Evolución del Sistema Monetario y Crediticio: Del Patrón Oro a la Era Posbélica

El Sistema Monetario y de Crédito: Del Patrón Oro a la Era Posbélica

El Periodo Anterior a las Guerras

A lo largo de la era moderna se fueron consolidando mercados internacionales de divisas que facilitaron el comercio internacional gracias a la introducción de innovaciones financieras. Tradicionalmente, la unidad de cuenta se ligaba a un determinado peso en oro. Esta relación determinaba su valor nominal. En consecuencia, el mayor o menor contenido de oro de cada unidad de cuenta determinaba su tipo de cambio en las transacciones internacionales. Inglaterra fue evolucionando hacia un sistema de patrón oro hasta que lo adoptó formalmente con una reforma que volvió a poner en circulación las pequeñas monedas de oro. También empleaban otros métodos de pago como el cheque o los billetes de bancos.

Durante este periodo, el volumen de dinero en circulación dependía de la oferta de oro del Banco de Inglaterra, y ésta dependía de la demanda y de la oferta mundiales de oro. Si las exportaciones eran mayores a las importaciones, se producía una afluencia de oro y viceversa. El oro era la moneda internacional con la que se saldaban las deudas importantes entre personas de diferente nacionalidad.

Los billetes del Banco de Inglaterra no eran de uso común porque solo se podían convertir en metálico en Londres y se utilizaban para cantidades importantes. Cuando el comercio estaba en auge y los pedidos fluían libremente, el número de receptores de promesas de pago que buscaban el reembolso inmediato de los bancos debía de ser muy grande; y los bancos estaban deseosos de satisfacer a aquellos clientes si el crédito era bueno.

Los bancos eran puras instituciones con propósitos de lucro que operaban con unas reservas en metálico flexibles, basadas en la valoración de los riesgos que ocurrían al aumentar el crédito. El Banco de Inglaterra adoptó la política de descontar los efectos comerciales que considerase seguros y permitió que su reserva de oro fluctuase.

El Periodo Posbélico: La Consolidación del Patrón Oro

Después del final de la guerra, el patrón oro se convirtió en un sistema iuris, mediante la aprobación de una serie de leyes. Tras la promulgación de estas disposiciones legales, Gran Bretaña adoptó el patrón oro pero con unas características muy claras:

  • La libra se ligó a un determinado peso en oro.
  • Las monedas debían de ser de libre circulación.
  • Los billetes de banco en circulación debían de ser convertibles.

Los bancos tuvieron una gran participación en la primera revolución industrial. La necesidad de satisfacer la demanda urgente, propició que centenares de pequeños bancos provinciales emitieran billetes de valor relativamente bajos. La ley no permitió que se convirtiesen en grandes establecimientos para evitar que la posible bancarrota tuviera efectos desastrosos sobre toda la nación. La debilidad esencial de la estructura crediticia se puso claramente de manifiesto cuando el boom especulativo dio lugar a un verdadero colapso financiero.

Cuando el boom se interrumpió, no solo supuso el hundimiento de muchos bancos provinciales, sino que también supuso casi la eliminación del patrón oro en el país. Esta situación perduró hasta 1797, cuando se suspendieron súbitamente los pagos en efectivo y cuando se liberó al Banco de Inglaterra de su obligación de convertir los billetes en oro. Esto ocurrió por varias razones. En primer lugar, por las importantes salidas de oro que estaba sufriendo el país. Algunos bancos provinciales tuvieron que suspender los pagos. Al mismo tiempo, los elevados gastos bélicos del Gobierno, los subsidios a los aliados, los préstamos obtenidos por estos en el mercado británico constituyeron otras tantas presiones sobre la balanza de pagos.

El banco intentó reducir su pasivo a un nivel menos peligroso. Tras la suspensión de la convertibilidad, el crédito continuó expandiéndose y los precios tendieron a subir. En consecuencia, la libra comenzó a devaluarse. Los bancos concedían todas las peticiones de crédito seguras, aumentaron los precios y aumentó la demanda de algunos artículos de importación. Y naturalmente, el oro seguía saliendo del país para financiar el exceso de importaciones.

Esto obligó al Gobierno a tomar medidas rápidamente. Se anunció explícitamente la llamada “Regla Palmer”. Consistía en que el Banco mantuviese las dos terceras partes del pasivo en forma de efectos y el tercio restante en forma de reserva metálica. Lo que buscaban era un principio automático de gestión que liberase a los directores de los bancos de su responsabilidad activa en el control de la circulación. En conclusión, los bancos habían creado ya un complejo servicio para el comercio exterior.

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