Gestión de Inventarios y Ecoeficiencia en la Empresa

Costes de Inventarios

Coste de Almacenamiento

Aumentará cuanto mayor sea el volumen medio de existencias en almacén. Además, hay que incluir gastos de alquiler, amortización de los locales de control y mantenimiento.

Costes de Reposición

Administración, transportes, seguros.

Coste de Ruptura de Inventarios

La producción y las ventas han de detenerse por la falta de existencias en almacén, tanto de producción terminada como de materias primas.

Nuevos Sistemas de Gestión de Existencias

Sistema “Just in Time” (JIT)

Consiste en mantener stocks reducidos, justo los suficientes para un periodo corto de tiempo. Se realizan pedidos pequeños y frecuentes, con la finalidad de que los suministros estén disponibles justo en el momento de su utilización. Los productos llegan de la fábrica o punto de venta cuando se necesitan. Se requiere de previsiones precisas y entregas rápidas, frecuentes y flexibles.

Gestión Selectiva de Inventarios: El Método ABC

Este método trata de minimizar los costes de almacén centrando los esfuerzos de gestión y control en el grupo de existencias más valiosas para la empresa. Para ello, clasifica los artículos que almacena en tres categorías:

Tipo A

Existencias que representan un porcentaje muy bajo de artículos (entre el 15-20% de las existencias) pero cuyo valor económico es muy elevado (60-80% del valor total de las existencias). Son existencias sobre las que debe recaer mayor atención.

Tipo B

Representan un porcentaje un poco superior (30% de los artículos) pero con un valor económico inferior (10-20% del valor de almacén). Su control es menos exhaustivo y estrecho.

Tipo C

Suponen el mayor volumen de existencias (50% de artículos) pero con un valor económico muy bajo (5-10% del valor). Son, por tanto, las existencias menos relevantes.

Externalidades de la Producción

Los costes sociales o externalidades negativas son fallos de mercado causados por los efectos negativos que provoca la actividad privada de la empresa, pero que soporta la sociedad en su conjunto, ya que el mercado no los contabiliza como costes de la empresa (emisiones contaminantes, residuos líquidos o sólidos, agotamiento de recursos, degradación del paisaje, destrucción de hábitats naturales, ruidos, etc.).

Cambios en el Entorno de la Empresa

La degradación medioambiental ha supuesto un problema que preocupa globalmente. Las empresas reciben una presión creciente para adoptar un comportamiento más responsable con el medio ambiente y para que asuman los costes sociales que provocan. En concreto:

  • El desarrollo de una legislación medioambiental más exigente.
  • La implantación de incentivos fiscales que favorezcan comportamientos más responsables con el medio ambiente (impuestos ecológicos, subvenciones).
  • La implantación de medidas penalizadoras, como multas y sanciones por los daños medioambientales causados, o la obligación por parte de la empresa de soportar los costes derivados de los daños producidos (limpieza de vertidos, indemnizaciones a afectados, etc.).
  • La aparición de un segmento creciente de consumidores concienciados y grupos de presión que valoran positivamente los aspectos ecológicos de los productos que compran, así como la presión de los grupos ecologistas que realizan campañas de protesta o boicotean los productos de las empresas más contaminantes.

Ecoeficiencia: Producir Más con Menos

La ecoeficiencia consiste en proporcionar, a un precio competitivo, productos que satisfagan las necesidades humanas y aporten calidad de vida y en cuya elaboración se reduzcan progresivamente el impacto medioambiental y la intensidad de los recursos utilizados hasta, al menos, un nivel acorde con la capacidad de regeneración de la naturaleza (reducción de la huella ecológica).

Ventajas de la Ecoeficiencia

Las inversiones para adaptar el proceso productivo a criterios medioambientales más estrictos (costes de prevención) y, en general, un comportamiento medioambiental responsable influyen positivamente en el aspecto económico:

  • Ahorro en costes: El ahorro de energía, la reducción de residuos y el reciclaje permiten a la empresa reducir sus gastos. Asimismo, cumplir la normativa medioambiental evita los costes derivados de su incumplimiento (multas y sanciones, impuestos, restauración de daños causados, indemnizaciones, etc.).
  • Mejora de la imagen: Una imagen ecológica negativa de la empresa provoca el rechazo de sus productos por parte de un creciente número de clientes. Por el contrario, una imagen ecológica positiva mejora las relaciones con la comunidad y sus empleados y favorece la lealtad de sus clientes.

Estos beneficios contribuyen claramente a la sostenibilidad de la empresa y a su éxito a largo plazo.

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