Organizaciones competitivas: son aquellas capaces de crear, mantener y desarrollar equipos humanos motivados, flexibles y aptos para aprender y adaptarse a los cambios.
Competencias esenciales: son el conjunto de aptitudes y actitudes que tienen las personas, y que las predisponen a realizar sus actividades con el mejor nivel de desempeño. Los componentes de estas competencias son: saber, saber hacer, saber estar, querer y poder.
Motivación: predisposición positiva de una persona para hacer el trabajo.
Enriquecimiento del puesto de trabajo: pretende modificar el contenido de las tareas, de forma que cubran necesidades de nivel más elevado.
Liderazgo: forma especial de poder, y de influencia en el comportamiento de los otros.
Estilo de liderazgo: forma en la que se comporta el líder en su relación con sus seguidores.
Tarea: acción concreta e independiente entre sí que realiza una persona en el ejercicio de su actividad profesional.
Puesto de trabajo: conjunto de tareas que realiza un empleado en su trabajo diario.
Análisis de los puestos de trabajo: consiste en delimitar las funciones y tareas de cada empleado.
Reclutamiento: identificar empleados potenciales que cumplan los requisitos que la empresa necesita, y atraerlos en número suficiente para que sea posible una selección de aquellos que se adapten mejor a las exigencias del trabajo.
Selección de personal: consiste en elegir aquellos candidatos que mejor cumplen los requisitos del trabajo para el que están siendo valorados; se analizan las exigencias que conlleva el puesto y las condiciones personales del candidato.
Comercio electrónico: cualquier forma de intercambio económico entre empresas, o entre éstas y los consumidores, en el que las partes interactúan electrónicamente. Se trata de una nueva forma de intercambio en una economía global, en tiempo real y a través de internet, sin horarios comerciales ni límites geográficos.
Marketing mix: son las decisiones que la empresa debe adoptar acerca de las 4P (Producto, Precio, Plaza, Promoción).
Imagen de marca: percepción que tiene el consumidor del producto, tanto de sus aspectos tangibles y añadidos, como de sus valores simbólicos. Esta imagen la busca la empresa a través del posicionamiento del producto.
Marca: nombre, símbolo, logotipo o una combinación, que identifica los productos de una empresa y los diferencia. Suele englobar nombre y logotipo, lo que se puede pronunciar y que facilita su identificación visual (cortos, fáciles de recordar y pronunciar, y que sugieren las cualidades del producto).
Estrategias de precios diferenciales: mismo producto a precios diferentes en función de las características de los consumidores o de la necesidad de promocionar las ventas.
Comunicación: función del marketing que informa sobre el producto o la marca, y resalta la utilidad y las ventajas que proporciona respecto a la competencia, para persuadir al cliente.
Publicidad: forma de comunicación impersonal, masiva y pagada por la empresa que utiliza los medios de comunicación de masas para promocionar sus productos y marcas.
Promoción de ventas: realización de actividades para atraer el interés de consumidores o distribuidores a través de incentivos.
Relaciones públicas (RR. PP.): deben mejorar la imagen de la empresa o marca entre los distintos colectivos con los que se relaciona (externos e internos).
Esponsorización: financiación y apoyo de actos e iniciativas sociales y culturales. Su objetivo es provocar en el público una imagen favorable de la empresa patrocinadora.
Venta personal: recoge las actividades que una empresa lleva a cabo, a través de su red de vendedores y representantes, para la comunicación personal del producto.
Merchandising: conjunto de actividades que se realizan en el punto de venta para estimular la compra del producto.
Canal de distribución: conjunto de intermediarios que hacen llegar los productos, desde su origen, hasta el consumidor final.