La Balanza de Pagos en la Economía Española: Evolución y Retos

La Balanza de Pagos en la Economía Española

Cuenta Corriente

La cuenta corriente agrupa las operaciones de comercio de bienes, servicios, rentas internacionales del capital y trabajo, y transferencias corrientes internacionales. Su saldo conjunto, sumado a la cuenta de capital, tiene gran relevancia económica. Entre 1985 y 2012, el saldo de la cuenta corriente más el de capital fue negativo, lo que indica la necesidad de financiación exterior.

Cuenta de Capital

El componente más importante de la cuenta de capital son las transferencias de capital, principalmente aportaciones de los fondos comunitarios. Desde 1993, el saldo de la cuenta de capital ha sido siempre positivo.

Cuenta Financiera

La cuenta financiera recoge las variaciones netas de los activos y pasivos de España con el exterior. Su saldo debe ser igual, con signo contrario, a la capacidad o necesidad de financiación del país. Los déficits de la cuenta corriente y capital se han financiado tradicionalmente con entradas netas de capital extranjero.

Evolución del Comercio Exterior

Desde la década de 1960, el crecimiento económico español se benefició del comercio internacional. Las exportaciones e importaciones crecieron a mayores ritmos que el PIB, incrementando el grado de apertura de la economía.

Entre 1996 y 2012, las exportaciones siguieron una trayectoria creciente, con un crecimiento intenso a principios de los 90 debido a la devaluación de la peseta. En los últimos años, se aprecia una contención del crecimiento por pérdida de competitividad.

Las importaciones también crecieron, especialmente en la segunda mitad de los 90. La crisis de 2008 provocó una caída de las entradas y salidas de flujos financieros.

Conclusiones

El dinamismo de las exportaciones aumentó la cuota de ventas españolas en los mercados internacionales. La economía española experimentó un notable proceso de apertura, con flujos de comercio que suponen casi el 50%.

La brecha comercial se ha mantenido a un nivel aceptable, ya que las exportaciones han financiado más de las tres cuartas partes de las importaciones.

Las importaciones dependen de la renta nacional, mientras que las exportaciones dependen de la renta mundial. Esto implica una tendencia al deterioro del saldo comercial si la economía crece sostenidamente.

Para corregir este comportamiento, se puede mejorar la competitividad-precio de la economía reduciendo la inflación o mejorando la competitividad estructural.

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