Factores que Influyen en la Competitividad de un País
La competitividad de un país se ve influenciada por diversos factores:
- Instituciones: Incluyen aspectos como el impacto del terrorismo (que disminuye la competitividad), el crimen organizado, la protección de los derechos de propiedad, el comportamiento ético de las empresas y la credibilidad política. (Nota: Se menciona que España se encuentra por encima de la media en cuanto a la policía).
- Infraestructuras: Calidad y disponibilidad de carreteras, transportes, aeropuertos, etc.
- Estabilidad Macroeconómica: Niveles de inflación, déficit gubernamental, etc.
- Salud y Educación Primaria: Impacto de determinadas enfermedades, gasto en educación, esperanza de vida, etc.
- Educación Superior y Formación: Proporción de la población con estudios de tercer grado, calidad de los sistemas educativos, etc.
- Eficiencia del Mercado de Bienes: Número de procedimientos requeridos para iniciar un negocio, barreras de entrada, trámites burocráticos, etc.
Relación entre Niveles Salariales y Competitividad
La economía de un país ofrece suficientes niveles de competitividad internacional cuando su nivel de productividad nacional es superior a su nivel salarial nacional. Cuanto mayor es la diferencia positiva entre productividad y coste laboral, mayor será su ventaja competitiva.
Un país será tanto más competitivo cuanto mayor sea su nivel de productividad en relación con su coste laboral. Es crucial analizar ambos factores conjuntamente (costes laborales y evolución de la productividad) para determinar el nivel competitivo; comparar únicamente los costes laborales no es suficiente.
Otros Factores de Competitividad No Mencionados
Además de los factores listados, otros elementos a considerar para evaluar la competitividad de un país incluyen:
- Nivel de precios: Precios competitivos (idealmente decrecientes o estables).
- Calidad del producto y servicio: Satisfacción de las expectativas y necesidades del usuario.
- Tecnología: Adopción de nuevas tecnologías que abren oportunidades de negocio y facilitan la comunicación.
- Valor añadido: Si bien la competitividad a menudo se relaciona con precios bajos, también es fundamental valorar la calidad del producto, el prestigio de la marca, el diseño, los servicios postventa, etc.
Discriminación Salarial y Laboral de las Mujeres
Dificultades en el Estudio de la Discriminación Salarial
Existen varias dificultades a la hora de estudiar la discriminación salarial del colectivo femenino. Entre ellas, cabe destacar:
- Segregación Ocupacional: Las mujeres y los hombres suelen acceder a diferentes categorías profesionales y tipos de empleo. Las mujeres no ocupan los mismos puestos que los hombres en la misma proporción, y las características de los trabajos difieren (por ejemplo, entre industria y servicios). Esta segregación ocupacional representa una forma de discriminación INDIRECTA y complica el estudio comparativo de salarios.
- Antigüedad: Históricamente, los hombres llevan más tiempo en el mercado laboral, acumulando mayor antigüedad, lo cual a menudo se traduce en salarios más altos.
- Tiempo de Trabajo: Las mujeres tienen una mayor proporción de contratos a tiempo parcial en comparación con los hombres. Por ello, es necesario utilizar el salario por hora para realizar comparaciones más precisas, en lugar de salarios anuales.
- Fuentes de Datos: Las propias fuentes de datos estadísticos suelen ser imperfectas.
- Nivel Formativo: Aunque las diferencias formativas se están reduciendo, históricamente han introducido diferencias salariales. Esto afecta especialmente a mujeres de mayor edad.
- Cobertura de Encuestas: Las encuestas frecuentemente no tienen en cuenta a las empresas más pequeñas, donde la discriminación salarial podría ser más prevalente.
Relación con las Tareas Domésticas y de Cuidado
La distribución desigual del trabajo doméstico y de cuidados entre hombres y mujeres produce desigualdades en el trabajo productivo (remunerado). Las esferas doméstica y laboral están interconectadas.
Las mujeres, al dedicar más tiempo al trabajo no remunerado del hogar y los cuidados, a menudo trabajan menos horas en empleos remunerados, lo que resulta en menores salarios y menor proyección profesional. Esto también puede llevarlas a ocupar puestos de menor responsabilidad.
Se observa que la tasa de actividad de las mujeres tiende a descender a partir de cierta edad, ya que algunas abandonan el mercado de trabajo para dedicarse al cuidado familiar o al trabajo doméstico. Esta mayor dedicación a los cuidados también impulsa la segregación ocupacional hacia sectores o puestos compatibles con estas responsabilidades.
Los estudios concluyen que mientras no exista un reparto equitativo de las tareas del hogar y de cuidado, persistirá la discriminación laboral y salarial entre hombres y mujeres.