1. El Entorno de la Empresa
Uno de los componentes fundamentales de la empresa es el marco externo en el que desarrolla su actividad. En este sentido, la empresa está abierta al medio en el que actúa, en el que a su vez influye y del que recibe influencias. Dentro de este marco externo, conviene distinguir entre el entorno general y el entorno específico.
El Entorno General
El entorno general es el conjunto de factores y circunstancias que afectan por igual a todas las empresas de una determinada sociedad o ámbito geográfico; por ejemplo, las empresas españolas en un determinado periodo. Un aumento de la renta disponible de los españoles o una nueva ley de contratación laboral afectan a todas las empresas españolas, independientemente de la actividad a la que se dediquen.
El Entorno Específico
El entorno específico es más concreto y se refiere únicamente a aquellos factores que influyen sobre un conjunto de empresas que tienen características comunes y que operan en un mismo sector de actividad; por ejemplo, las empresas fabricantes de coches que compiten en el mercado español.
Los Factores del Entorno General
El entorno general está formado por un amplio conjunto de factores que delimitan el marco en el que actúan las empresas y establecen las circunstancias en las que se han de desenvolver. Entre ellos, destacan los siguientes:
1. Factores Económicos
Unos tienen un carácter más temporal, como el nivel de actividad económica del país (ciclos económicos), la situación de desempleo, los tipos de interés, la inflación, etc. Por ejemplo, una mejora de la economía (crecimiento económico) o una reducción en los tipos de interés inciden de forma positiva sobre las expectativas de futuro de las empresas y, por tanto, condicionan favorablemente sus decisiones de inversión; lo contrario ocurre cuando la economía se encuentra en una fase de recesión o de crisis. Otros factores económicos del entorno influyen de forma permanente sobre las empresas; por ejemplo, el grado de desarrollo económico y de industrialización del país, las infraestructuras disponibles, etc.
2. Factores Socioculturales
Entre ellos, pueden citarse el nivel educativo, las pautas culturales, los estilos de vida y hábitos de consumo, las tendencias de la moda, la concertación o conflicto entre los agentes económicos, las diferencias sociales, las circunstancias demográficas, etc. Todos estos factores afectan a la demanda de las empresas, que se ven obligadas a reaccionar adaptándose a los cambios si quieren garantizar su supervivencia. Por ejemplo, la preferencia creciente de los consumidores por los productos saludables obliga a las empresas a ofrecer nuevos artículos con estas características.
3. Factores Político-Legales
Comprenden las medidas que toman los gobiernos en sus políticas económicas y las leyes que establecen el marco jurídico en el que se mueven las empresas. Los gobiernos determinan la política fiscal y elaboran normas que regulan los diferentes mercados (ley de comercio, salario mínimo, defensa de la competencia, requisitos para la creación de empresas, etc.). Además, el Estado también interviene a través de políticas de promoción de la actividad empresarial o regulando determinados sectores.
4. Factores Tecnológicos
Los cambios y avances tecnológicos afectan tanto a los productos que ofrecen las empresas como a sus procesos de producción. La aparición de las nuevas técnicas obliga a las empresas a incorporarlas si quieren mantener su posición en el mercado. A su vez, la aceleración de las innovaciones está disminuyendo el ciclo de vida de los productos (se introducen novedades en el mercado en un espacio de tiempo cada vez más corto) y las empresas que no están atentas pronto descubren que sus productos quedan desfasados.
Los Factores del Entorno Específico
Constituyen el sector de actividad en el que participa la empresa y son, por tanto, los que la afectan más directamente. Por este motivo, la empresa se ve obligada a conocerlo y a tener en cuenta sus cambios. Entre los actores más cercanos que rodean a la empresa están:
- Los proveedores y suministradores: de materias primas y otros recursos necesarios para la actividad productiva de la empresa.
- Los clientes o consumidores: que adquieren los productos de la empresa.
- Los competidores: o empresas que producen el mismo tipo de bienes y que, por ello, participan en el mismo mercado y se dirigen a los mismos clientes.
- Los intermediarios/distribuidores: que facilitan a los consumidores acceder a los productos a través de los canales y puntos de distribución y venta.