Las pequeñas y medianas empresas (PYMES)
Como ya hemos comentado, para decidir la dimensión de la empresa (capacidad de producción) se ha de tener en cuenta una serie de criterios. A pesar de ello, podemos decir que dentro de este grupo se incluyen las empresas pequeñas y medianas según el número de trabajadores y el volumen de facturación. Consideramos pequeña la empresa con menos de 50 trabajadores y un volumen de ventas en torno a los 5 millones de euros al año; las empresas medianas tienen entre 50 y 250 trabajadores, y un volumen de ventas entre 5 y 10 millones de euros al año.
Este grupo de empresas representa el 90% del total de las empresas españolas. Por tanto, tienen mucha importancia, tanto social como económicamente, porque de ellas dependen muchas familias, ya que, entre otras cosas, les proporcionan trabajo. Normalmente el capital de las pymes es propiedad de una sola persona o de pocos socios.
Características de las PYMES:
- Poca formación empresarial: El empresario tiene pocos conocimientos técnicos, los cuales a menudo los ha adquirido en la propia gestión de la empresa. Al gestionarla, se mueve más por impulsos y ganas que por una formación académica adecuada. Tiene pocos departamentos de asesoramiento (staff).
- Poca capacidad financiera: Les cuesta acceder a los mercados financieros, ya que normalmente se han iniciado en empresas familiares y con pocos recursos de partida, y esto hace que les cueste generar autofinanciación para poder crecer.
- Cualificación y formación técnica del personal y obsolescencia tecnológica: El reciclaje del personal no avanza con la misma rapidez que la tecnología de la empresa. Esto puede deberse a la falta de previsión por parte de la dirección o a la falta de medios económicos para adaptarse, lo que implicaría un desfase tecnológico, que también puede ser debido a la poca capacidad financiera y económica. Este hecho se agrava por el rápido desarrollo tecnológico y los adelantos en investigación. Todo esto puede significar que estas empresas queden al margen de los mercados, ya que los equipos obsoletos comportan más costes y menor calidad de la producción.
- Organización flexible: Facilidad de comunicación entre el personal de la empresa, debido a que el número de trabajadores es reducido y esto permite la comunicación y la creación de un buen equipo de trabajo. Además favorece la toma de decisiones, es decir, hay una mayor flexibilidad en este sentido. Esto se debe también en gran medida a la existencia de pocos niveles de mando, es decir, al hecho de que el poder esté concentrado en el propietario o el director de la empresa, lo que implica que las decisiones se pueden tomar de una forma rápida sin pasar por demasiados intermediarios.
- Integración del personal: El personal normalmente está integrado en la empresa, participa de las responsabilidades y esto supone que esté más motivado en su trabajo.
- Desarrollo en mercados intersticiales: Aprovechamiento de los espacios que dejan vacíos las empresas grandes en los mercados, ya que estas se especializan en un producto y se interesan por producciones que permiten economías de escala. Por tanto, hay aspectos en los cuales la pequeña y mediana empresa puede dominar a las empresas grandes, como en la comercialización del producto, aprovechando un contacto más directo con el cliente.
- Creadoras de empleo: Las pymes son un grupo de empresas que tienen más recursos de trabajo que de capital, por lo que generan más empleo que las empresas de gran tamaño, debido probablemente, como hemos dicho antes, a la falta de financiación para invertir en capital. Es decir, son empresas generadoras de más empleo en términos proporcionales.
Hay sectores en los que las pymes son mucho más idóneas que las empresas grandes: actividades muy afectadas por la moda o de demanda muy inestable, actividades en las que es muy importante la habilidad y destreza de la mano de obra frente a la maquinaria, sectores de tecnología muy avanzada que necesitan personal muy cualificado o actividades en las que es muy importante el contacto directo con el cliente. Por otro lado, existen actividades específicas dentro de un mismo sector en las que las pymes son más adecuadas. Un ejemplo son ciertas actividades agrarias en las que la producción se realiza en pequeñas unidades, mientras la comercialización y distribución se lleva a cabo por medio de grandes empresas. En la industria del automóvil se realiza la fabricación por grandes empresas, y la distribución por pequeñas (concesionarios particulares). En numerosas actividades manufactureras existe una importante industria auxiliar (por ejemplo, en la fabricación de coches para determinados componentes o piezas). Por último, hay actividades en las que es mayoritaria la presencia de las pymes, ya que, hasta que la tecnología propia del sector y los mercados no se consolidan, no aparecen las grandes empresas que buscan economías de escala crecientes.
A. Efectos de la globalización en la estrategia de las pymes
Como hemos apuntado anteriormente, la globalización es un proceso que, lentamente, ha ido creando una economía mundial, en la cual las economías nacionales aumentan progresivamente su dependencia mutua y, por tanto, las empresas de las economías de los países más desarrollados han unificado sus estrategias para poder competir. Así, la globalización ha contribuido a que las empresas intentasen crecer aumentando su dimensión con el objetivo de poder abastecer este mercado.
Este fenómeno ha hecho que algunas empresas, sobre todo las pymes, hayan quedado al margen de esta internacionalización, ya que su capacidad exportadora no ha sido suficiente. Además, en general se han hecho visibles los aspectos negativos de las pymes, como su poca capacidad financiera, la obsolescencia tecnológica y la poca capacidad innovadora, así como el hecho de no poder aprovecharse de las economías de escala a las cuales, en cambio, tienen acceso las multinacionales.