Decisiones de Entrada y Salida en Mercados Competitivos: Un Análisis de Tecnologías y Valor Empresarial
1.- Estando fuera, tengo que decidir si entrar o no. Y una vez dentro, decido si salir o permanecer.
- Variables relevantes para entrar:
- Inversión necesaria
- Coste variable unitario
- Precio de mercado
- Tasa de descuento
Para que Entrar sea la decisión correcta, el Valor Actual Neto (VAN) ha de ser mayor o igual a 0.
- Entrar: VAN ≥ 0
- No entrar: 0
Si el VAN es positivo, hay dinero a ganar. Entonces, entra una unidad más, el precio cae y el VAN se reduce a 0. Si entra otra unidad adicional, el precio vuelve a caer, de forma que el VAN pasa a ser negativo. Al no compensar, ya que se obtienen pérdidas, la unidad adicional vuelve a salir, el precio se recupera y el VAN vuelve a ser 0. Esta oscilación explica el proceso de equilibrio en los mercados en los que no existen barreras de entrada ni de salida.
- Variables relevantes para salir:
- Valor Residual (VR)
- Coste variable unitario
- Precio del mercado
- Tasa de descuento
Para que Salir sea la decisión correcta:
- Salir: VR
- No salir: VAN
VR – VAN ha de ser > 0
El razonamiento es el mismo que en el caso de entrada, salvo que una vez dentro, si los costes fijos pasan a ser hundidos (irrecuperables), se convierten en irrelevantes desde el punto de vista de la toma de decisiones. Por lo tanto, la alternativa de comparación es el valor de salida o valor residual.
2.- Dado que -17,5 + (7-5,5)/0,2 = -10, la Tecnología 1 (T1) no habría entrado.
De hecho, T1 está atrapada en el sector. Está incurriendo en pérdidas contables, pero dado que las inversiones efectuadas son costes hundidos, no recuperables, su mejor opción entre salir o quedarse, dado el VR, es quedarse.
3.- La decisión de entrada de T1 tuvo que tomarse de acuerdo a -17,5 + (p-5,5)/0,2 ≥ 0.
El precio mínimo de entrada es p=9, que para la función de demanda p = 9 – Q/120 da un Q=0. Como es una situación irracional, necesariamente para un precio de 9 o superior tuvo que haber demanda positiva. Es decir, con posterioridad a que T1 tomara la decisión de entrar, la demanda se ha contraído; i.e. se ha desplazado a la izquierda. O bien ha cambiado de pendiente, perdiendo rigidez, haciéndose más flexible.
El cambio de pendiente significa que ha girado en algún punto por debajo de p=9. Esta sería una evolución normal, ya que conforme los productos/sectores van siendo más y mejor conocidos, sus curvas de demanda tienden a hacerse más flexibles.
Una función de demanda que, por ejemplo, pudo inducir la entrada pudo ser p = 10 – Q/120.
Para esta función, la capacidad total instalada es precisamente Q=120. Como es obvio, no es necesario que se dé esta coincidencia. Lo extraordinario es conocer exactamente la curva de demanda a la que se enfrentan las empresas. En general, el desconocimiento real de la demanda puede llevar a las empresas a instalar más capacidad de la necesaria, como resultado de una carrera por copar el mercado. El resultado habitual, máxime si la demanda se contrae, es la sobrecapacidad instalada y la condena a luchar en el sector.
Suponiendo que se dio un equilibrio inicial de p=9 y Q=120, esta situación animó a una nueva tecnología, T2, a entrar, dado que -17,5 + (9-3,5)/0,2 = 10.
¿Hasta qué punto entró? Hasta hacer el VAN igual a 0, que se cumple para p=7.
Pero para p=7 la cantidad en el mercado es de 360. Y sin embargo, el equilibrio inicial de partida del ejercicio es de Q=240.
Es decir, una vez tomada la decisión de entrar de T2, o antes de tomarla, la demanda se contrajo, pasando de p = 10 – Q/120 a p = 9 – Q/120.
Si se contrajo antes de tomarla, las 120 unidades que suministraba T1 pasaron de p=9 a p=8. Para p=8 a T2 le seguía valiendo la pena entrar. Y entró, en todo caso, hasta un Q=240, que es la situación de inicio del ejercicio.
4.- El equilibrio en el mercado los cuatro primeros años va a ser:
- 120 unidades de T1
- 120 unidades de T2
- 180 unidades de T3 (que acaba de entrar)
Total: Q= 420. Pero, ¿va a ser realmente éste el equilibrio? Es decir, ¿aguantarán en el mercado T1 y T2?
Q=420 <=> p= 5,5. Pero 5,5 no es soportable por T1, que se verá obligada a salir hasta que p=6 <=> Q=360. (-2,5 para p=5,5 y 0 para p=6)
T1 de nuevo no soporta el bajo precio, y sale toda (de hecho, el precio = 5 es inferior a su coste variable unitario, 5,5).
Quedan al final 120 de T2 (la mejor opción para T2 al p= 5 es quedarse) y 360 de T3.
Partiendo de 180 de T3, 120 de T2 y 60 de T1, vamos a imaginar cómo se puede ir moviendo el equilibrio conforme T3 va introduciendo más capacidad en el mercado:
Puede entrar de una en una, con lo que cada unidad baja el precio, y T1 tiene que salir; supongamos que también de una en una. Este sería el caso de máxima modularidad. Durante este proceso, el precio se mantiene en p=6, mientras la Q sea 360, que será mientras terminan de salir las 60 de T1 instaladas. A partir de la unidad 361, el precio irá cayendo hasta llegar a Q=480 y p=5. Durante todo este tiempo desde que se inicia la invasión de la nueva tecnología, T3 obtiene beneficios extraordinarios. Hasta que llega el momento p=5, a partir del cual ya sólo cubrirá sus costes de oportunidad. En la obtención de beneficios extraordinarios transitorios, es claro que influye determinantemente tanto la modularidad de las empresas como el tiempo o periodo de ajuste.
Pongamos por ejemplo que T1 se reduce de 30 en 30, pero T3, mucho más moderna y modular, se incrementa de 10 en 10. Ante la entrada de las diez primeras nuevas unidades, la tecnología antigua se reduce en treinta. Luego, en el periodo que media antes de que entren las segundas diez, la Q del mercado es 340 con p= 6,17. Es decir, la falta de modularidad en el ajuste de T1 hace que veinte unidades de capacidad que podrían sobrevivir durante un tiempo extra en el mercado se vean obligadas a abandonar, a cambio de generar un incremento de los beneficios extraordinarios a T3 ya instalada y unas menores pérdidas contables, o mayores cuasi-rentas a T2 que aguanta en el mercado.
El menor coste fijo unitario de T3 sugiere una mayor modularidad, una mayor rapidez y facilidad para entrar con la cantidad apropiada y en el momento apropiado.
5.- Sí tiene ventajas competitivas, y son claramente dos:
- Disfrutar de una tecnología más avanzada que le permite tener tanto unos costes fijos como variables unitarios menores que la competencia.
- Tener cuatro años en exclusiva para gozar de ellos.
La duración del monopolio es importante para gozar de esos beneficios extraordinarios durante una mayor transitoriedad. Realmente, salvo el caso del monopolio natural, que también puede estar sometido a consideraciones tecnológicas, todos los demás tienen o pueden tener caducidad, como la legislación o la imagen de marca. La ventaja del pionero, del primero en entrar, es en estos casos muy importante. Su rapidez en desarrollar lo nuevo, en ver antes que los demás por dónde va a ir el mercado, le permite gozar de la ventaja de la obtención de beneficios durante un tiempo. El tiempo que pase hasta que la competencia reaccione, desarrolle su tecnología y se introduzca. Este es el caso real. Realmente la gran mayoría de los beneficios extraordinarios son transitorios.
La anticipación es importante también en el caso de las tecnologías viejas. Prever lo que puede ocurrir con los nuevos avances, que puede que sólo se intuyan, cuando los demás no lo ven, permite vender el negocio obteniendo más valor, más cuasi-rentas sobre el coste de oportunidad del valor residual. Además, no olvidemos que el valor residual, que no tiene porqué ser constante, caerá si está sometido al mercado, cuando se incremente la oferta de empresas que quieran salir a la vez.
Como sabemos, el equilibrio del mercado viene dado por el último demandante, el que menos utilidad obtiene, y el último oferente, el que trabaja más caro o con mayor coste. Por tanto, a las empresas grandes, a las más eficientes, les interesa que sobrevivan productores pequeños, más ineficientes. En nuestro caso, el equilibrio en los cuatro primeros años viene dado por el p=6, que es el precio de salida de T1, el que iguala todos sus costes, los variables unitarios y el residual unitario. Y el beneficio extraordinario de T3 viene dado precisamente por la diferencia entre sus costes unitarios y ese precio de mercado.
Cálculos de Valoración
6.- Sin T3, el valor de toda T1, o lo que es lo mismo, el valor de todas las empresas que trabajan con esa tecnología es:
120 * (7-5,5)/0,2 = 900
Es decir, las 120 de capacidad instalada por el Margen de Contribución Unitario de 1,5 durante un horizonte temporal infinito. Esta es una situación absolutamente irreal en la que el tiempo se detiene y no hay más progreso, por lo que no aparece ninguna tecnología posterior. Además, se vive igualmente una absoluta e irreal estabilidad, ceteris paribus, del resto de condiciones de oferta y demanda.
7.- Con T3, T1 vale:
60 * Σt=14(6-5,5)/1,2t + 60*2,5 + 60*2,5/1,24 = 77,6 + 150 + 72,3 = 299,9
Es decir, en los cuatro primeros años sobreviven 60 unidades de capacidad instalada, y a partir del quinto año ya no queda ninguna. Al valor de la tecnología «viva» de 77,6 hay que sumarle el valor residual de las 60 que salen al comienzo del año uno y el valor de las otras 60 que salen al comienzo del quinto año.
Con la irrupción de la nueva tecnología, hay que distinguir dos periodos. Los cuatro primeros años en los que Q=360 y p=6, y a partir del quinto año en el que Q=480 y p=5.
Para simplificar los cálculos, suponemos que los ajustes de cantidad de las tecnologías son INSTANTÁNEOS, esto es, no se da la modularidad y transitoriedades apuntadas más arriba.
8.- Sin T3, la empresa Delta vale:
24*(7-3,5)/0,2 = 420
Tiene 24 unidades de capacidad instalada con un margen unitario de 3,5 descontado al 20% durante infinitos periodos.
9.- Con T3 hay que volver a distinguir los cuatro primeros años con un p=6, y a partir del quinto con p=5. Así como valoraremos por un lado la planta vieja de 24 unidades, y la planta nueva de 180.
- Valor planta vieja: 24 * Σt=14(6-3,5)/1,2t + (1/1,24) * (24*(5-3,5)/0,2) = 242
- Valor planta nueva: -10 + Σt=14(6-3)/1,2t + (1/1,24) * (180*(5-3)/0,2) = 465
Total: 707
10.- El valor del programa de expansión es igual a la suma del valor de la planta nueva, más la variación (caída en este caso) de valor de la planta vieja. Si a partir del quinto año es un hecho cierto que entraba una tecnología diferente, el hecho de plantear ahora la expansión de Delta hace que la planta vieja vaya a perder, vaya a desvalorizarse, 1 u.m. de margen los cuatro primeros años.
- Valor planta nueva = 465
- Caída de valor de planta vieja: 24 * Σt=14(1/1,2t) = 62,1
El programa de expansión vale: 465 – 62,1 = 402,9