Fuentes de Financiación para Empresas: Guía Completa

1. Fuentes de Financiación

Las diferentes opciones que la empresa tiene a su alcance para conseguir recursos financieros se denominan fuentes financieras y pueden clasificarse según distintos criterios:

Según la Propiedad de los Recursos

Se distingue entre dos tipos distintos de financiación:

Financiación Propia

Recursos financieros propiedad de la empresa:

  • Capital aportado por los socios o propietarios de la empresa tanto en el momento de la constitución del capital inicial como en sus posteriores ampliaciones.
  • Las Reservas: los beneficios que no se distribuyen y permanecen en la empresa para cubrir necesidades financieras.

Financiación Ajena

Incluye el conjunto de recursos financieros que genera una deuda u obligación para la empresa. Provienen de acreedores e instituciones financieras.

Según el Tiempo de Permanencia

De los recursos financieros en la empresa:

Recursos Financieros a Largo Plazo

Aportaciones de los socios, préstamos y empréstitos y otras formas de endeudamiento a largo plazo. Todos estos recursos tienen en común su carácter de financiación estable y duradera en la empresa.

Recursos Financieros a Corto Plazo

Provienen de los proveedores, préstamos y créditos bancarios.

Según su Procedencia

  • Financiación Interna: Generada dentro de la empresa mediante su propio ahorro o autofinanciación.
  • Financiación Externa: Excepto la autofinanciación, todos provienen del exterior de la empresa. No hay que confundir los recursos externos con los ajenos. Las aportaciones de los socios son recursos externos, por supuesto, todos los recursos ajenos son externos.

2. La Financiación Interna o Autofinanciación

Constituida por los beneficios no distribuidos y que se retienen en la empresa para financiar la ampliación o el mantenimiento de su actividad, es decir, fondos que la empresa obtiene por sí misma sin necesidad de acudir a las instituciones financieras. Dos tipos:

2.1 La Autofinanciación de Enriquecimiento

La parte de los beneficios que los socios renuncian a repartirse pasa a formar parte de los fondos propios de la empresa y cuantos menos dividendos se repartan, más recursos internos tendrá la empresa y mayor será su capacidad de autofinanciación aunque no hay que olvidar que el reparto de beneficios es un signo positivo para la empresa. Según la causa que motiva la retención de beneficios las reservas pueden ser: Legales, Estatutarias y Voluntarias.

Reservas Legales

Son las constituidas obligatoriamente por ley en las sociedades anónimas, con un mínimo del 10% de los beneficios obtenidos hasta que dicha reserva alcance el 20% del capital.

Reservas Estatutarias

Se constituyen en virtud de acuerdos recogidos en los estatutos de la Sociedad.

Reservas Voluntarias

Son las constituidas por acuerdo voluntario de los socios.

Estas reservas suponen un incremento de los fondos propios de la empresa y constituyen nuevos recursos para financiar sus inversiones de crecimiento y expansión y por ello constituyen una fuente de autofinanciación para el enriquecimiento de la empresa.

2.2 La Autofinanciación de Mantenimiento

Su objetivo es mantener intacta la capacidad productiva de la empresa. Está constituida tanto por los fondos que la empresa destina para ir amortizando sus equipos productivos y poder renovarlos en el futuro, como por los recursos o fondos que se reservan para hacer frente a futuras contingencias y riesgos.

Las Amortizaciones

Los equipos productivos pierden valor con el paso del tiempo como consecuencia del uso o por envejecimiento tecnológico. Esta pérdida de valor se refleja en el cálculo de los beneficios bajo el concepto de amortización que supone reflejar como un coste más la parte que se ha consumido del valor total del bien durante un periodo de tiempo. Las amortizaciones son costes de producción. Como cualquier otro coste, la amortización estimada de un periodo se deduce de los ingresos para calcular los beneficios.

Las Provisiones

Son fondos que se reservan para cubrir riesgos o posibles pérdidas futuras y cuya dotación se realiza antes del cálculo de los beneficios. Estos riesgos o contingencias pueden derivarse de probables indemnizaciones por litigios en marcha de la empresa, de posibles rupturas de contratos, de garantías de reparaciones futuras, etc. Mientras estos fondos que se reservan no tengan que utilizarse para cubrir los fines previstos, la empresa los podrá emplear para autofinanciar parte de sus inversiones.

2.3 Ventajas e Inconvenientes de la Autofinanciación

La autofinanciación permite a la empresa una mayor autonomía e independencia financiera y a su vez, mejora su solvencia al aumentar los fondos propios. Además, para las pymes constituye la principal fuente financiera, dadas sus dificultades para acceder a otras fuentes. Por otra parte, son recursos que no es preciso remunerar explícitamente, aunque sí tienen un coste de oportunidad asociado. Esto puede convertirse en un inconveniente, ya que como por estos recursos no hay que pagar intereses, pueden usarse en inversiones poco rentables. Otro inconveniente es el posible conflicto entre los intereses de los accionistas y directivos. Cuanto menos beneficio se reparta, mayor será la autofinanciación para nuevas inversiones, pero menor será la rentabilidad para los accionistas, por lo que debe buscarse un equilibrio entre ambos intereses.

3. La Financiación Ajena a Corto Plazo

Los recursos propios suelen ser insuficientes para cubrir las necesidades de la empresa por lo que se recurre a los recursos ajenos que se caracterizan porque hay que devolverlos en un plazo determinado de tiempo y tienen un interés que hay que pagar por usarlos. Los recursos ajenos pueden ser a corto o largo plazo.

Las fuentes de financiación ajena a corto plazo se utilizan para financiar operaciones de ciclo de explotación. Entre las más utilizadas podemos destacar:

3.1 Crédito Comercial de Proveedores

Las empresas no pagan al contado las materias primas o mercancías que les suministran sus proveedores. El aplazamiento del pago equivale a la obtención de un crédito concedido por proveedores por el tiempo que dura el aplazamiento. Es una práctica muy frecuente entre empresas.

Al ser operaciones habituales, las condiciones están establecidas y son conocidas por ambas partes y no requieren una negociación en cada operación. La operación suele formalizarse con un simple endeudamiento en cuenta corriente por el importe de la factura o mediante aceptación de letra de cambio. Plazo variable, a fin de mes, 30, 60 o 90 días.

3.2 Préstamos y Créditos Bancarios

Otra forma de obtener recursos es acudir a las instituciones financieras para negociar préstamos y créditos bancarios. La devolución del préstamo implica un plazo y un interés. Los préstamos y créditos suelen solicitarse para afrontar problemas de tesorería. No tienen carácter automático.

  • En un préstamo la empresa recibe del banco la cantidad solicitada de forma inmediata, por lo que se debe pagar intereses por los fondos recibidos.
  • En los créditos bancarios la operación consiste en que el banco concede a la empresa una determinada cantidad o límite de dinero. El banco abre una cuenta corriente de cuyo dinero la empresa puede disponer según lo vaya necesitando, dentro de ese límite. Así, la empresa solo paga intereses por las cantidades efectivamente utilizadas y por el tiempo que emplea cada cantidad y no por el total del crédito concedido, con lo que el coste por intereses disminuye.

3.3 El Descuento Comercial o de Efectos

Cuando las empresas necesitan liquidez, en lugar de esperar a que llegue el vencimiento de la letra, pueden aprovechar la posibilidad que ofrecen los bancos de adelantar el dinero a través del descuento de efectos. Al descontar los efectos, estos quedarán en poder del banco, quien abonará a la empresa su importe, una vez deducidos los gastos por su servicio.

El descuento de efectos supone para la empresa un préstamo del banco, ya que podrá disponer de los fondos antes de lo previsto, aportándole liquidez. El riesgo no desaparece para la empresa hasta que el deudor haya pagado.

3.4 Factoring

Consiste en que una empresa especializada, sociedad factoring, se encarga de cobrar los derechos de cobro de otras empresas. De esta manera una empresa que disponga de letras de cambio o facturas pendientes de cobro y necesite liquidez puede venderlas antes de su vencimiento a una sociedad factoring para que esta se encargue de cobrarlas. Por tanto el factoring tiene las mismas ventajas que el descuento de efectos con la ventaja añadida de que una vez vendidos los derechos, la empresa se libera del riesgo de posibles impagos. Su mayor inconveniente está en su elevado coste debido a las comisiones.

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