Determinación del precio en mercados de competencia perfecta
La teoría de la demanda nos muestra el comportamiento que adoptan los compradores en el mercado a los distintos precios existentes. La teoría de la oferta nos muestra el comportamiento de los productores y vendedores en el mercado ante los distintos precios existentes. Si unimos ambos comportamientos, mezclándolos entre sí dentro de un mismo mercado, obtendremos el siguiente resultado: (GRÁFICA). El punto donde se cortan las dos curvas se llama punto de equilibrio. Este punto indica el lugar donde la oferta se iguala a la demanda, señalando una cantidad concreta de producto y un precio por unidad de producto. En este punto, coinciden exactamente el comportamiento de los consumidores y los vendedores, determinándose así el precio del producto en el mercado. Es en este punto de equilibrio donde se encuentran compradores y vendedores. Producir una cantidad mayor a la determinada por el punto de equilibrio generaría un excedente, el precio no se podría incrementar y la competencia haría que el precio caiga. En el caso contrario, si el precio de mercado es inferior al determinado por el punto de equilibrio, la cantidad demandada sería superior a la cantidad ofertada, existiendo un exceso de demanda. Nos encontraríamos ante una situación deficitaria: la competencia entre los ofertantes haría caer el precio.
Deuda pública y tipos
La deuda pública es un contrato de préstamo en virtud del cual una de las partes, el Estado o un ente público, recibe una cantidad de dinero de otra parte (persona física o jurídica, pública o privada), comprometiéndose a devolver la cantidad prestada más los intereses pactados en un período de tiempo determinado. El Estado, a través de la deuda pública, recauda el ahorro de los particulares y lo destina a incrementar la demanda agregada a través del gasto público; es decir, la deuda pública sirve para financiar el gasto público. El ahorro de los particulares, además de ser fuente de la demanda de inversión, lo es también del gasto público. Los entes públicos con capacidad para emitir deuda pública son:
- A- El Estado.
- B- Las comunidades autónomas.
- C- La administración local.
- D- Los entes públicos institucionales.
La deuda pública puede ser:
- Amortizable: cuando el Estado paga, cada cierto período, una cuota fija que comprende una parte del capital prestado y otra de intereses generales.
- Consolidada: contrato de préstamo donde el Estado se compromete a devolver lo prestado más los intereses generados, estando dicha devolución garantizada por ley, por los bienes inmuebles propiedad del Estado y por los impuestos.
- Exterior: cuando el Estado recibe un préstamo de otro Estado o ente público extranjero, en moneda extranjera.
- Interior: cuando el Estado recibe un préstamo de personas físicas o jurídicas de la misma nacionalidad, en moneda interna.
- Flotante: lo contrario a la deuda pública consolidada; no está garantizada, por lo que su devolución en los vencimientos pactados no es segura, pudiendo aumentar o disminuir el capital pactado.
- General: títulos de deuda pública lanzados a un mercado anónimo.
- Singular: títulos de deuda pública lanzados para personas concretas y determinadas.
- Nominativa: cuando el título está incorporado a un documento donde aparecen los datos del prestamista.
- Al portador: cuando no aparece el nombre del prestamista, pagándose al tenedor del título en el vencimiento.
- Del Estado: emitida por el gobierno previa autorización legal, con duración superior a 18 meses, destinada a financiar el gasto público.
- Del Tesoro: emitida por el gobierno por un período inferior a 18 meses, para financiar las necesidades del Tesoro Público o Hacienda Pública.
Factores condicionantes de la competencia perfecta
El mercado de competencia perfecta es aquel donde se encuentran todos los vendedores y compradores, existiendo una interrelación entre ellos para determinar cantidad y precio. Para que este mecanismo funcione, es necesario que se cumplan cuatro condiciones importantes:
- Que exista un elevado número de compradores y vendedores en el mercado. Esto significa que la cantidad que un solo comprador o vendedor quiera comprar o vender, en relación con todo lo que se demanda y oferta, es tan insignificante que no pueden influir en la determinación del precio del producto. Por esta razón, en competencia perfecta, los demandantes y ofertantes consideran el precio del producto como algo dado, no como algo que puedan determinar. En competencia perfecta, el precio es aceptado. Si un demandante quiere comprar a un precio inferior al de equilibrio, la competencia entre los demandantes hará que el precio se incremente, y viceversa. Si un vendedor quiere vender a un precio más alto que el de equilibrio, la competencia hará que el precio disminuya. Por eso, en competencia, si alguien intenta desafiar el precio de equilibrio, el resto de los compradores y vendedores lo expulsarán del mercado.
- Tanto los compradores como los vendedores deben ser indiferentes respecto de quién compra y quién vende. Es decir, en el mercado de competencia, las relaciones entre comprador y vendedor son impersonales. Consecuencia de estas relaciones impersonales: el producto tiene que ser homogéneo, válido para cualquier consumidor.
- Que todos los compradores y vendedores tengan un conocimiento pleno de las condiciones generales del mercado. De esto se deduce que, generalmente, el vendedor conoce lo que los compradores están dispuestos a pagar por los bienes y los compradores conocen el precio que los vendedores desean cobrar. Con este conocimiento, es fácilmente predecible cuál sería el precio y la cantidad de equilibrio: aquel donde compradores y vendedores se ponen de acuerdo en cuanto a cantidad y precio. Una vez determinado el precio de equilibrio, ningún comprador comprará a un precio inferior y ningún vendedor venderá a un precio superior; si lo hacen, el mercado reaccionará con su expulsión.
- Que exista libertad máxima de movimiento para los factores de producción. Pueden elegir qué producto quieren producir. Debe haber libertad para entrar y salir del mercado.
Cuando se cumplen simultáneamente estas cuatro condiciones, se dice que nos encontramos en un mercado perfectamente competitivo. La empresa perfectamente competitiva se encuentra con un precio dado por el mercado, un precio que tiene que aceptar. Se encuentra en la situación de que la cantidad de bienes que va a producir no depende del precio de mercado. El empresario perfectamente competitivo simplemente espera poder vender todas las unidades de producto al precio de mercado. De esto podemos deducir que la empresa perfectamente competitiva tiene una demanda totalmente horizontal. En consecuencia, la decisión clave que debe adoptar una empresa perfectamente competitiva es si debe o no producir y, en caso afirmativo, qué cantidad debe producir. Para determinar la cantidad que debe producir, hemos de aplicar la teoría elemental de la oferta, que nos dice la cantidad ofrecida por una empresa a cada precio. El objetivo último de cualquier empresa es obtener los máximos beneficios posibles.