Evolución del Empresario: Siglos XIX y XX y sus Diferentes Roles

El Empresario en el Siglo XIX: El Organizador

En el siglo XIX, Alfred Marshall fue pionero en diferenciar al empresario como el individuo que dirige y organiza. Esta perspectiva abrió la posibilidad de que el empresario no necesariamente aportara capital ni fuera propietario. Marshall también introdujo la idea de que el empresario es el cuarto factor productivo, cuyas habilidades de coordinación son cruciales para el éxito de la empresa.

Para Marshall, el beneficio empresarial se derivaba de la función de coordinación.

El Empresario y el Riesgo: Siglo XX

En el siglo XX, Frank Knight definió al empresario como aquel que asume riesgos. Según Knight, el empresario debe pagar los factores productivos (salarios, materias primas, etc.) sin tener la certeza de poder vender sus productos. Este riesgo inherente a la actividad empresarial, la posibilidad de perder capital, es lo que, para Knight, justifica el beneficio.

El Empresario Innovador: Schumpeter y la Destrucción Creativa

Joseph Schumpeter consideraba al empresario como un innovador, un motor de cambio tecnológico y crecimiento económico. El empresario, al introducir nuevos productos o formas de producción, genera innovaciones que impulsan la economía. Este proceso de innovación-imitación-innovación, conocido como «Destrucción Creativa», es fundamental para el desarrollo económico.

El beneficio, en este contexto, es la recompensa por la contribución del empresario al progreso tecnológico.

El Empresario y la Tecnoestructura: Galbraith

En las grandes empresas del siglo XX, John Kenneth Galbraith identificó la «tecnoestructura» como el grupo de profesionales expertos que dirigen la empresa. La división entre propietarios y directivos, según Galbraith, genera conflictos de objetivos: los propietarios buscan maximizar los beneficios, mientras que los directivos tienen objetivos más amplios, como el crecimiento y el prestigio.

El Empresario como Descubridor de Oportunidades: Kirzner

Israel Kirzner definió al empresario como aquel que busca continuamente nuevas oportunidades de negocio, detectando necesidades no cubiertas en el mercado.

Tipos de Empresas y Sociedades Mercantiles

Las empresas se clasifican en dos grandes grupos:

  • Empresario Individual (Autónomo): Persona física que inicia una actividad en nombre propio.
  • Sociedades Mercantiles: Agrupaciones de personas que forman una nueva empresa con personalidad jurídica.

Dentro de las sociedades mercantiles, se distinguen:

  • Sociedades Personalistas: Los socios gestionan la empresa.
  • Sociedades Capitalistas: Los socios aportan capital, y la gestión puede ser delegada.
  • Sociedades de Interés Social: Se forman para satisfacer las necesidades de sus socios.

Sociedad Colectiva

La sociedad colectiva es una forma jurídica donde los socios se comprometen a trabajar en la empresa y aportan capital, compartiendo derechos y obligaciones. Existe la posibilidad de socios industriales que solo aportan trabajo.

Características:

  • Número mínimo de socios: Dos.
  • Responsabilidad: Ilimitada y solidaria.
  • Capital mínimo: No hay.
  • Transmisión de la condición de socio: Restringida.
  • Impuesto: Sociedades.

Sociedad Comanditaria

Esta sociedad tiene dos tipos de socios:

  • Socios Colectivos: Aportan capital y trabajan en la empresa, gestionándola.
  • Socios Comanditarios: Solo aportan capital, sin participar en la gestión.

Características:

  • Número mínimo de socios: Dos (uno colectivo y uno comanditario).
  • Responsabilidad: Ilimitada y solidaria para los socios colectivos; limitada al capital aportado para los comanditarios.
  • Capital mínimo: No hay.
  • Transmisión de la condición de socio: Restringida.
  • Impuesto: Sociedades.

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