Empresa:
la empresa es un sistema formada por distintas áreas que se encuentran interrelacionadas, además está condicionada por su entorno y además condicionada el mismo, persigue una serie de fines que consigue coordinando los factores.
Creación de valor en la empresa:
las empresas bajo dirección y responsabilidad del empresario generan un conjunto de bienes y servicios con la finalidad de satisfacer las necesidades en el mercado mediante la contraprestación de un precio.
Responsabilidad social corporativa:
forma de gestión cuyo objetivo es hacer bien las cosas tanto para accionistas, como trabajadores, clientes…
Empresario:
es la persona física o jurídica que de forma habitual ejercita en nombre propio una actividad productiva dirigida al mercado.
Grupo de interés:
son las distintas partes con las que la empresa mantiene relaciones económicas o de otra índole.
Registro mercantil:
organismos del Estado, dependiente del Ministerio de Justicia, que sirve para dar publicidad oficial a las actuaciones de las empresas.
PYMES:
acrónimo de pequeña y mediana empresa, se trata de una empresa que tiene un número reducido de trabajadores y que registra ingresos moderados.
Organigramas:
representación gráfica de la estructura de la organización de una forma sintética y simplificada. Debe ser flexible y adaptable de manera que si hay cambios en la empresa, se pueda adaptar. Pueden ser horizontales o verticales.
Departamento:
agrupación de puestos de trabajo homogéneos en unidades organizativas con el fin de coordinar, supervisar y controlar las actividades y funciones para conseguir los objetivos marcados.
Delegar:
ceder a una persona u organismo un poder, función o responsabilidad a otra persona para que los ejerza en su lugar.
Eficiencia técnica:
cuando una tecnología produce la misma cantidad de un producto que otra tecnología, pero utilizando menos unidades de factores productivos.
Eficiencia económica:
consiste en seleccionar aquella tecnología que permite producir con el mínimo coste, es decir, de la forma más barata.
Productividad global de la empresa:
es la relación que hay entre la cantidad producida y la cantidad de los factores productivos.
Productividad de un factor:
mide el rendimiento de un factor de producción en relación con la producción obtenida.
I+D+i:
las empresas destinan parte de sus recursos a mejorar sus tecnologías productivas para poder producir más, a un coste más bajo.
Patente:
conjunto de derechos exclusivos concedidos por el Estado al interventor de un nuevo producto susceptible de ser explotado industrialmente, por un período de tiempo a cambio de la divulgación de la invención.
Modelo PERT:
es una técnica de evaluación y revisión de proyectos.
Costes fijos:
son los costes que no varían si cambia la cantidad producida (alquiler).
Costes variables:
son los costes que cambian con la producción (trabajo).
Costes directos:
son los costes asociados directamente a la producción y que se pueden asignar concretamente a cada producto al ser fácilmente medible el número de unidades aplicadas.
Costes indirectos:
son los costes que afectan al proceso productivo en general o que son comunes a diversos productos y por tanto, no se pueden asignar directamente al producto.
Coste medio:
es el coste unitario que surge de la relación entre el coste total y el nivel de producción.
Coste marginal:
se trata del incremento del coste total cuando aumenta la producción en una unidad.
Umbral de rentabilidad o punto muerto:
cantidad de producción vendida a partir de la cual la empresa comienza a obtener beneficios.
Costes de ruptura de stocks:
son los costes que tiene la empresa cuando se queda sin existencias, es decir, cuando no puede hacer frente al pedido de un cliente o no puede producir por falta de materias primas.
Stock mínimo o de seguridad:
es la cantidad menor de existencias que se puede tener en el almacén y donde el riesgo de ruptura de stock es muy alto.
Pedido óptimo:
es aquel volumen de pedido para el cual el coste de gestión de inventarios es mínimo y donde el coste de pedido es igual al coste de almacenamiento.
Punto de pedido:
es el nivel de existencias en el cual se ha de realizar el pedido.
Estructura organizativa lineal:
se trata de un modelo de la estructura organizativa que se basa en que todos los miembros de la empresa dependen de un superior que es la persona que da las órdenes. Se caracteriza por su simplicidad aunque tiene falta de especialización.
Estructura organizativa en línea y staff:
es un modelo que intenta solucionar que los empleados reciban órdenes de un solo jefe y la falta de flexibilidad, motivación y especialización. Sigue una forma jerárquica y además tiene departamentos de asesoramiento.
Estructura por comité:
modelo donde las decisiones se toman en grupo, repartíéndose la responsabilidad entre las personas que lo forman. Las ventajas que presenta es que las decisiones se negocian y se toman por consenso, pero puede resultar difícil la dinámica del funcionamiento.
Estructura divisional:
este modelo ha surgido de la necesidad de la dirección moderna de la empresa, ante un crecimiento diversificado de la misma. Se trata de una unidad organizativa típica de grandes empresas que tiene sus propios departamentos y objetivos, pero depende de la otra unidad superior, la dirección general.
Estructura matricial:
modelo que combina la estructura funcional y divisional, adopta una estructura compleja, en forma de matriz de doble entrada, en la que se utilizan dos variables organizativas. Cada empleado tiene como mínimo 2 jefes. Se caracteriza porque se reducen costes y se adapta bien al entorno aunque el sistema de comunicación es complejo y se rompe la unidad de mando.
Estructura de trébol:
se trata de la organización del futuro, donde las empresas tratan de reducir costes fijos por lo que tienden a continuas contrataciones temporales y a las subcontratación. Hay 3 partes diferenciadas: núcleo de trabajadores profesionales, trabajadores contratados por temporadas o tiempo parcial y subcontratados.
Estructura reticular:
estructura en la que las relaciones entre competidores, clientes y proveedores está cambiado. La subcontratación permite desarrollar su capacidad competitiva. Por eso las empresas pueden formar un conglomerado de empresas donde existen relaciones de dependencia económica entre entidades jurídicamente independientes.
Organización formal e informal:
la formal es la estructura intencional definida e identificada en que la empresa sitúa cada uno de sus elementos en el lugar más conveniente. La informal es el conjunto de relaciones personales y sociales que no están preestablecidas por la dirección de la empresa pero que surgen espontáneamente cuando las personas se asocian entre sí.