Economía Institucional: Costes de Transacción y Teoría de la Agencia

Economía Institucional

El enfoque institucional cuenta con dos áreas complementarias entre sí: el estudio de las condiciones históricas en las que surgen las instituciones y el análisis de sus mecanismos de organización o de gobierno. Por tanto, se intenta diferenciar el entorno institucional de los acuerdos institucionales. Dicho enfoque se cimienta en el análisis neoclásico, y contribuye a su desarrollo, y al desarrollo del individuo en un sector concreto, para potenciar su eficiencia a través de la especialización. La nueva economía institucional constituye un cuerpo de análisis económico moderno que utiliza conceptos como información limitada, costes de transacción y oportunismo para explicar los fenómenos observados. Cabe señalar el reconocimiento de la existencia de diferentes niveles de información y del destacado papel jugado por la incertidumbre.

Enfoques de la Economía Institucional

Se suelen distinguir dos enfoques:

1. La Economía de los Costes de Transacción

Este enfoque ha realizado contribuciones muy significativas sobre la organización de la actividad económica, en lo que respecta a los procesos de realización, coordinación del intercambio y, en consecuencia, al gobierno de las transacciones. A través del proceso de división del trabajo, se consigue alcanzar los mayores niveles de eficiencia. La propia especialización hace necesaria la existencia de intercambio, puesto que deben considerarse las actividades especializadas, y no puede descartarse la presencia de ciertos conflictos de interés entre los distintos participantes. Tales conflictos justifican la existencia de mecanismos de coordinación de la actividad económica en la medida que reducen los costes de intercambio. Dicho mecanismo de coordinación es realizado de manera jerárquica dentro de la empresa. Generalmente, se considera la existencia de dos marcos institucionales desde los que cabe organizar estos intercambios:

  • El mercado frente a la jerarquía: aquí, el libre juego de la oferta y la demanda posibilita la distribución de los distintos recursos entre los individuos a través de la determinación de los precios de equilibrio.
  • En el seno de la organización: esta tarea es organizada por una unidad que dirige y planifica sus actividades.

Críticas a la Economía de los Costes de Transacción:

  • La jerarquía no siempre se explica por la minimización de los costes de transacción, sino que hay otros objetivos como, por ejemplo, la obtención de un mayor poder de mercado.
  • No explica formas alternativas a las dos extremas, como puedan ser formas híbridas o intermedias.
  • Ni la existencia de mercados altamente organizados en las que unas empresas controlan en parte las actividades de otras sin que exista una relación jerárquica.

Para algunos, la Economía de los Costes de Transacción no ha aportado una explicación convincente para justificar la existencia de un mecanismo de asignación de recursos.

2. Teoría de la Agencia

Está centrada en el análisis de los contratos que se establecen entre los agentes económicos individuales, con el objeto de minimizar los costes de agencia que se derivan de toda forma de cooperación entre seres humanos. Esta se define como un contrato (explícito o implícito), por el que una de ellas (agente) se compromete a realizar una actividad o prestar un servicio en nombre de la otra (principal). A estos efectos, es el principal quien dispone y delega parte de su autoridad para tomar decisiones en el agente.

La teoría de la agencia parte de dos hipótesis relativas al comportamiento humano:

  • Los individuos buscan maximizar su propia función de utilidad en las relaciones contractuales.
  • Los individuos son capaces de anticipar racionalmente la incidencia de las relaciones de agencia sobre el valor futuro de su riqueza o patrimonio.

El problema de la agencia: Surge debido a que tanto el agente como el principal tratan de maximizar sus respectivas funciones de utilidad. El principal trata de hacer que el agente adopte las decisiones que mejor contribuyan a maximizar su utilidad, mientras que el agente trata de maximizar su función de utilidad dentro de unos límites fijados. Esto genera los llamados costes de agencia, que son costes contractuales de formalización, seguimiento y cumplimiento del contrato en los que el principal incurre con el objetivo de minimizar la desviación de los objetivos de sus intereses por un comportamiento desviado del agente.

Los elementos básicos de esta teoría son: La incertidumbre y el conflicto de objetivos entre el principal y el agente, lo que plantea la necesidad de establecer un sistema de incentivos o contratos cuya formación, seguimiento y cumplimiento no está exenta de ciertos costes.

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