Financiación Empresarial a Corto y Largo Plazo: Fuentes y Estrategias

Financiación Ajena a Corto Plazo

Los recursos propios suelen ser insuficientes para cubrir las necesidades de la empresa. En estos casos, es necesario utilizar recursos ajenos, que se caracterizan porque deben devolverse en un plazo de tiempo y tienen un coste explícito o interés que hay que pagar por usarlos. Según que este plazo sea inferior o superior al año, se distingue entre financiación ajena a corto y largo plazo.

Las fuentes de financiación ajena a corto plazo se utilizan para financiar operaciones del ciclo de explotación. Entre las más utilizadas podemos destacar:

  • El crédito comercial de proveedores.
  • Los préstamos y créditos bancarios.
  • El descuento comercial.
  • El factoring.

El Crédito Comercial de Proveedores

Habitualmente, las empresas no pagan al contado las materias primas o mercancías que les suministran sus proveedores. El aplazamiento del pago equivale, de hecho, a la obtención de un crédito concedido por los proveedores por el tiempo que dura el aplazamiento. Esta forma de financiación se conoce como crédito comercial o de funcionamiento, porque es una práctica comercial muy frecuente entre empresas.

Al ser operaciones habituales, las condiciones están establecidas y son conocidas por ambas partes (proveedor y cliente), y no requieren una negociación concreta en cada operación. Este carácter automático, cómodo y gratuito, hace que sea uno de los créditos a corto plazo más utilizados. No obstante, lo de gratuito es solo aparente, ya que, aunque no hay que pagar intereses, tampoco se obtienen descuentos por pronto pago, con lo que sí tienen un coste implícito que hay que tener en cuenta.

La operación suele formalizarse con un simple endeudamiento en cuenta por el importe de la factura, o mediante la aceptación de una letra de cambio. La garantía para el proveedor se halla en la solvencia de la empresa y en la confianza de la relación, y su plazo es variable: a fin de mes, a 30, 60 o 90 días, etc.

Los Préstamos y Créditos Bancarios

Otra forma de obtener recursos es acudir a instituciones financieras para negociar préstamos y créditos bancarios. Una vez concedido el préstamo, la empresa se compromete a devolver la cantidad recibida en los plazos acordados, más el precio del préstamo o interés que fija el banco.

Los préstamos y créditos bancarios a corto plazo suelen solicitarse para afrontar problemas de tesorería por desajustes entre los cobros y pagos derivados del ciclo de explotación. No tienen el carácter automático del crédito comercial de proveedores, ya que requieren una negociación previa con la institución financiera, pudiendo esta exigir determinadas garantías personales (avales) o reales.

Aunque tienen algunas semejanzas, conviene distinguir entre préstamos y créditos:

  • En un préstamo, la empresa recibe del banco la cantidad solicitada de forma inmediata, por lo que debe pagar intereses por todos los fondos recibidos.
  • Sin embargo, es bastante frecuente que las empresas precisen dinero para afrontar posibles necesidades que son difíciles de prever con exactitud. En estos casos, suele utilizarse la apertura de una cuenta de crédito o línea de crédito. La operación consiste en que el banco concede a la empresa una determinada cantidad o límite de dinero. El banco abre una cuenta corriente de cuyo dinero la empresa puede disponer según lo vaya necesitando, dentro de ese límite. Así, la empresa solo paga intereses por las cantidades efectivamente utilizadas y por el tiempo que emplea cada cantidad, y no por el total del crédito concedido, con lo que el coste por intereses disminuye.

El Descuento Comercial o Descuento de Efectos

Los derechos de cobro (letras de cambio, pagarés, etc.) pueden convertirse en dinero antes de la fecha de cobro. Cuando las empresas necesitan liquidez, en lugar de esperar a que llegue el vencimiento de la letra, pueden aprovechar la posibilidad que ofrecen los bancos de adelantar el dinero a través del descuento de efectos. Al descontar los efectos, estos quedarán en poder del banco, quien abonará a la empresa su importe, una vez deducidos los gastos por su servicio.

Para calcular la cantidad que recibirá la empresa o valor efectivo (E), restaremos al valor nominal de la letra (N) los intereses o descuento comercial (Dc) por los días que faltan para su vencimiento, más la comisión (C) que cobra el banco:

E = N – Dc – C

Para hallar los intereses, se aplica la fórmula del descuento comercial:

Dc = N · i · t / B

  • i: tipo de interés aplicado a la operación, expresado en tanto por uno.
  • t: tiempo entre el momento de la operación y el vencimiento del efecto.
  • B: base del tiempo (1, 12 o 360, según que el tiempo sean años, meses o días).

El descuento de efectos supone para la empresa un préstamo del banco, ya que podrá disponer de los fondos antes de lo previsto, aportándole la liquidez que la empresa necesita. Sin embargo, el riesgo para la empresa no desaparece hasta que el deudor haya pagado, ya que, en caso de resultar impagado el efecto, el banco le retira el dinero que le adelantó y le devuelve el efecto.

Financiación a través del Factoring

Consiste en que una empresa especializada, sociedad factoring, se encarga de cobrar los derechos de cobro de otras empresas. De esta manera, una empresa que disponga de letras de cambio o facturas pendientes de cobro y necesite liquidez, puede venderlas antes de su vencimiento a una sociedad factoring para que esta se encargue de cobrarlas.

Por tanto, el factoring tiene las mismas ventajas que el descuento de efectos (suministra liquidez y se evita la gestión de cobros), con la ventaja añadida de que una vez vendidos los derechos, la empresa se libera del riesgo de posibles impagos, ya que ese riesgo se traslada a la sociedad factoring. Su mayor inconveniente está en su elevado coste, ya que la sociedad factoring cobrará una comisión que le cubra ese riesgo y un interés por anticipar los cobros.

Financiación Ajena a Medio y Largo Plazo

Si la financiación ajena a corto plazo está vinculada al ciclo de explotación, la financiación a largo plazo está asociada a inversiones en renovación y ampliación de equipos productivos, instalaciones, etc. Estos recursos pueden obtenerse mediante préstamos y empréstitos o a través de contratos de arrendamiento.

La Emisión de Obligaciones (Empréstitos)

Cuando una empresa necesita grandes sumas de dinero, puede conseguirlas a través de un empréstito, dividiendo la totalidad del dinero que necesita en pequeñas cantidades iguales y emitiendo títulos por ese valor. Estos títulos se denominan obligaciones, bonos, pagarés, etc., en función de ciertas características diferenciales. Pero, dadas sus semejanzas, suele utilizarse la denominación de «obligaciones» para referirse a cualquiera de ellos. Las obligaciones se ofrecen al público en general, de manera que los inversores que las compran se convierten en acreedores de la empresa por el valor de los títulos comprados, y adquieren el derecho a cobrar un interés y a la devolución de la cantidad entregada en los plazos pactados. La empresa, por tanto, recibe fondos contra la entrega de títulos obligaciones, que constituyen el reconocimiento de la deuda.

Una obligación es un título-valor que representa una parte alícuota de una deuda contraída por la empresa.

Así, si se emite un empréstito por valor de 1 millón de €, dividido en 10.000 obligaciones, el valor nominal de cada título será de 100 €, o lo que es lo mismo, cada obligación supone una diezmilésima parte del total del empréstito.

La empresa que emite un empréstito se endeuda a largo plazo. Normalmente, los empréstitos suelen tener una duración superior a los 5 años, y es frecuente que alcancen los 10 años o más. El reembolso o devolución suele hacerse por partes durante los años que dura. Los títulos que se reembolsan cada año se seleccionan, normalmente, mediante sorteo.

Al dirigirse al público en general, la capacidad de recaudar fondos de un empréstito es muy grande. No obstante, los inversores tienen a su disposición ofertas alternativas y elegirán la que les ofrezca mejores condiciones. Por ello, las empresas que emiten obligaciones ofrecen diversos incentivos. El principal, sin duda, es el tipo de interés. En el ejemplo (valor nominal de 100 €), si el tipo de interés anual es el 5%, cada año de la vida del préstamo la empresa pagará al obligacionista 5 € por título.

Incentivos para los Inversores

  • El tipo de interés: Se define como el precio de un préstamo. Es, en definitiva, el precio del dinero, y suele expresarse en tanto por ciento anual sobre la cantidad prestada.
  • La prima de emisión: Supone ofrecer la obligación a un precio inferior a su valor nominal. Suponiendo una prima del 5%, el obligacionista pagaría por el título del ejemplo 95 €, mientras que los intereses y la devolución se calcularían por el valor nominal.
  • La prima de reembolso: Consiste en devolver una cantidad superior al valor nominal. En nuestro ejemplo, si suponemos una prima del 10%, la empresa devolvería al inversor 110 €.
  • Las obligaciones convertibles: Son obligaciones que pueden ser convertidas en acciones de la empresa emisora si el propietario del título así lo desea.
  • Las obligaciones participativas: Son obligaciones que ofrecen, además del interés fijo y periódico, una participación en los beneficios que genere la empresa.
  • Las obligaciones indizadas: Dado que los empréstitos son operaciones a largo plazo, en épocas de fuerte inflación suelen emitirse obligaciones indizadas, en las que los intereses varían en función del índice de crecimiento de los precios, para compensar la pérdida de valor del dinero.

Los Créditos para Adquisición del Inmovilizado

Cuando las empresas, sobre todo las medianas y pequeñas, necesitan recursos para financiar sus inversiones a largo plazo, tienen dos opciones:

  • Pueden acudir a las instituciones financieras para solicitar préstamos. Estos préstamos, al tratarse de cuantías importantes, suelen formalizarse a medio y largo plazo.
  • Otra posibilidad que tienen las empresas es negociar con sus proveedores de bienes de equipo. Dado el alto coste de estos bienes, su adquisición exige a las empresas la realización de fuertes desembolsos que no siempre están disponibles. Por ello, es habitual que el proveedor dé facilidades de pago, lo que supone para la empresa cliente la posibilidad de adquirir el bien que desea aplazando su pago. Si se adquiere nueva maquinaria que se pagará durante 5 años, estamos ante un préstamo semejante al crédito comercial de proveedores, pero de mayor duración. Estos créditos suelen formalizarse en letras de cambio para dar mayor garantía a la operación.

El Contrato de Leasing (Arrendamiento)

Cuando las empresas necesitan nuevos equipos, pueden o bien adquirirlos o bien arrendarlos a través del leasing. Esta operación consiste en un contrato de arrendamiento por el que el arrendador alquila un bien a una empresa o arrendatario, que se compromete a pagar unas cuotas por el alquiler, siendo normal que el contrato tenga una opción de compra al finalizar el periodo.

El leasing es una forma de financiación a medio y largo plazo (suele durar entre 2 y 5 años), ya que permite a la empresa utilizar bienes sin necesidad de disponer de fondos propios o de acudir a un crédito.

Existen dos modalidades de leasing:

  1. Leasing financiero: La empresa que necesita un determinado equipo acude a una sociedad de leasing, que compra el bien al fabricante y se lo arrienda a la empresa. La empresa queda obligada a pagar su alquiler durante la vida del contrato, sin poder rescindirlo por su cuenta.
  2. Leasing operativo: El arrendador suele ser el fabricante o distribuidor del bien que además se encarga de su mantenimiento y renovación si surgen nuevos modelos. El contrato es rescindible por el arrendatario en cualquier momento, por lo que su ventaja es que el riesgo de obsolescencia se traslada a la empresa arrendadora. Su principal inconveniente es su elevado coste y, por ello, se utiliza en sectores cuya tecnología cambia rápidamente y en los que existe una alta rentabilidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *