Fallos del Mercado: Causas, Consecuencias e Intervención del Estado

Fallos del Mercado

Causas y Consecuencias

Los fallos del mercado son consecuencias negativas del funcionamiento del mercado cuando no es eficiente en la asignación de recursos. El mercado favorece a los más ricos, lo que lleva a problemas de eficiencia en las economías de mercado y mixtas. A pesar de la intervención del Estado para mitigar estos efectos, no pueden eliminarse por completo.

Los principales fallos del mercado son:

  • Inestabilidad de los Ciclos Económicos: Fluctuaciones en la actividad económica que alternan entre expansión y recesión, afectando al empleo y los ingresos.
  • Existencia de Bienes Públicos: Bienes que no pueden ser proporcionados por el mercado debido a su naturaleza no rentable y su imposibilidad de excluir a los usuarios.
  • Externalidades: Costes o beneficios que afectan a terceros no involucrados en la actividad económica, no reflejados en los precios.
  • Competencia Imperfecta: Situaciones en las que las empresas tienen poder de mercado, lo que lleva a prácticas abusivas en la fijación de precios y cantidades.
  • Distribución Desigual de la Renta: El mercado no distribuye la renta de manera equitativa, lo que lleva a desigualdades sociales.

Intervención del Estado

El Estado interviene en la economía para tratar de corregir los fallos del mercado y favorecer su funcionamiento. Las principales formas de intervención son:

Política Económica

Conjunto de medidas e instrumentos utilizados por el Estado para influir en la actividad económica.

Suministro de Bienes Públicos

El Estado proporciona bienes y servicios de interés público que el mercado no puede ofrecer.

Política Medioambiental

El Estado regula la contaminación y protege el medio ambiente mediante instrumentos como umbrales máximos, impuestos unitarios y licencias de contaminación.

Competencia Imperfecta

El Estado promueve la competencia y evita prácticas abusivas mediante leyes antimonopolio y regulaciones.

La intervención del Estado puede mitigar los fallos del mercado, pero no eliminarlos por completo. Es un equilibrio constante entre la eficiencia del mercado y la equidad social.

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