupo imaginario no variará: el grupo, como un todo, venderá caro y comprará barato.
¿Qué dicen los gurúes? Estos son individuos que creen saber más que las personas involucradas en el proceso y, por tanto, se arrogan el derecho de restringir y dirigir el intercambio de bienes y servicios entre ellas. ¿Qué dicen? Juran que el principio opera al revés, y usan la fuerza del Estado para obligar a la mayoría de los participantes a comprar caro (crean monopolios e imponen aranceles y otras barreras al comercio). Hay más. El corolario de comprar caro, es vender barato, pues se producen los bienes equivocados. Así, una gran parte de la sociedad termina vendiendo barato y comprando caro. ¿Podrá una sociedad desarrollarse con base en tanta sabiduría? Jamais, diría el francés.
Principio básico del enriquecimiento (PBE). En el proceso de intercambio de bienes y servicios, vender caro y comprar barato es la fórmula para el enriquecimiento, y es lo que hace cada una de las partes cuando el intercambio se da en forma voluntaria y sin intervención de terceros. Comprobémoslo. En nuestro ejemplo, a Juan, un pantalón le cuesta 1/10 de litro de leche, y un litro de leche, le cuesta 10 pantalones. A Miguel, un pantalón le cuesta 10 litros de leche; y un litro de leche, 1/10 de pantalón. Ahora, no sabemos qué términos de intercambio van a acordar; pero supongamos que decidan, razonablemente, intercambiar un litro de leche por un pantalón; y veamos cómo se cumple el PBE. Juan vende caro: cada pantalón le cuesta 1/10 de litro de leche y lo vende a 1. Juan compra barato: cada litro de leche le cuesta 10 pantalones y solo paga 1. Miguel vende caro: cada litro de leche le cuesta 1/10 de pantalón y lo vende a 1. Miguel compra barato: cada pantalón le cuesta 10 litros de leche, pero él paga solo 1. En el intercambio voluntario, nadie pierde; todos ganan. Nótese que si uno forma un cerco imaginario alrededor de 10, 100, 1000 o un millón de individuos inmersos, cada uno, en la aplicación del PBE, y los denominamos el país P, el resultado para ese grupo imaginario no variará: el grupo, como un todo, venderá caro y comprará barato.
¿Qué dicen los gurúes? Estos son individuos que creen saber más que las personas involucradas en el proceso y, por tanto, se arrogan el derecho de restringir y dirigir el intercambio de bienes y servicios entre ellas. ¿Qué dicen? Juran que el principio opera al revés, y usan la fuerza del Estado para obligar a la mayoría de los participantes a comprar caro (crean monopolios e imponen aranceles y otras barreras al comercio). Hay más. El corolario de comprar caro, es vender barato, pues se producen los bienes equivocados. Así, una gran parte de la sociedad termina vendiendo barato y comprando caro. ¿Podrá una sociedad desarrollarse con base en tanta sabiduría? Jamais, diría el francés.
Tres de las características del sistema de especialización e intercambio (o sistema de mercado) son: su motor es el consumo, hay una gran interdependencia entre individuos y trasciende cualquier noción de frontera política En líneas arriba señalamos que, al principio, el ser humano resolvió sus necesidades de consumo en autosuficiencia, y que, con el tiempo, descubre el maravilloso principio de especialización e intercambio, cuya aplicación multiplicó exponencialmente la productividad de los recursos. El resultado de la aplicación generalizada de este principio es el sistema de especialización e intercambio (SE&I), una intrincada red de interrelaciones e interdependencias, en la cual cada individuo produce un bien (o muy pocos) y obtiene todos los demás mediante el proceso de intercambio. De esta forma, todos los participantes abaratan los b&s que consumen.
Características. Tres de las características del SE&I (o sistema de mercado) son: su motor es el consumo, hay una gran interdependencia entre individuos y trasciende cualquier noción de frontera política. Aquí nos concierne solo la primera. La satisfacción de necesidades de consumo es lo que mueve todo el sistema. En efecto, todo SE&I o subsistema cuenta con un solo mecanismo para incrementar la riqueza creada con una cantidad dada de recursos: la obtención de mejores soluciones para las necesidades de consumo de los participantes. Estas mejores soluciones pueden surgir con el ingreso de nuevos actores (importaciones) o del proceso de búsqueda llevado a cabo por los que ya participan en él. En ambos casos, el mecanismo tiene la misma dinámica: la nueva (y mejor) solución para una necesidad de consumo desplaza a la vieja; los proveedores de la vieja solución cambian de actividad o mejoran su productividad para igualar a la nueva solución. Esta es una condición sine qua non para la creación de riqueza.
En ambos casos, también, la riqueza se genera o aumenta en dos rondas. La primera es el efecto directo sobre los consumidores del bien: su ingreso real aumenta al abaratarse el bien de consumo. La segunda es el efecto del anterior sobre los productores de otros bienes: el efecto ingreso. Al elevarse el ingreso real de los consumidores del bien Z, estos utilizan el recurso adicional para satisfacer otras necesidades de consumo, lo cual implica el incremento de la demanda y la producción de muchos otros bienes, y la multiplicación de las ganancias de sus productores. Criterio: mientras haya un significativo consumo de un producto, su importación al subsistema (o país) B a precios mucho más bajos que los exigidos por la producción nacional siempre generará un incremento generalizado de la riqueza producida.
¿Qué dicen los gurúes? Con referencia a los bienes baratos del exterior, el ministro de la Producción, Alfredo Volio, dice: Los subsidios no son del todo malos, en este tipo de productos que deben ser importados por nosotros al no tener producción nacional, sin embargo en otros sí existen repercusiones negativas, como por ejemplo en el arroz y algunas hortalizas, que los convierten en mercancías sumamente baratas en el mercado internacional, contra las cuales los productores nacionales no pueden competir (La Prensa Libre, 8/3/07). Patricia Rodríguez dijo exactamente lo mismo en La Nación (16/3/07). Para ellos, si el bien no se produce en el país, entonces el ingreso barato produce riqueza; pero si se produce en el país, entonces no; y no se debe permitir su libre ingreso. Este criterio es totalmente erróneo. Están mil veces equivocados
Características. Tres de las características del SE&I (o sistema de mercado) son: su motor es el consumo, hay una gran interdependencia entre individuos y trasciende cualquier noción de frontera política. Aquí nos concierne solo la primera. La satisfacción de necesidades de consumo es lo que mueve todo el sistema. En efecto, todo SE&I o subsistema cuenta con un solo mecanismo para incrementar la riqueza creada con una cantidad dada de recursos: la obtención de mejores soluciones para las necesidades de consumo de los participantes. Estas mejores soluciones pueden surgir con el ingreso de nuevos actores (importaciones) o del proceso de búsqueda llevado a cabo por los que ya participan en él. En ambos casos, el mecanismo tiene la misma dinámica: la nueva (y mejor) solución para una necesidad de consumo desplaza a la vieja; los proveedores de la vieja solución cambian de actividad o mejoran su productividad para igualar a la nueva solución. Esta es una condición sine qua non para la creación de riqueza.
En ambos casos, también, la riqueza se genera o aumenta en dos rondas. La primera es el efecto directo sobre los consumidores del bien: su ingreso real aumenta al abaratarse el bien de consumo. La segunda es el efecto del anterior sobre los productores de otros bienes: el efecto ingreso. Al elevarse el ingreso real de los consumidores del bien Z, estos utilizan el recurso adicional para satisfacer otras necesidades de consumo, lo cual implica el incremento de la demanda y la producción de muchos otros bienes, y la multiplicación de las ganancias de sus productores. Criterio: mientras haya un significativo consumo de un producto, su importación al subsistema (o país) B a precios mucho más bajos que los exigidos por la producción nacional siempre generará un incremento generalizado de la riqueza producida.
¿Qué dicen los gurúes? Con referencia a los bienes baratos del exterior, el ministro de la Producción, Alfredo Volio, dice: Los subsidios no son del todo malos, en este tipo de productos que deben ser importados por nosotros al no tener producción nacional, sin embargo en otros sí existen repercusiones negativas, como por ejemplo en el arroz y algunas hortalizas, que los convierten en mercancías sumamente baratas en el mercado internacional, contra las cuales los productores nacionales no pueden competir (La Prensa Libre, 8/3/07). Patricia Rodríguez dijo exactamente lo mismo en La Nación (16/3/07). Para ellos, si el bien no se produce en el país, entonces el ingreso barato produce riqueza; pero si se produce en el país, entonces no; y no se debe permitir su libre ingreso. Este criterio es totalmente erróneo. Están mil veces equivocados