Confeccionar un presupuesto personal o familiar supone el punto de partida para lograr gestionar los gastos y los ingresos del hogar.
2.1Las ventajas del presupuesto
Atendiendo a un criterio temporal, encontramos tres tipos de ventajas en la elaboración y el seguimiento de un presupuesto personal.
-Ventajas a priori.
Su elaboración conlleva el establecimiento de objetivos.
La persona que elabora un presupuesto siempre lo hace guiada por un objetivo o meta (identificar gastos, controlar gastos súperfluos, ahorrar cierta cantidad, reducir gastos, etc.). El propio acto de marcarse una meta supone ya una ventaja, al establecer un techo de gasto realista y marcarnos el camino a seguir.-Ventajasdurantelaejecución.Amedidaquecumplimentamosel presupuesto, anotando los gastos reales y comparándolos con los previstos inicialmente, iremos siendo conscientes de nuestro nivel de gasto. Esto nos ayudará, si existen desviaciones, a tomar decisiones durante la ejecución del presupuesto (recortar gastos, anular alguna actividad planteada inicialmente, aumentar el objetivo de ahorro, etc.).-Ventajas tras la ejecución.
Una vez liquidado el presupuesto, tendremos una foto fija del total de ingresos y gastos efectuados durante el período (normalmente un mes), así como las desviaciones con respecto al objetivo. Así, por ejemplo,podríamos ser conscientes de gastos diarios pequeños que, una vez sumados, importan una cantidad significativa.
2.2Cómo se hace un presupuesto
Elaborar un presupuesto personal es técnicamente sencillo. Para realizar un presupuesto, contaremos con una hoja de papel o, si es posible, con una hoja de cálculo como el Excel o en la nube como el Google Drive.
-Listado de ingresos:
anotaremos los ingresos por naturaleza e importancia en la parte superior del documento. Resulta interesante distinguir entre ingresos regulares (sueldo) e ingresos puntuales o variables.-Listado de gastos:
justo debajo de los ingresos, anotaremos los gastos, agrupados por categorías. Es decir primero los vitales, y después los suntuarios y dentro de estos, primero los de mayor valor como por ejemplo la vivienda que se lleva casi el 40 % de nuestros gastos vitales.-Realiza el presupuesto por semanas o meses, según recibas tus ingresos.
Así, si recibes los ingresos mensualmente, es deseable que el presupuesto tenga una periodicidad mensual.
-Divide el análisis en tres columnas:
Presupuestado o previsto, real y desviación
Así, antes del comienzo del período, planifica los gastos y anótalos en la zona «PREVISTO». A medida que avanza el período y vas realizando gastos, anota en «REAL». Las diferencias entre «REAL» y
«PREVISTO» aparecerán en la columna «DESVIACIÓN» y te será más fácil tomar decisiones de control.
La respuesta a esta pregunta exige, en primer lugar, delimitar qué entendemos por dinero. Para ello, cambiaremos de término, pasando de hablar de dinero a hablar de oferta monetaria.
“La oferta monetaria comprende algo más que los billetes y las monedas; de hecho, las personas utilizamos otros medios de pago en nuestras operaciones cotidianas. Así, por ejemplo, solemos realizar pagos utilizando tarjetas de débito, tarjetas de crédito, cuentas bancarias,…»
Clasificación de la oferta monetaria (según el Banco de España):
Por tanto, a la hora de delimitar la cantidad de dinero de una economía, atenderemos a la siguiente clasificación:
M1 = Efectivo (monedas y billetes) + cuentas corrientes (depósitos a la vista)
M2 = M1+ depósitos a plazo hasta 2 años + cuentas de ahorro (depósitos líquidos con preaviso hasta 3 meses)
M3 = M2 + cuasidinero (acciones, fondos de inversión,…)
El ciclo vital y la renta permanente:
Las personas, por lo general, no obtenemos la misma renta siempre (es decir, no tenemos una renta permanente)
. De hecho, comenzamos a ganar dinero a partir del inicio de la vida laboral, tras un período de formación académica más o menos extenso.-Durante los primeros años de nuestra vida laboral, los salarios suelen ser reducidos, pero, a medida que aumenten la formación y la experiencia, estos serán cada vez mayores.-Pueden aparecer, también, fases en las que no generemos ingresos, bien por hallarnos en situación de desempleo.
Estas fases son críticas, pues los gastos personales se mantienen en ausencia de ingresos.-Por último, llega la etapa de la jubilación en la que dejaremos de obtener un salario (ya no trabajamos), pasando a recibir una pensión de
jubilación. En él vemos que los gastos son más o menos constantes a lo largo de nuestra vida, mientras los ingresos pueden caer por desempleo, jubilación, enfermedad,…
Por tanto, el ahorro actúa como agente nivelador, con signo positivo en épocas en las que obtengamos más renta. Y con signo negativo
(desahorro)
en aquellas en las que no generemos renta. Como conclusión vemos que el ahorro nos permite obtener una renta permanente para hacer frente a todas estas situaciones adversas.