Evolución y Tipos de Organización Empresarial: De la Era Industrial a la Empresa Inteligente

1. Evolución de la Organización Empresarial

Aunque el análisis de las empresas como sistemas organizativos es relativamente reciente y se centra principalmente en las grandes multinacionales, la realidad es que cualquier tipo de empresa, incluso las más básicas, ha utilizado diferentes elementos y principios organizativos desde sus inicios.

Un ejemplo de ello son los gremios de la Edad Media, considerados como el germen de las organizaciones empresariales actuales.

Con la llegada de la Revolución Industrial, numerosos inventos científicos impactaron directamente en los procesos productivos. Esto implicó la incorporación de nuevas tecnologías (máquina de vapor, electricidad, etc.) y la transformación de las técnicas de organización del trabajo.

La mejora de los métodos de trabajo adquirió gran importancia, y a finales del siglo XIX se establecieron los principios de la organización científica del trabajo.

Posteriormente, se reconoció la importancia de la motivación y los aspectos psicosociales, dando lugar a la Escuela de las Relaciones Humanas, que se centra en el factor humano dentro de las organizaciones.

Los elementos organizativos son las partes que componen la estructura de la empresa (trabajadores, departamentos, canales de comunicación, etc.), que se pueden organizar según diferentes principios organizativos (autoridad, descentralización, motivación, etc.).

1.1. La Organización Científica del Trabajo

La organización científica del trabajo ofrece una visión mecanicista del proceso productivo, donde la empresa se considera una máquina y el trabajo una pieza más. El trabajador es visto como un ser egoísta y perturbador, motivado únicamente por el salario, que necesita ser controlado y supervisado.

Según la escuela clásica, existe una única forma óptima de organizar el trabajo, universal e inmutable, basada en los siguientes principios:

  • Toma de decisiones centralizada.
  • Máxima división del trabajo y especialización productiva.
  • Jerarquía y liderazgo autocrático.
  • Comunicación unidireccional, de arriba hacia abajo (de jefes a empleados).
  • Rígidos sistemas de supervisión y control, con énfasis en el aspecto formal de la organización.

Los postulados de la escuela clásica de la organización científica del trabajo representan los primeros intentos de analizar la empresa como un sistema interrelacionado. Esta visión mecanicista se ve reflejada en las ideas de dos autores destacados: Frederick Winslow Taylor (Taylorismo) y Henry Fayol (Fayolismo).

F.W. Taylor

Taylor se centró en la observación detallada del trabajo. Preocupado por la ineficiencia, atribuía las causas a la pereza e incompetencia de los obreros. Su solución: la división extrema del trabajo (especialización).

Buscó la aplicación de métodos científicos a la organización del trabajo, afirmando que «siempre existe un método mejor para hacer cualquier cosa«. Sus principios básicos son:

  • Establecer previsiones de tiempos y niveles de producción.
  • Separación entre la planificación y la ejecución del trabajo, y entre el trabajo y la dirección («Al trabajador no se le paga para que piense, sino para que trabaje»).
  • Organización funcional: cada obrero recibe órdenes de varios jefes especialistas.
  • Racionalización del trabajo: buscar la máxima eficiencia, asignando tareas según la cualificación, utilizando la maquinaria adecuada, evitando movimientos innecesarios, etc.
  • Implementar un sistema de remuneración que premie los resultados y el esfuerzo.
  • Crear un mecanismo de control del trabajo, que requiere una medición precisa del mismo.

Aunque hoy en día este modelo se cuestiona por ignorar los aspectos psicológicos de los trabajadores, en su época tuvo una gran influencia.

H. Fayol

Fayol formuló la versión más administrativa del Taylorismo. Al igual que este, considera al personal como una pieza pasiva dentro de un engranaje controlado por la dirección. Se centra en la organización formal, ignorando las relaciones informales.

Para Fayol, la responsabilidad es consecuencia de la autoridad. Concibe la empresa como un conjunto de sectores, donde predomina el sector administrativo o gerencial.

Destaca la estructuración jerárquica y el principio de autoridad basado en el organigrama.

  • Unidad de dirección: una dirección para un conjunto de actividades con un mismo objetivo.
  • Funciones directivas: planificar, organizar, tomar decisiones, coordinar y controlar.
  • Unidad de mando: un empleado solo debe recibir órdenes de un jefe.

Dentro de la escuela clásica, Fayol se considera el equivalente de Taylor en el ámbito administrativo, mientras que Taylor se centró en el aspecto técnico.

1.2. La Escuela de las Relaciones Humanas

Elton Mayo, precursor de la Escuela de las Relaciones Humanas, realizó investigaciones en la fábrica Hawthorne de la Western Electric Company en la década de 1920. Descubrió que tratar a los trabajadores como seres humanos influía en la productividad. También se observó la importancia de la colaboración de los grupos informales.

  • La influencia del grupo de trabajo es determinante en las actitudes y el comportamiento de los trabajadores.
  • La productividad no depende solo de la capacidad física y los incentivos económicos, sino también de factores psicosociales (buen clima laboral, participación, integración en el grupo, etc.).

A diferencia de la escuela clásica, que se centraba en los aspectos formales, la Escuela de las Relaciones Humanas se enfocó en los aspectos informales.

Aunque se han criticado estos experimentos por su falta de rigor, supusieron una importante contribución al conocimiento del funcionamiento real de la empresa. Sin embargo, se les acusa de minusvalorar las motivaciones económicas.

1.3. Nuevas Aportaciones a la Organización Empresarial

En la actualidad, los principios de estas escuelas se han complementado con nuevas ideas adaptadas a entornos más complejos, tecnológicos y cambiantes. Algunas de estas nuevas aportaciones son:

La Empresa Red

Es una forma estratégica, organizativa y productiva basada en la interconexión de negocios industriales, comerciales y financieros a través de acuerdos y pactos entre las empresas que la componen.

La organización en red se caracteriza por su apertura, autonomía funcional, descentralización e interconexión de agentes internos y externos, utilizando las TIC´s.

Organización en Trébol

Adoptada por muchas multinacionales, implica aplicar diferentes principios y elementos organizativos a distintos tipos de trabajadores. Se busca reducir costes fijos mediante la contratación temporal y la subcontratación, dividiendo la organización en tres grupos:

  • Núcleo de trabajadores profesionales: forman la parte estructural permanente, compuesta por directivos y trabajadores que ejecutan las funciones principales.
  • Trabajo flexible: trabajadores contratados, a menudo a tiempo parcial, con formación específica, que realizan tareas de apoyo.
  • Subcontratas: se externalizan procesos o actividades que la empresa no desea realizar con sus propios medios.

Organización Inteligente

Se basa en el aprendizaje continuo de todos los miembros de la organización. Requiere un esfuerzo en formación, reciclaje y cualificación para una toma de decisiones eficaz en todos los niveles.

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