-Financiación externa:
Está constituida por todos aquellos fondos que se generan fuera de la empresa, como son el Capital Social y el Exigible. Dentro de la financiación externa la empresa puede llevar a cabo una ampliación de capital mediante una suscripción pública de acciones siendo esta vía de financiación un método que no tiene coste alguno. El resto de la financiación externa de la empresa tiene que devolverla por lo que supone un coste para la empresa y es lo que se conoce como Exigible, siendo algunas de estas fuentes más habituales los préstamos y créditos, empréstitos, leasing, descuento comercial, etc.
C) Clasificación en función de su titularidad:
Medios de financiación propios:
Son aquellos que no tiene que devolver la empresa y que por tanto no constituyen deuda como son el Neto o fondos propios de la empresa que está formado por el capital social más la autofinanciación.
Medios de financiación ajenos:
Son aquellos que la empresa tiene que devolver y por tanto suponen una deuda para la empresa. Es el Exigible de la empresa.
Financiación ajena a corto plazo está constituido por los fondos que la empresa tiene que devolver antes de un año, siendo las más habituales las siguientes:
– Préstamos a corto plazo:
Se entiende por préstamo a corto plazo el contrato por el cual una institución de crédito (banco, caja de ahorro, cooperativa de crédito…) presta una cantidad de dinero a un prestatario cuyo importe se compromete este a devolver junto a unos intereses y con un plazo de devolución que figura en el contrato. En el caso de los préstamos a corto plazo el periodo de devolución es inferior a un año. El tipo de interés que se pacta en el contrato puede ser fijo o variable.
– El crédito comercial
Consiste en el pago aplazado de las compras a los proveedores, siendo lo más habitual en la práctica mercantil el pago a 30,60 y 90 días. Supone una financiación para la empresa porque puede disponer de los materiales antes de efectuar al pago. Si los proveedores no hacen descuento por el pago al contado es una financiación que no supone coste para la empresa.
– Créditos bancarios a corto plazo
Dentro de este apartado podemos estudiar dos modalidades:
A) El descubierto en cuenta (o los populares “números rojos”)
Consiste en la utilización de un importe superior al saldo disponible de una cuenta corriente pagando un tipo de interés por ello. La ventaja de esta modalidad financiera es que la disposición de dinero se consigue de forma inmediata, sin tener que presentar garantías, aunque los intereses son más altos que en otros métodos. Es una fuente de financiación poco usual apropiada para cantidades pequeñas y periodos muy cortos de tiempo.
B) La cuenta de crédito
Cuando la empresa no sabe exactamente la cantidad de dinero que necesita puede acudir a una institución de crédito y solicitar una cuenta de crédito con un determinado límite de dinero, pudiendo emitir talones e ir disponiendo de esta cuenta pagando solamente intereses por las cantidades que vaya disponiendo, si bien el tipo de interés que se le aplica es superior a la de los préstamos y gira en torno al límite de crédito firmado. Se aconseja cuando no sepa exactamente el dinero que va a necesitar.
– El descuento de efectos
La empresa puede anticipar a su vencimiento el cobro de los derechos de cobro documentados en efectos (letras y pagarés) acudiendo a una entidad financiera pagando un tipo de interés y/o comisión por dicho anticipo. El interés o comisión que se paga por ese anticipo se denomina descuento. Si el efecto resultara impagado, el banco cargará en la cuenta de la empresa el mencionado importe, además de los gastos de devolución.
– El factoring consiste en la venta de todos los derechos de cobro sobre clientes (facturas, recibos, letras,…) a una empresa denominada sociedad factor, la cual proporciona a la empresa liquidez inmediata, y le evita el problema de los impagados y morosos, ya que, a diferencia de la modalidad de descuento, la sociedad factor responde del impago de sus clientes. El inconveniente de esta modalidad es el elevado coste de interés y comisión que implica.
– Fondos espontáneos de financiación
Son aquellas fuentes que no requieren una financiación previa.
Financiación ajena a largo plazo está constituido por los fondos que la empresa tiene que devolver con un plazo superior a un año, siendo las más habituales las siguientes:
Préstamos a largo plazo:
Es un préstamo en el que el plazo de devolución es superior a un año.
– Empréstitos:
Un empréstito es un préstamo de elevadas dimensiones que se divide en otros préstamos más pequeños. A cada una de estas partes en las que se dividen estos préstamos, se les denomina obligaciones, bonos o pagarés. Es una fuente de financiación a largo plazo que utilizan algunas grandes empresas, cuando el volumen de financiación que necesitan es muy elevado y las condiciones que les ofrecen las entidades financieras no son buenas, por lo que deciden buscar financiación a través de otras empresas y particulares a un coste inferior al de las entidades financieras.
-El leasing o arrendamiento financiero:
Es un sistema de financiación en el cual la empresa incorpora un bien (maquinaria, elemento de transporte, ordenador, etc) a cambio de una cuota de alquiler o arrendamiento con opción de compra.
En este tipo de financiación suelen intervenir tres agentes económicos: la empresa cliente, que necesita el determinado bien, la empresa que produce el bien y la empresa de leasing, que es la que alquila el bien.
El mantenimiento del bien corre a cargo de la empresa que necesita el bien.
El inconveniente de este tipo de financiación es que resulta más caro que comprar el bien en propiedad, pero presenta la ventaja de que se pueden deducir fiscalmente como gasto los importes de las cuotas.
-El renting:
Es un arrendamiento financiero de un bien , pero sin opción de compra.
A diferencia con el leasing, el mantenimiento corresponde a la empresa que alquila el bien.