1. Los Empréstitos de Obligaciones
Un empréstito es una deuda fraccionada en títulos negociables (denominados obligaciones) emitidos por quien recibe el dinero. Los adquirientes de los títulos (obligacionistas) invierten fondos esperando una determinada rentabilidad (son valores de renta fija) al vencimiento de las obligaciones.
El plazo de devolución supera con frecuencia los cinco años, lo que podría suponer un freno para la inversión en este tipo de activos financieros; por ello, las obligaciones son negociables en mercados secundarios (Bolsa). De esta forma se conjuga la necesidad de crédito a largo plazo por parte de las empresas con el deseo de liquidez por parte de los inversores.
Las obligaciones pueden ser de muy diversos tipos:
- Simples: La empresa emisora responde de la devolución de los fondos y de los intereses con su patrimonio, sin ningún tipo de garantía especial.
- Hipotecarias: El pago queda garantizado mediante algún bien inmueble que se hipoteca para responder del compromiso de pago.
- A interés fijo o variable: En este último caso, el interés de la deuda se revisa periódicamente según algún índice (Euribor, CECA…).
- Con prima de emisión: Se emiten las obligaciones bajo la par (a un precio inferior a su nominal). Se busca así incentivar la compra.
- Con prima de reembolso: Se premia la permanencia de la inversión sin recurrir al mercado secundario. Se realiza una devolución de fondos superior al nominal.
- Convertibles en acciones: Al vencimiento, los obligacionistas tienen derecho a convertir las obligaciones en acciones de la sociedad, para lo que es necesaria una ampliación de capital.
2. El Sistema Financiero
El sistema financiero está constituido por un conjunto de mercados en los que se negocian activos financieros y por las instituciones que intervienen en el control o en la negociación de los mismos. Su función es canalizar el dinero desde el ahorro (remunerándolo) hacia la inversión (cobrándole un coste). Es en el seno de este sistema financiero donde las empresas obtienen la financiación externa.
En España está formado por bancos, cajas de ahorros, Banco de España, mercados de valores, CNMV, establecimientos financieros de crédito, compañías de seguros, sociedades de garantía recíproca…
El Mercado de Valores
Los mercados de valores sirven de punto de encuentro entre los inversores y los demandantes de fondos. En ellos se negocian las acciones y las obligaciones, además de otros activos financieros. Está controlado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El mercado primario o mercado de emisión es donde se venden por primera vez los activos financieros. Es en este mercado donde los emisores obtienen los fondos por los activos emitidos.
Los mercados secundarios sirven para dar liquidez a las inversiones, permitiendo la compraventa de los activos financieros. En España los mercados secundarios oficiales son las Bolsas de Valores, el Mercado de Derivados (opciones y futuros) y el Mercado de Deuda Pública Anotada. Las Bolsas de Valores permiten la negociación de acciones, obligaciones y algunas emisiones públicas, además de dar liquidez a los activos, permiten obtener una valoración de las empresas (según el precio de sus acciones) y facilitar la suscripción de valores emitidos en el mercado primario.
Las Sociedades y Agencias de Valores y Bolsa son los intermediarios financieros que permiten operar en Bolsa. Todas las órdenes han de ejecutarse a través de estos intermediarios, únicos con capacidad para ejecutarlas.
3. La Financiación por Entidades de Crédito
Por entidades de crédito se entienden los bancos, las cajas de ahorro y las cooperativas de crédito (en general, cajas rurales). Las actividades que realizan se clasifican en tres tipos:
- Operaciones de pasivo: Captar el ahorro por medio de cuentas corrientes, imposiciones a plazo, libretas de ahorro…
- Operaciones de activo: Inversión de los fondos propios y del ahorro captado.
- Servicios de mediación: gestión de recibos, transferencias, cobro de letras de cambio…
La financiación que los bancos prestan a las empresas se clasifica en tres tipos: préstamos, créditos y descuento de efectos:
- El préstamo bancario es un contrato mediante el cual el banco entrega al cliente una suma de dinero que será devuelta mediante un plan de amortización pactado. El prestatario paga intereses por la totalidad de los fondos, ya que dispone automáticamente de ellos, con independencia del momento en que sean utilizados. Los préstamos se adaptan bien a situaciones en las que es preciso disponer de todo el dinero prestado como las inversiones en inmovilizado.
- El crédito bancario o línea de crédito es un contrato mediante el cual el banco se compromete con su cliente a permitirle disponer de cantidades de dinero, de acuerdo con sus necesidades hasta un cierto límite. El cliente devolverá las sumas dispuestas más los intereses devengados (en función del crédito dispuesto) y las comisiones pactadas. Las empresas pueden así contar con un refuerzo de su tesorería sin tener que pagar intereses por saldos no dispuestos.
- El descuento consiste en el cobro anticipado de un efecto comercial, descontando el banco del importe los intereses pactados (dependiendo de los días que falten para su vencimiento) y las comisiones de gestión de cobro del efecto. Si los efectos resultan impagados, serán devueltos al cliente del banco.
Los efectos comerciales más utilizados son la letra de cambio, el pagaré de empresa y el recibo.
4. Productos Financieros No Bancarios
Otras fuentes de financiación ajena de la empresa son las siguientes:
- Acreedores y proveedores: Consiste en el aplazamiento de los pagos, negociado generalmente al realizar la compra a los proveedores. No tiene coste explícito y se denomina también financiación espontánea.
- Arrendamiento financiero o leasing: Modalidad de financiación de inmovilizado que se basa en alquilar el bien a una sociedad financiera de leasing durante un plazo determinado, al final del cual puede optar a prolongar el alquiler, comprarlo a un precio pactado al inicio o devolverlo al arrendador.
- Factoring: Consiste en la cesión de facturas y otros créditos a corto plazo a favor de la empresa a una sociedad denominada factor a cambio de una comisión o un interés. El factor se encarga de cobrar las facturas.
- Subvenciones recibidas del sector público.