Los Impactos del Turismo y la Sostenibilidad en la Industria Hotelera
A comienzos del siglo actual, el turismo se ha convertido en una actividad económica muy importante a escala mundial y registra uno de los crecimientos más espectaculares. Entre los años 1950 y 2010, el número de desplazamientos internacionales de turistas pasó de 25 a 1.000 millones. La demanda presiona sobre los recursos, y el turismo es una actividad que va tomando un protagonismo creciente dentro de las economías y las sociedades de un número cada vez mayor de países.
Factores que impulsan el crecimiento del turismo:
- Avances en las comunicaciones: Los espectaculares avances en las comunicaciones terrestres, marítimas y, sobre todo, aéreas, permiten que el turismo esté al alcance de todo el mundo, acercándose en coste y en tiempo. Las compañías aéreas juegan un papel muy importante.
- Nuevos destinos turísticos: Se han incorporado a la oferta turística nuevos destinos de países en vías de desarrollo, sobre todo dentro del tipo de “sol y playa”, basados en la oferta de plazas hoteleras y a los que se llega por vía aérea en paquetes turísticos a precios competitivos.
- Reducción del tiempo de trabajo: La reducción del tiempo real de trabajo, el incremento de la esperanza de vida y el aumento de la renta en las sociedades más desarrolladas –y en ciertos segmentos de las subdesarrolladas–, favorecen el continuo crecimiento de los flujos turísticos a escala mundial.
Estas previsiones de crecimiento se apoyan en dos aspectos:
- El incremento de los viajes de corta estancia de los habitantes de los países más desarrollados, que hacen aumentar la cuenta de llegadas y también de ingresos, ya que el gasto medio diario en viajes cortos suele ser superior.
- Se prevé una fuerte expansión de los viajes de vacaciones al extranjero de los habitantes de los países en desarrollo.
La satisfacción de la demanda se basa en cubrir las expectativas que el turista tiene cuando se plantea visitar un destino turístico. Podemos señalar tres aspectos clave:
- Información detallada y fiable sobre la oferta turística. La falta de información o la publicidad engañosa generará insatisfacción.
- Durante el viaje, se demanda cada vez más un paisaje bien conservado, una interesante oferta de actividades y una razonable relación calidad-precio. La degradación paisajística, la masificación, los espacios turísticos estandarizados, el poco dinamismo cultural y los precios elevados apuntan hacia una insatisfacción del turista.
- Las expectativas del turista se centran cada vez más en la posibilidad de un “turismo activo”, es decir, diversificar y complementar la oferta, más allá del estricto “sol y playa”, incluyendo los componentes ambientales y culturales.
Impactos del Turismo: Económicos, Socioculturales y Ambientales
Centrándonos en los impactos, son tanto negativos como positivos. Hay tres tipos principales:
1) Impactos Económicos
El turismo es alabado por los beneficios económicos que aporta. Depende mucho del factor humano, favorece la creación de empleo, tanto en el sector turístico como en otros sectores impulsados por él, y está considerado un motor de la actividad económica, con efectos multiplicadores muy importantes, a través de la prestación de una gran diversidad de servicios. Además, un aumento de la demanda turística dinamizará el sector de la construcción, debido a la necesidad de nuevas plazas residenciales y hoteleras; estas edificaciones habrá que equiparlas, actuando este sector como motor económico de otros sectores industriales. Asimismo, el turismo necesita del establecimiento de otros tipos de infraestructuras (aeropuertos, autopistas, etc.), de las que se benefician el resto de los sectores de la economía y la población residente.
Sin embargo, la actividad turística conlleva ciertos costes. En la medida en que los recursos de un destino son siempre limitados, el hecho de aplicarlos al turismo en lugar de a usos alternativos tiene un “coste de oportunidad” que debe ser evaluado, atendiendo al valor de la mejor alternativa económica posible a que se renuncia por dedicar los recursos a otra actividad concreta.
Dada la interdependencia existente entre el turismo y otros sectores de la economía, las fluctuaciones de la demanda turística pueden acarrear problemas adicionales a un destino, ya que por ejemplo la construcción se puede colapsar. Además, el turismo genera en muchas ocasiones inflación, en relación por ejemplo con un aumento de los precios del suelo. Hay que recordar también que el empleo turístico es intermitente, precario y de baja cualificación. Finalmente, cabe destacar que el turismo puede desplazar otros sectores económicos locales, como la agricultura, la pesca, etc., que no están en condiciones de competir con él; en este sentido, cabe recordar que el monocultivo turístico implica un modelo de desarrollo económico “dependiente”.
2) Impactos Socioculturales
La actividad turística constituye un marco en el que entran en contacto personas con bagajes culturales muy diferentes, que genera una mezcla de impactos positivos y negativos.
Los impactos en un destino turístico son el resultado de las relaciones sociales mantenidas entre turistas y residentes (a su vez divididos entre autóctonos e inmigrados, que vienen a trabajar), que pueden variar con el tiempo. Durante las primeras fases de desarrollo de la actividad turística, la población local suele acoger a los turistas con entusiasmo; sin embargo, con la masificación, los residentes pueden ir retirando su apoyo inicial.
El turismo puede estimular el interés de los residentes por la cultura propia, por su patrimonio cultural, tradiciones y costumbres, a la vez que pueden convertirse en aspectos que potencien el atractivo turístico de ciertos destinos; de esta forma, el turismo puede contribuir a la preservación y rehabilitación patrimonial. Pero el turismo también puede provocar una aculturación del destino, imponiéndose la de los visitantes; además, la mercantilización de las tradiciones locales, despojándolas de su verdadero significado, puede fomentar un proceso de banalización, que a la vez puede acabar destruyendo los atractivos que en su día iniciaron el flujo de visitantes.
La práctica del turismo ofrece a los visitantes la oportunidad de un intercambio cultural, que aumenta la comprensión y el respeto a las diferencias; asimismo, la toma de contacto de los residentes con los turistas puede producir cambios sociales positivos, como los ocurridos en la España de los años 60/70. Pero determinados tipos de turismo, como el de masas, no permiten un verdadero intercambio cultural entre visitantes y residentes, ya que favorecen la difusión y permanencia de imágenes estereotipadas sobre ciertos países y sus habitantes, como también ocurrió en la España de los 60/70 a expensas de la propaganda oficial.
3) Impactos Ambientales
Si un entorno bien preservado tiene un valor real para la actividad turística, ésta puede contribuir a revalorizar el entorno natural de una zona. El mejor ejemplo son los parques naturales, que tienen como finalidad proteger la flora y la fauna autóctona y los espacios de belleza paisajística, que sólo pueden ser “consumidos” de forma regulada y minoritaria.
El turismo de “sol y playa” y su relación con los recursos ambientales sufre una serie de disfunciones por las siguientes causas:
- La costa es un sistema “fronterizo”, entre diversos sistemas (aéreo, marino, continental, fluvial, etc.), con una dinámica ecológica muy compleja y cambiante.
- El litoral es un ecosistema con una alta biodiversidad, y un importante valor ecológico: marjales, albuferas, marismas, praderas…
- La costa es una zona muy energética, ya que está sometida a las corrientes y las mareas, produce una remodelación constante de la línea de agua, que puede conducir a la pérdida de uno de los recursos más necesarios para el turismo: la playa.
- Actividades conflictivas: la agricultura, la pesca, la industria, el baño, las infraestructuras portuarias, el turismo.
- La estacionalidad de la demanda y la coincidencia de la máxima ocupación con el período crítico de los recursos ambientales (el verano), agrava las disfunciones.
Enlazando con los diversos tipos de impactos, el límite al uso de los recursos viene dado por el concepto de capacidad de carga, que aplicado a un destino turístico es el máximo uso que se puede obtener de él sin que se causen efectos negativos sobre sus propios recursos ecológicos, sin reducir la satisfacción de los visitantes, o sin que se produzca un efecto adverso sobre la sociedad, la economía o la cultura receptoras. El peor escenario es sobrepasar la capacidad de carga con procesos irreversibles: eliminando biodiversidad, alterando ecosistemas, destruyendo patrimonio, perdiendo identidad cultural.
Es evidente la dificultad que existe muchas veces para poder calcular con precisión dónde está la capacidad de carga, ya que se entremezclan aspectos más fácilmente objetivables (cuantificables), con otros subjetivos, que son el resultado de una suma de percepciones individuales.
Por lo tanto, en la práctica la aplicación de la capacidad de carga como herramienta de planificación para las políticas de turismo es limitada, debido sobre todo a las dificultades de cuantificar los límites del desarrollo turístico; incluso en aquellos aspectos más fácilmente medibles, el problema está en definir la capacidad de carga óptima. Se plantea la dificultad de decidir cuándo se ha alcanzado un nivel de deterioro inaceptable y para quién lo es. Hay que situarse siempre en la banda de la prudencia y el sentido común, con el convencimiento de que es más difícil y costoso recuperar un recurso que protegerlo.
Turismo Sostenible: Un Enfoque Integral
El concepto de turismo sostenible está incluido dentro del general de sostenibilidad, que se propuso el año 1987 en el “Informe Brundtland”, según el cual el desarrollo sostenible es el que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias. El concepto parte del reconocimiento de que existen límites reales a la disponibilidad de recursos y, por tanto, deben tomarse medidas para reducir el consumo material que eleva los costes ambientales.
Ahora bien, se trata de un concepto “flexible” que puede adaptarse a distintas actitudes éticas y estrategias de gestión, que van desde la extrema preservación de recursos hasta la extrema explotación de los mismos. En consecuencia, las interpretaciones del desarrollo sostenible pueden oscilar entre la sostenibilidad “débil” y “fuerte”.
- La sostenibilidad fuerte considera que la ecosfera, además de ser el soporte de la economía humana, es el soporte del conjunto de la producción física de los ecosistemas. Según esta visión ecocéntrica, la naturaleza tiene un valor inherente en sí misma y nos provee de funciones que no puede reemplazar el capital humano. Esta posición conservacionista llevada al extremo significa un crecimiento cero e imposibilitaría cualquier actividad económica, como por ejemplo el turismo.
- La sostenibilidad débil permite la sustitución del capital natural por el manufacturado. Desde esta posición, el desarrollo sostenible es considerado equivalente al crecimiento económico sostenido. Predomina en el turismo de masas desde los 50.
Desde la perspectiva del turismo, la visión más pragmática es compatibilizar la conservación de los recursos naturales y el crecimiento económico. Se distinguen 3 dimensiones de la sostenibilidad:
- La ambiental, que debe garantizar que el desarrollo sea compatible con el mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y de los recursos.
- La social y cultural, según la cual el desarrollo sostenible debe ser compatible con la preservación de la diversidad cultural y los valores de las personas y comunidades.
- La económica, que debe garantizar que el desarrollo sea eficiente, beneficie a todos los agentes del destino turístico y que los recursos sean gestionados localmente, de manera que se conserven para las generaciones futuras.
Turismo Sostenible y de Calidad: Una Relación Indisoluble
La calidad en el turismo la definimos como la diferencia entre las expectativas del cliente y sus percepciones, es decir, la diferencia entre el servicio esperado por el turista y el servicio recibido. Por lo tanto, es un concepto subjetivo; ahora bien, en según qué aspectos puede ser sometido a criterios objetivos (cuantificables). La sostenibilidad es la búsqueda del equilibrio, entre el uso y consumo de los recursos y la garantía de su adecuada reproducción y preservación; por lo tanto, ha de permitir la conservación ambiental y la rentabilidad económica. En definitiva, la calidad y la sostenibilidad no sólo son compatibles, sino que la suma de ambos factores es cada vez más una garantía de éxito para un destino turístico.
Instrumentos Ecológicos para Empresas y Municipios Turísticos
Existe una amplia gama de instrumentos que tienen en común la voluntariedad, para orientar a las empresas y los destinos turísticos hacia un turismo sostenible. Puede decirse que todos ellos son compatibles entre sí. El sector turístico tiene un rasgo peculiar: el servicio al cliente se realiza en el destino, es decir, no es el producto el que va al consumidor, sino que éste se desplaza para ir al producto. Cobra especial relevancia el entorno donde se sitúan las empresas que ofrecen los servicios turísticos y la administración local que lo gestiona; además, el propio turista ejerce un papel importante, ya que puede influir con su comportamiento en la sostenibilidad del lugar de vacaciones.
- Los códigos de conducta son una medida para aumentar la conciencia sobre los impactos negativos originados por la actividad empresarial; son guías y recomendaciones que la misma empresa y la administración local establecen como líneas de actuación deseables para afrontar los problemas ocasionados; estos compromisos voluntarios suelen ser preferidos por las empresas como alternativa a la regulación medioambiental y, a veces, son propuestos para anticiparse a la imposición legal en un determinado aspecto.
- Las guías de buenas prácticas son instrumentos para mejorar la gestión ambiental de un establecimiento –sobre todo hotelero y de restauración– o un municipio turístico, a través de la aplicación de una serie de medidas. Se trata de establecer unas líneas de actuación, para reducir los impactos mediante una gestión eficiente. La ventaja de este instrumento es su bajo coste económico, ya que existen muchas actuaciones que, sin coste alguno o pequeño, alcanzan un efecto considerable sobre la calidad ambiental y el balance económico de la empresa. Además, son una herramienta flexible, ya que las buenas prácticas pueden adaptarse a cada situación particular y graduarse según el ritmo de implantación deseado.
- Las ecoetiquetas son un instrumento voluntario. El consumidor puede reconocer en un producto o servicio ecoetiquetado que éste cumple unas rigurosas especificaciones ambientales exigidas por el organismo otorgador.
Auditoría Ambiental: Diagnóstico y Planificación
La auditoría ambiental es considerarla un instrumento de diagnóstico de la situación, que consiste en una revisión independiente y sistemática con el objetivo de evaluar el cumplimiento de unos estándares ambientales (legislados, pero también recomendados), para identificar los incumplimientos y sus causas; todo ello como primer paso para la elaboración de un Plan de Gestión Ambiental, que ha de corregir las deficiencias de forma priorizada y atendiendo a la disponibilidad inversora.
Objetivos Básicos de una Auditoría Ambiental
- Evaluar de forma objetiva, sistemática y periódica la situación ambiental del municipio, y el sistema de gestión.
- Permitir identificar los instrumentos básicos, de los que se debe servir el gobierno municipal para desarrollar de forma programada su política ambiental.
- Definir unos objetivos cuantificables, con los que poder realizar un seguimiento temporal de los efectos positivos de la política ambiental y, a su vez, detectar las desviaciones.
- Por último, cabe apuntar la posibilidad que se abre, a partir de los resultados de una ecoauditoría, de desarrollar una Agenda 21 Local.
Metodología de la Auditoría Ambiental
Solo el gobierno municipal puede ponerla en marcha y podemos diferenciar cuatro fases:
- Obtención de información: Consiste en obtener y procesar la información que se considere relevante, para conocer la situación del municipio en relación con el medio ambiente.
- Diagnóstico: Consiste en el diagnóstico de los problemas y la identificación de las causas que los producen. Para objetivar la situación del ecosistema municipal hay que acudir al uso de los indicadores ambientales, que en ocasiones corresponden a variables con límites legislativos. Por lo tanto, en esta fase se debe establecer una propuesta de indicadores ambientales objetivos, que permitan tipificar la situación de partida y su seguimiento temporal.
- Propuesta de soluciones: Destinada a la propuesta de soluciones, con la formalización de un Plan de Gestión Ambiental, que debe contener los siguientes elementos:
- La formulación de objetivos basados en el conocimiento de los problemas, sus causas y los efectos sobre la salud humana y el medio natural.
- La priorización de las medidas correctoras, ya que no es posible abordar a la vez todos los problemas, aunque sólo sea por razones presupuestarias.
- La adaptación de la organización municipal a los objetivos que se establezcan en el Plan de Gestión Ambiental, ya que sólo será creíble si se les destinan los medios suficientes.
- Comunicación: Consiste en dar publicidad a los resultados de la ecoauditoría y a las actuaciones que se han de derivar. Se deben concretar los aspectos importantes a divulgar, para conseguir una mayor concienciación ciudadana. La comunicación de los resultados referidos al estado del medio ambiente municipal ha de basarse en la transparencia informativa.
Agenda 21 Local: Un Programa para el Desarrollo Sostenible
La definición de la Agenda 21 consiste en un programa para conseguir un equilibrio entre los negocios y la sostenibilidad, como la única vía para luchar contra la pobreza y evitar la destrucción del medio. Desde el posibilismo, la Agenda 21 Local es un manifiesto global para el desarrollo sostenible, aplicable a cualquier municipio. La cuestión de la escala es clave y parte de la constatación de que muchos de los problemas y soluciones que se citan en la Agenda 21 tienen raíces locales. Se considera un instrumento adecuado para impulsar una estrategia sostenible.
Metodología de Elaboración de la Agenda 21 Local
Una parte importante del procedimiento consiste en la identificación de los problemas y sus causas, así como la propuesta de medidas de corrección, que coincide con un proceso de ecoauditoría municipal; por ello, se utiliza a veces como punto de partida de una Agenda 21.
El proceso se inicia con el compromiso de la autoridad local, que representa la voluntad democrática de los ciudadanos, y lo ideal es partir de la unanimidad política.
Con el fin de movilizar un interés público amplio, se ha de crear un Foro Ambiental, que es un grupo de trabajo en el que deben estar representados todos los actores sociales y que ha de ser el organismo de participación y representación de los intereses de la comunidad, que pueda suplir los avatares de la política local. El Foro ha de decidir su propio sistema de reproducción.
Fases a Desarrollar en la Agenda 21 Local
- Acordar la filosofía: A través de la elaboración de un documento que servirá de base “ideológica” de toda la actuación. En él se definirá una visión de futuro del municipio basado en la sostenibilidad, así como el modelo turístico hacia el que se desea avanzar.
- Definir los elementos a analizar: Identificar los problemas y sus causas, establecer las soluciones de forma priorizada. Todo ello debe conducir a la formalización de un Plan de Acción Ambiental.
- Aplicación del Plan: Aplicación del Plan de Acción y su evaluación y seguimiento.
Principales Ventajas de la Agenda 21 Local
- Facilita la toma de decisiones, hacia un modelo de desarrollo turístico sostenible, debido a que parte de un consenso social muy amplio.
- Se consigue una mayor sensibilidad y colaboración de la población residente y de los visitantes, en relación con la temática ambiental.
- Sirve de modelo para que el sector privado emprenda también iniciativas en el campo de la mejora ambiental.
- Habitúa a los agentes sociales en los mecanismos de participación, a través del impulso permanente que supone el Foro Ambiental.
- Permite dotarse de un organigrama eficaz (político y técnico), para el tratamiento de los problemas ambientales y evitar la toma de decisiones contradictorias.
- Da una imagen en positivo del municipio, que puede ser útil para la captación de nuevas inversiones relacionadas con un turismo respetuoso con el medio.
Evaluación del Impacto Ambiental (EIA): Un Análisis Preventivo
La evaluación del impacto ambiental es un análisis realizado con anterioridad a la ejecución de un proyecto de obra, para determinar qué cambios son previsibles que se produzcan en el medio ambiente, en sentido negativo, y decidir si la obra es ambientalmente viable o no. Por lo tanto, la EIA es un análisis preventivo de los riesgos ambientales.
El marco legislativo y administrativo determina qué proyectos deben contar por ley con una evaluación de impacto, así como los reglamentos que establecen los procedimientos. Es un marco complejo, ya que las competencias ambientales están repartidas entre varias administraciones (europea, estatal y autonómica), y además se trata de una legislación nueva y cambiante. La legislación estatal que se adaptó a la europea fue una ley del año 2000 (que contempla los siguientes proyectos de obras relacionados con la actividad turística: determinados proyectos de urbanizaciones y complejos hoteleros, puertos deportivos, parques temáticos, campos de golf, regeneración de playas, así como pistas de esquí e infraestructuras asociadas. Ahora bien, muchas de estas obras están obligadas a presentar una EIA en función del tamaño, de la localización y del tipo de obra.
Procedimiento Administrativo de la Evaluación de Impacto Ambiental
El procedimiento administrativo de la evaluación de impacto ambiental incluye una serie de fases en su tramitación. Los plazos de cada una de ellas pueden variar, dependiendo del tipo de obra que se proyecta realizar.
- Tramitación: Se inicia mediante la elaboración de la memoria, incluye las características básicas del proyecto y las condiciones ambientales de la zona de implantación. Se abre una fase de consultas, en la que el órgano competente remite un número variable de copias de la memoria a aquellos organismos y entidades que puedan aportar un punto de vista interesante para el desarrollo de los trabajos. Una vez recibidos los comentarios, se remiten al promotor para que los tenga en cuenta en su estudio.
- Redacción: La redacción por parte del promotor del estudio de impacto, que podemos considerar como el elemento más importante del procedimiento. Una vez elaborado el estudio se abre un período de información pública, a la que se somete simultáneamente el proyecto y el estudio de impacto.
- Declaración: Declaración de impacto ambiental, que es el pronunciamiento de la autoridad competente en materia de medio ambiente, basándose en el estudio de impacto ambiental. En la declaración se deben determinar los efectos ambientales de la actuación y la conveniencia o no de autorizar la obra en función de la propia intensidad del impacto; además hay que resolver las discrepancias que puedan surgir, lo cual quiere decir que la declaración se puede recurrir.
- Programación: Programación de un plan de seguimiento y vigilancia de la evaluación de impacto ambiental, durante la realización de la obra que comenzará a continuación.
Contenido del Estudio de Impacto Ambiental
El estudio de impacto ambiental es el documento de carácter técnico que constituye el núcleo del procedimiento administrativo, ya que incluye la información en la que se basa la declaración de viabilidad o no del proyecto. El esquema del contenido de un estudio es una ampliación de la segunda fase del procedimiento administrativo y cabe diferenciar cuatro partes o capítulos.
- Introducción: Consiste en una introducción, donde se realiza una descripción general del proyecto, que debe especificar los materiales a utilizar en la obra, los recursos naturales que serán eliminados o afectados, así como también los vertidos, residuos y emisiones que se producirán. Ha de aportar toda la información necesaria, para la identificación de las acciones susceptibles de producir un impacto ambiental.
- Análisis del proyecto y del medio natural: El segundo capítulo consiste en el análisis del proyecto y del medio natural. Debe hacerse, por una parte, una valoración de las distintas alternativas, considerando sólo las técnicas viables; cada alternativa debe contener información suficiente como para decidir la de mayor idoneidad ambiental por causar una menor intensidad de impacto, teniendo en cuenta que deben valorarse también las variables de tipo económico.
- Identificación y valoración de los impactos: El capítulo tercero trata la identificación y valoración de los impactos. Hay que recordar que un impacto es un cambio esperado en una determinada variable ambiental, como consecuencia de la actuación contemplada en el proyecto. Los impactos se tipifican de acuerdo con la terminología que veremos a continuación. En algunos casos el impacto es cuantificable, como el que produce un campo de golf sobre los recursos hídricos, según las necesidades de agua de riego que tenga; pero otros impactos son de valoración subjetiva, como las modificaciones en el paisaje que causa este mismo campo de golf. El procedimiento de análisis más habitual es la construcción de las “matrices de impacto”, que tratan de objetivar los impactos a través del estudio de las interacciones entre los generadores de impacto (elementos del proyecto) y los receptores (variables ambientales).
- Propuesta de medidas protectoras y programa de vigilancia ambiental: El cuarto capítulo consiste en la propuesta de medidas protectoras y de un programa de vigilancia ambiental. Se indicarán las medidas, de tipo moderador, corrector o compensatorio, que permitan reducir, eliminar o compensar los impactos negativos más importantes.
En resumen, todo ello conduce a la elaboración de un documento de síntesis, que debe contener las conclusiones relativas a la viabilidad de las actuaciones previstas. El documento debe ser redactado en términos asequibles a la comprensión general y su difusión garantiza la transparencia en el procedimiento.