Nueva crisis en el Sector Industrial 1989 – 1993

Declive de la producción industrial con origen en una importante contracción de la demanda interna. Coincide en España con la apertura al exterior y una apreciación de la peseta. Aumenta la presión competitiva. Se incrementan los costes laborales unitarios que no se adaptaron a la nueva situación recesiva. Se reduce la rentabilidad de las empresas. La adopción de nuevas medidas y sucesivas devaluaciones consigue una cierta recuperación de la productividad, de la inversión y la rentabilidad.

El sector industrial: evolución a partir de 1994

Recuperación rápida del sector industrial, especialmente en sectores como la industria química, automoción y textil. Hasta el 2001, el Valor Agregado Bruto (VAB) crece muy por encima del Producto Interior Bruto (PIB). A partir de ese año, el crecimiento se modera significativamente, manteniéndose muy por debajo del crecimiento del PIB. Los sectores que más contribuyen son la metalurgia, maquinaria, transporte, sectores con una intensidad tecnológica media. Los sectores de intensidad tecnológica alta muestran un buen comportamiento y apertura al exterior.

El problema de la competitividad

El análisis en la industria es clave para determinar su evolución. La competitividad industrial se puede evaluar a través de las cinco fuerzas de Porter:

• Amenaza de entrada de nuevos competidores.
• Poder negociador de proveedores.
• Productos sustitutivos.
• Rivalidad entre competidores actuales.

Características estructurales de la industria

Uno de los factores determinantes del cambio estructural es el provocado por la entrada de España en la Unión Europea (UE):

1. Cambio en la estructura productiva: disminución de la importación de las manufacturas tradicionales a favor de otras con mayor intensidad tecnológica.
2. Aumento de las exportaciones e importaciones (en los primeros años, mayores que en las segundas), lo que supuso un deterioro en el saldo comercial y en la tasa de cobertura.
3. Mayor especialización con destino en las exportaciones: incremento en los productos con tecnología media-alta.
4. Incremento en la productividad que ha mejorado la competitividad.
5. Mayor dinamismo en el sector empresarial.

El entorno en la industria española

Globalización de la economía. Factores potenciadores:

• La introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y su difusión en el modelo productivo.
• La internacionalización de las actividades productivas: Mayor segmentación. Deslocalización. Mayor aprovechamiento de las ventajas competitivas de cada región. Intensificación de los procesos de integración económica derivados de esa internacionalización.

Esta internacionalización supone:

• Mayor fluidez de mercados de capitales.
• Homogeneización en las pautas de consumo.
• La labor de organismos internacionales como el GATT.

La industria española ha experimentado un lento crecimiento en la participación del VAB industrial europeo.

Agenda de fortalecimiento del sector industrial en España

Se proponen diez líneas de actuación para fortalecer el sector y mejorar la competitividad de la industria española.

En el ámbito nacional

1. Estimular la demanda de bienes industriales con efecto multiplicador en la economía.
2. Mejorar la competitividad de los factores productivos clave.
3. Asegurar un suministro energético estable, competitivo y sostenible dentro de la UE.
4. Reforzar la estabilidad y uniformidad del marco regulatorio español.
5. Incrementar la eficiencia y la orientación al mercado y a los retos de la sociedad de la I+D+i.
6. Apoyar el crecimiento y profesionalización de las PYME españolas.
7. Adaptar el modelo educativo a las necesidades de las empresas.
8. Aumentar el peso de la financiación no convencional en las empresas industriales.

En el ámbito internacional

1. Apoyar la internacionalización de las empresas industriales y diversificación de mercados.
2. Orientar la capacidad de influencia de España a la defensa de sus intereses industriales.

TEMA 6 Introducción

La oferta de trabajo

La oferta de trabajo está constituida, a efectos estadísticos, por todas las personas con más de 16 años que trabajan de forma remunerada al menos una hora a la semana o que buscan activamente un empleo y están dispuestos a incorporarse de forma inmediata si se les ofrece alguno. La base de la oferta laboral de un país dado está determinada por la población del país y por su estructura de edades, de lo que deriva el potencial de mano de obra para trabajar: Generalmente todos los ciudadanos de 16 a 65 años (oferta potencial de trabajo) con capacidad para llevar a cabo una actividad laboral.

Las características de la oferta laboral son:

• Una tasa de actividad en ascenso: Históricamente, la tasa de actividad de la población española ha sido baja en comparación con los demás países de la UE. El principal factor radica en el reducido nivel de participación de la mujer en el mercado laboral.
• Feminización de la población activa y del empleo: El aumento relativo de la oferta laboral femenina es más acusado en el caso español debido a los intensos cambios socioculturales que ha experimentado el país en los últimos 30 años.
• De receptores a emisores. La crisis y el cambio de flujos migratorios: El crecimiento desde mediados de los noventa hasta finales de la primera década del siglo XXI produjo una atracción de flujos migratorios que impulsaron la oferta laboral española. Aunque, una vez iniciada la crisis, los sectores económicos que absorbieron con mayor facilidad la mano de obra extranjera fueron los más afectados por la crisis, lo que ha reducido la llegada de extranjeros y ha provocado el retorno de gran número de ellos.
• Una población que envejece: La población española envejece de forma intensa, lo que puede provocar problemas graves de disponibilidad de mano de obra en el futuro, a la vez que aparece una incertidumbre sobre el sistema de protección social.
• Una población cuyo ciclo laboral se acorta: Desde hace varios años se está atrasando la entrada al mercado laboral por imperativos legales y sociales. Este proceso se intensificó durante el periodo de crisis económica.

Desequilibrios del mercado laboral

Los mercados laborales mantienen niveles de desequilibrio en su funcionamiento, entre la oferta y demanda:

• Cuantitativo: Hace referencia al exceso de oferta sobre la demanda y es una situación habitual en los mercados, con mayor o menor intensidad.
• Espacial: Relativo a los comportamientos diferenciados de los mercados laborales según áreas geográficas.
• Ocupacional: Expresa diferencias entre la oferta y la demanda por tipos de ocupaciones, que es, en definitiva, el ámbito en el que se articulan y definen los mercados de trabajo.

Desempleo

La historia económica indica que la situación de los mercados de trabajo de cualquier país y momento histórico es de desequilibrio en términos de oferta sobre la demanda existente. El exceso de oferta es lo que se conoce como desempleo.

Desequilibrios territoriales

Otra característica del mercado laboral español son los profundos desequilibrios territoriales.

El desempleo de larga duración, un riesgo estructural

: La crisis económica afecto a los sectores con mayor expansión de la demanda laboran y derivó en la destrucción de puestos de trabajo en los y en un incremento del desempleo. La baja empleabilidad de los afectados, con un nivel de cualificación medio-bajo y provenientes de un sector con perspectiva de recuperación media-baja dificulta la capacidad para encontrar trabajo. 4. Difícil inserción de los más jóvenes en el mercado laboral: La crisis económica ha impactado sobre los menores de 25 años. Durante el periodo de expansión económica el boom inmobiliario hizo que mucho jóvenes abandonaran sus estudios para trabajar, pero acabada esta etapa estos puestos de trabajo fueron suprimidos. La formación y la migración han sido las principales vías de escape para la población juvenil. Salarios El coste del trabajo es una de las partidas más significativas de los costes de producción de una empresa, constituye una fuete fundamental de ingresos para la mayor parte de la población. Desde la perspectiva empresarial: Una gestión eficiente tratara de minimizar el coste de trabajo utilizado para cada unidad de producto (coste laboral unitario). Desde la perspectiva del trabajador: Su objetivo será obtener el máximo beneficio posible de renta total en términos reales.