El Comercio Interior en España: Evolución, Formas y Tendencias
El comercio es uno de los subsectores más importantes del sector servicios y, dentro de este, el comercio interior es quizá el de mayor relevancia. Pone en contacto al consumidor con los bienes producidos o importados, tanto mediante comercios mayoristas como, sobre todo, minoristas, que actúan de intermediarios entre el productor y el consumidor final. Representa aproximadamente el 14% del PIB y ocupa casi al 20% de la población. Sin embargo, en los últimos años ha experimentado numerosos cambios en la oferta, la demanda y las formas de comercialización.
Transformaciones en la Relación Consumidor-Producto
La relación entre el consumidor y el objeto consumido es muy diferente al tipo de relación comercial de generaciones anteriores, debido a los notables cambios socioeconómicos que ha experimentado España en las últimas décadas. El crecimiento de las ciudades hacia las periferias, a menudo de manera difusa, ha generado grandes áreas metropolitanas vertebradas por redes de carreteras de alta capacidad, donde el automóvil de uso privado se ha vuelto indispensable. En consecuencia, los comercios se han transformado y no siempre se encuentran cerca del hogar; se han concentrado en esas zonas, adaptándose a la multiplicidad de horarios laborales y hábitos de consumo de nuestra sociedad.
Además, el aumento generalizado del nivel de renta ha provocado que, si bien gastamos cada vez más en productos básicos, se haya disparado el gasto en aspectos relativamente secundarios como el ocio o el turismo. Por otro lado, los ritmos y límites de compras también han cambiado debido al uso de tarjetas de crédito, créditos al consumo y pagos aplazados.
Innovaciones en la Oferta y la Logística
La forma de ofertar los productos también ha experimentado cambios, siendo cada vez más eficiente en costes y disponibilidad gracias a las plataformas logísticas y al uso de tecnologías como lectores de códigos de barras y sistemas informáticos de almacén. La creciente competencia ha impulsado el desarrollo de técnicas de marketing y publicidad para adaptarse o moldear los gustos y hábitos de consumo, basándose más en la imagen del producto que en su utilidad o calidad. La globalización ha implantado grandes empresas de distribución a nivel mundial, que ofrecen una gran variedad de productos a precios muy ajustados.
Nuevas Formas Comerciales y su Impacto
Junto a la variabilidad de oferta y demanda, han surgido nuevas formas comerciales distintas a las tradicionales, modificando también los hábitos de consumo. A partir de los años setenta, el comercio tradicional de cercanía comenzó a perder competitividad frente a los supermercados e hipermercados de empresas multinacionales, que crecían al ritmo de las ciudades españolas. Lo mismo ocurría con los grandes almacenes, aumentando la concentración empresarial para incrementar su mercado potencial. Sin embargo, en los años noventa, ese pequeño comercio apostó por la calidad y el servicio, y tendió a concentrarse en centros comerciales. Además, se reconvirtió con el sistema de franquicias, con tiendas de pequeño o medio tamaño, pero con una extraordinaria implantación territorial.
Tendencias Actuales en el Comercio Minorista
Más recientemente, han irrumpido con fuerza el gran supermercado y el pequeño hipermercado, que atraen a los compradores por su cercanía y por poseer aparcamientos propios. Ligado a esta idea, en las periferias urbanas los centros comerciales han evolucionado hacia el concepto de “pequeñas ciudades comerciales”, como el de la Luz del Tajo, donde se pueden realizar todo tipo de actividades, desde compras básicas hasta ocio y restauración. Junto a esos macrocentros comerciales, se han implantado otros que venden productos a precios muy competitivos por ser excedentes de producción, tener taras o pertenecer a otras temporadas: son las denominadas tiendas outlet.
Otro tipo de establecimientos son similares a los anteriores, pero se especializan en un producto muy determinado y tratan de vender al precio más bajo del mercado. Son los denominados category killers, que se agrupan con otros establecimientos de similares características para compensar los gastos de tiempo y desplazamiento de los compradores. Otros establecimientos también usan el precio como reclamo, ahorrando costes en personal o publicidad, y otros atraen clientes con un horario comercial muy amplio: son las tiendas de descuento y las de conveniencia.
La Revolución del Comercio Electrónico
La última gran revolución del comercio interior es el comercio electrónico, que ha crecido enormemente en los últimos años en España debido a la masiva difusión de productos relacionados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), como tabletas y teléfonos inteligentes, así como a la concentración de la oferta a través de grandes empresas. Estas controlan una gran cantidad de productos que ofrecen a precios bajos, con buenas condiciones de posventa y gran seguridad en los medios de pago, usando a otras empresas para distribuir los productos y acercarlos a los domicilios de los consumidores.
Conclusión: Un Sector en Constante Evolución
Estas son las características del comercio interior, que evoluciona conforme lo hace la sociedad para seguir sobreviviendo o absorbiendo mercado, y que tiende a la internacionalización. La predominancia de las multinacionales es creciente, como se observa en los hipermercados y el comercio electrónico.