Japón es una de las economías más importantes del mundo, la segunda más desarrollada a nivel mundial. La crisis que experimentó en 1991 se asemeja a la que sufrió Estados Unidos en 2001. A continuación, se detalla la evolución de la economía japonesa en las últimas décadas:
1970: Fuerte Desarrollo Económico
Japón se convirtió en la tercera economía más importante después de Estados Unidos y la URSS, con un crecimiento medio cercano al 10%. Este crecimiento se basó en un modelo económico y social diferente al de los modelos occidentales.
Características del Modelo de Desarrollo Japonés
- Sistema económico y social basado en la cohesión social y en la búsqueda de objetivos colectivos: Por razones culturales y sociales, el modelo de desarrollo económico era un sistema muy basado en la cooperación y no en la competencia, un sistema más colectivo en muchos ámbitos.
- Sistema de empleo basado en la participación activa de los trabajadores y en relaciones de larga duración: Era normal que una persona comenzara a trabajar de joven y permaneciera muchos años en la misma empresa. Esto favorecía los sistemas de participación de los trabajadores y los salarios ligados a la edad.
- Altos niveles de formación: Se priorizaba la formación profesional en carreras científicas y tecnológicas.
- Altas tasas de inversión: Se fomentaba la inversión en diversos sectores.
- Fuerte actividad en innovación y desarrollo: Se impulsaba la innovación y el desarrollo tecnológico.
- Límites a la competencia para favorecer la creación de estructuras oligopólicas: Se buscaba crear grandes estructuras, ya que en un entorno competitivo las empresas suelen invertir menos.
- Política agresiva de exportaciones: El gobierno implementó medidas para ayudar a las empresas exportadoras, como ayudas fiscales y financiamiento accesible. Simultáneamente, se restringía la entrada de productos y empresas extranjeras.
- Gobierno fuertemente intervencionista: El gobierno no se limitaba a establecer políticas macroeconómicas básicas, sino que diseñaba la política económica empresarial, impedía la competencia interna y estaba detrás de todo el desarrollo interno del país.
Durante muchos años, Japón fue un país que crecía a ritmos muy fuertes.
Principios de los 70 – Mediados de los 80: Desaceleración Económica
Durante estos años, se produjo un descenso en la capacidad de crecimiento, en torno al 4,5% debido a la crisis del petróleo, aunque siguió siendo mucho más alto que el de muchos países desarrollados.
1990: Dinamismo Económico y Burbuja Especulativa
Se experimentó un fuerte dinamismo económico, aunque no tan elevado como en la etapa anterior. La productividad del trabajo crecía por encima del 5%, lo que reducía los costes de los productos. Japón se posicionó como uno de los referentes internacionales en el ámbito financiero y económico. Las grandes empresas japonesas se expandieron al exterior, especialmente a Estados Unidos, y los mercados financieros se abrieron. La bolsa de Tokio se convirtió en un epicentro financiero. Se produjo una burbuja especulativa en el mercado bursátil, con un aumento del valor de las acciones, y una fuerte revalorización de los activos inmobiliarios. En cuatro años, el precio de la vivienda en Japón se multiplicó por dos. El valor de la vivienda creció mucho, lo que a corto plazo tuvo consecuencias positivas, ya que al aumentar el valor de los activos, la gente se sentía más rica y consumía más. El incremento del volumen de créditos, año tras año un 15%, y por tanto de la oferta monetaria, también contribuyó a este dinamismo. El aumento de la competencia entre los bancos llevó a una reducción de los márgenes de beneficio, y los bancos reaccionaron aumentando su volumen de préstamos, a veces sin analizar bien los riesgos.
Desde 1991: Crecimiento Económico Bajo y Recesiones
Desde 1991, Japón ha experimentado un crecimiento económico medio bajo, con varios periodos de recesión. Se ha observado una ligera deflación, que distorsiona el funcionamiento de la economía, y un aumento del desempleo, terminando con el modelo de empleos seguros y de larga duración.
Causas de la Crisis
El elemento principal de la crisis fue el estallido de la burbuja bursátil e inmobiliaria. Esto implicó la desaparición de uno de los elementos que sostenía la economía. Inmediatamente después, se produjo una crisis en el sistema bancario.
Causas de la Crisis Bancaria
- Choque competitivo generado en la etapa anterior.
- Aumento de préstamos morosos. La morosidad aumentó porque en los años anteriores se tomaron muchos riesgos, sin un análisis adecuado.
- Ausencia de mecanismos de supervisión de los bancos por parte de las autoridades.
El estallido de la burbuja inmobiliaria y bursátil provocó una pérdida de patrimonio por parte de las familias, lo que llevó a la no devolución de los préstamos.
Contracción del Crédito
Se produjo una contracción en el volumen de créditos debido a:
- Menor demanda, ya que los agentes ya estaban muy endeudados.
- Menor concesión de créditos: Los bancos empezaron a tener más cuidado y a vigilar más los riesgos debido a los problemas de morosidad. La quiebra de los bancos produjo una fuga de depósitos.
Consecuencias
- Restricción económica: Menor capacidad de gasto.
- Problemas para gestionar la política monetaria.
Respuesta de las Autoridades
Se implementó una política monetaria fuertemente expansiva, con tipos de interés nulos, masiva inyección de liquidez y aumento de la base monetaria, sin apenas consecuencias. El objetivo era aumentar el PIB, el empleo y elevar los precios, pero no se logró. No fue suficiente para acabar con la crisis. La política fiscal también fue expansiva, pero no logró reactivar la economía y se transformó en fuertes déficits públicos que aumentaron enormemente la deuda pública.