1. Dibuje el ciclo de vida del producto y explique las diferentes etapas
Al igual que los seres vivos, los productos tienen un ciclo vital, es decir, un período más o menos largo en el que nace, crecen, maduran y mueren. El tiempo de vida de los productos es muy diferente según sea su naturaleza.
Las características de cada etapa de la vida de un producto son:
Etapa de introducción o lanzamiento: Esta etapa está constituida por la salida al mercado de un nuevo producto. Puede ser un producto completamente nuevo o bien una innovación sobre la base de otro ya existente. Como el producto es desconocido para la mayor parte del público, las ventas en esta etapa son bajas y su crecimiento es lento.
Etapa de crecimiento: Una vez superada la primera etapa, el producto empieza a ser conocido y las ventas experimentan un fuerte crecimiento. En este momento, la publicidad deja de ser informativa y pasa a ser persuasiva.
Etapa de madurez: En esta fase la velocidad de crecimiento de las ventas comienza a estabilizarse y éstas se mantienen más o menos constantes durante algún tiempo. La publicidad busca nuevos consumidores. Se intenta segmentar el mercado para conseguir nuevos clientes con argumentos cada vez más sofisticados.
Etapa de declive o saturación: Las ventas en esta fase caen de forma considerable. La empresa ha de plantearse si relanza el producto, si busca nuevos usos y utilidades para el mismo, si se concentra en un segmento de mercado o si deja de comercializarlo. En este último caso debe intentar no perjudicar a los clientes ni a la imagen de la empresa, ni tampoco debe dejar agujeros para la competencia.
2. ¿En qué consiste la departamentalización de la empresa? Tipos de departamentalización
La empresa necesita estructurarse en diversos departamentos que agrupen a las personas que se encargan de la misma labor, para así controlar y coordinar las distintas tareas que tiene que desarrollar. Esta división en grupos homogéneos permite marcar objetivos y ejecutar las acciones planteadas.
La departamentalización se puede llevar a cabo de diferentes modos. Cada empresa escogerá uno en función de sus prioridades, y objetivos.
Las principales formas que existen para departamentalizar una empresa son las siguientes:
Los departamentos se pueden crear en función de los procesos productivos que tenga una empresa. Esta forma de departamentalización facilita la especialización en cada proceso productivo, pero puede crear descoordinación entre uno y otro.
También se puede departamentalizar por proyectos o clientes. Esta forma facilita el control de los beneficios que genera cada uno de ellos y los objetivos que se les hayan asignado, pero puede dificultar el control global de la empresa y duplicar determinadas funciones.
Otra forma habitual de departamentalizar es por funciones (producción, marketing, administración, etc).
Los departamentos geográficos son muy empleados en las grandes multinacionales. Pueden duplicar determinadas funciones, pues cada departamento de un país o zona concreta debe realizar todas las funciones de la empresa y prestar todos sus servicios.
Podemos departamentalizar por turnos de trabajo, pero estos departamentos necesitarán otras subdivisiones internas para poder funcionar.
Por último, la departamentalización matricial combina los criterios de producto y proceso, pero el inconveniente que supone es que puede conllevar una duplicidad de mandos.
2. Defina qué es el plazo de recuperación o payback. Señale dos de sus inconvenientes
Los recursos de que dispone la empresa son limitados, por eso no se pueden hacer todas las inversiones que se plantean, y se deben establecer criterios rigurosos para seleccionar una inversión entre las diferentes alternativas.
Este método no considera la variable tiempo ya que ignora los periodos o momentos del tiempo en los que se producen los flujos de caja.
Consiste en determinar el tiempo que la empresa tardará en recuperar el volumen de recursos consumidos en el momento de realizar la inversión.
Partiendo de una inversión que implique un desembolso de cuantía A, y que generará unos flujos de caja Q1, Q2, … Qn, en cada uno de los períodos que dure la inversión, el plazo de recuperación se determinará por el número de períodos necesarios para que la suma de los flujos de caja generados igualen al desembolso inicial.
Supongamos una inversión concreta que requiere un desembolso inicial de 50.000 de € y se espera que genere durante los tres primeros años de vida unos flujos de caja de 10.000, 15.000 25.000 y 30.000 €.
El plazo de recuperación es de tres años, que es el tiempo que la empresa tarda en recuperar las 50.000 € inicialmente aportados.
Sí empleamos este método para seleccionar entre varios proyectos de inversión, tendremos que elegir como más interesante aquel que tenga un plazo de recuperación menor.
Si los flujos de caja son constantes, podemos calcular el plazo de recuperación dividiendo el importe del desembolso inicial entre el valor del flujo constante de caja:
Este criterio presenta los siguientes inconvenientes:
i. Asigna el mismo poder adquisitivo a flujos de caja obtenidos en diferentes años, tratándolos como si fueran valores equivalentes.
ii. No valora los momentos en que se generan los flujos de caja anteriores al plazo de recuperación. El proyecto anterior sería indiferente a otro que tuviese los siguientes datos: A
= 50.000 Q1= 25.000 Q2 = 15.000 Q3 = 10.000 Q4 = 30.000
iii. No considera las rentas totales que pueden conseguirse de la inversión ya que ignora los flujos de caja que puedan generarse con posterioridad al plazo de recuperación. Los proyectos anteriores serían indiferentes al siguiente proyecto: A = 50.000 Q1 = 15.000 Q2 = 25.000 Q3 = 10.000 Q4 = 12.000
Este método se utiliza en la práctica frecuentemente para aquellas inversiones que priman por encima de todo el recuperar cuanto antes el dinero invertido.
1. ¿Qué es la productividad? Explique en qué consiste la productividad del trabajo
La eficiencia hace referencia a la posibilidad de lograr, con unos determinados recursos, la mayor cantidad posible de bienes, o dicho de otra forma, la obtención de la máxima producción con el mínimo coste posible. El indicador que se utiliza para medir la eficiencia de la empresa en su conjunto o el de un factor en particular es el de productividad.
El concepto de productividad es análogo al de rendimiento y se define mediante la relación por cociente entre la producción obtenida en un período y los factores utilizados para su obtención:
Productividad = Producción obtenida / Factores utilizados
La productividad, por tanto, relaciona la producción con los factores empleados, bien en unidades físicas, bien en unidades monetarias.
La información que aporta el concepto de productividad nos permite conocer la evolución del rendimiento de la empresa a lo largo del tiempo, o compararla con la de otras empresas del mismo sector. También nos sirve para comparar la productividad interna de los distintos trabajadores y grupos de la empresa.
En general se distinguen dos tipos de productividad:
Productividad de un factor: Relaciona el volumen de producción con uno de los factores, generalmente el factor trabajo.
Productividad trabajo = Producción obtenida / Uds. Factor trabajo empleadas
Productividad global de la empresa: Relaciona mediante cociente la producción de la empresa con los factores que han sido necesarios para obtener esa producción.
Productividad Global = Producción obtenida / Factores utilizados.
Cuando se trata de medir la productividad global, el problema es que no se pueden sumar magnitudes heterogéneas como unidades de materia prima, horas/hombre, etc. Por ello todos los componentes han de ser valorados en una unidad de medida común (unidades monetarias), multiplicando cada unidad de producto o de factores por su precio, con lo que la fórmula quedaría:
Productividad Global = Valor de la producción / Valor de los factores empleados.