Hacienda Pública en la Economía Española
La hacienda pública es crucial para la presencia del Estado en la economía. Sus elementos clave son los gastos e ingresos públicos.
Gastos Públicos
5.1. El Gasto Público
El porcentaje del gasto sobre el PIB depende de la evolución de ambos. El Estado puede modificar anualmente el gasto mediante política fiscal discrecional.
En las recesiones, el gasto en prestaciones por desempleo aumenta automáticamente, sin cambios en la política fiscal. A esto se le llama componente automático del gasto público.
El gasto público se divide en:
- Empleos corrientes: Consumo o ahorro por la Administración o particulares.
- Empleos de capital: Inversión directa.
Los empleos corrientes son los más importantes e incluyen:
- Consumo final de las Administraciones Públicas: Producción de bienes públicos (defensa, seguridad, justicia, administración) y transferencias en especie (educación, sanidad).
- Intereses de la deuda pública: Gastos por desequilibrios presupuestarios anteriores.
- Prestaciones sociales en efectivo: Pensiones, subsidio por desempleo y otras ayudas.
- Subvenciones.
El aumento del gasto en pensiones en España desde 1977 se debe al aumento del número de pensionistas y de la pensión media. El incremento de pensionistas se debe a factores demográficos (aumento de personas en edad de jubilación y de la vida media), ampliación de beneficiarios y jubilaciones anticipadas.
La inversión pública, principal partida de los empleos de capital, es fundamental para infraestructuras esenciales para el crecimiento económico, como las vías de comunicación.
Ingresos Públicos
5.2. Ingresos Públicos
Los ingresos públicos en España provienen de:
- Cotizaciones sociales: Financian la Seguridad Social.
- Impuestos indirectos: Principalmente el IVA.
- Impuestos directos: IRPF e Impuesto de Sociedades.
Las cotizaciones sociales, consideradas impuestos sobre el empleo, han fortalecido la Seguridad Social. El IVA es el principal impuesto indirecto. El IRPF es el impuesto directo más importante, seguido del Impuesto de Sociedades.
Saldo Presupuestario y Deuda
5.3. El Saldo Presupuestario y la Deuda
España históricamente ha tenido déficit presupuestario. Entre 1976 y 2000, el déficit se debió a la rápida expansión del gasto (Estado de Bienestar y crisis energética e industrial) que no fue compensada por el aumento de ingresos.
A partir de 1995, el déficit disminuyó gracias a la disciplina presupuestaria, la expansión cíclica, la reducción de los tipos de interés y el aumento de la presión fiscal (del 37% al 41%).
El equilibrio financiero es un objetivo político, reflejado en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, aunque algunos la consideran muy rígida.
La presión fiscal, lo que pagamos de impuestos en función de nuestra renta, está aumentando en España.