Pakistán: Inversión Extranjera, Deuda y Cooperación Internacional
Entorno Económico
Pakistán es un país emergente. El gobierno tiene como prioridad el desarrollo social y económico del país. La agricultura aporta el 25% de la economía.
En 2014, la cifra del PIB fue de 185.721 millones de euros, con lo que Pakistán se posiciona como la economía número 45 en el ranking de los 196 países de los que se publica el PIB. El gasto público en Pakistán en 2014 disminuyó 594.000 millones. La posición de Pakistán frente al resto del mundo en 2014, en cuanto a gasto se refiere, ha empeorado y su situación en la tabla ha pasado del puesto 57 al 58.
Pakistán tiene un régimen de inversión relativamente liberal, que se aplica por igual a nacionales y extranjeros. En 2013, el Gobierno adoptó una nueva política de IED, que es administrada por la Junta de Inversiones. El objetivo de la política de inversión es lograr un aumento progresivo de las entradas de IED neta a fin de que alcancen un volumen de 2.000 millones de dólares estadounidenses.
Objetivos de la Política Comercial
En agosto de 2014, el Gobierno puso en marcha la «Visión Pakistán 2025», que tiene por objeto lograr que Pakistán figure entre los países de ingresos medios altos para 2025 y entre las 10 economías más grandes del mundo para 2047.
El objetivo de la política comercial de Pakistán es «ayudar a la economía nacional mediante la liberalización y facilitación del comercio, incrementar la competitividad de las exportaciones y reducir el costo de la actividad mercantil y lograr que los productos pakistaníes tengan mayor acceso a los mercados existentes y nuevos”.
Inversión Extranjera Directa
Pakistán tiene uno de los regímenes de inversión extranjera más liberales del Asia Meridional. Este hecho, junto con su situación estratégica, sus recursos naturales y una abundante mano de obra calificada, hace de Pakistán un destino atractivo para las inversiones. Sin embargo, a pesar de esas características favorables, el volumen de la IED es bastante pobre.
A pesar del proceso de liberalización gradual llevado a cabo, Pakistán continúa siendo un país en vías de desarrollo. La escasez crónica de electricidad y el elevado precio de la energía están ralentizando el despegue de esta economía.
Deuda Externa
La deuda externa supone un gran problema para Pakistán. Es rico en recursos naturales, tiene unas buenas rutas comerciales estratégicas y una gran fuerza de trabajo, pero su potencial económico se ha visto reducido debido a la adopción de una serie de medidas políticas incoherentes, la corrupción y una inversión exterior inestable. En cuanto a la balanza de pagos en proporción al PIB, Pakistán se encuentra siempre en déficit, con la excepción de algún año.
Durante los años 90, Pakistán sufrió unos importantes déficits fiscales y desequilibrios externos. Esto ha llevado a un elevado endeudamiento externo debido a un mal uso de los fondos públicos, con el consiguiente exceso de solicitud de préstamos. La deuda no ha parado de incrementarse desde el año 2000 hasta la actualidad, que comienza un periodo de descenso de la deuda externa. El tipo de cambio que existe en Pakistán es un tipo de cambio intervenido en el que el Stake Bank de Pakistán ha ido disminuyendo su intervención en el mercado.
Pakistán destina miles de millones de dólares para reembolsar su deuda externa, pero es cierto también que, a causa de las grandes inundaciones producidas a partir del año 2010, millones de personas se han quedado con sus vidas destruidas, sin hogar. Por eso, este país necesita reconstruir sus hogares para que no aumente su pobreza, que ya de por sí no es poca.
Pakistán destina a pagar su deuda externa el doble de lo que recibe como ayuda humanitaria por sus inundaciones. En el año 2013, el Gobierno de Pakistán comenzó conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la refinanciación de su deuda externa. Esta refinanciación consistiría en cancelar las deudas contraídas y volver a contratar nuevos préstamos con mejores condiciones que las deudas anteriores. Esto produciría una principal ventaja para Pakistán, ya que, como no podía satisfacer las condiciones del préstamo inicial, en el nuevo podrían obtener unas mejores condiciones que les ayudara a poder realizar los pagos de las cuotas de una manera más cómoda.
Pakistán ha recibido sucesivas ayudas económicas durante los últimos años.
La crisis financiera iniciada por Estados Unidos también afectó a Pakistán; pese a tener una economía menos abierta hacia el exterior, la mayor parte de sus exportaciones van dirigidas hacia los países desarrollados.
Los ingresos de los ciudadanos no se han incrementado en proporción a la inflación monetaria, lo que produce que el precio de las necesidades básicas se haya visto incrementado. Aparte del incremento de los precios, el Gobierno está imponiendo impuestos sobre el dinero en efectivo, mientras que la rupia se devalúa, haciendo las importaciones muy costosas.