Liberalismo Clásico: Principios, Figuras y Conceptos Clave

Liberalismo: Interés Personal y Libertad Política

Formulada a fines del siglo XVIII y principios del XIX, la doctrina liberal tenía como objetivo facilitar a los países occidentales el aprovechamiento de los recientes descubrimientos científicos y organizar una sociedad industrial eficaz que reemplazase al régimen anterior, basado en las corporaciones, los gremios y la omnipresencia del Estado absolutista, que resultaba pesado e ineficaz.

Estaba influenciada por la teoría utilitarista, que busca la felicidad individual y, a través de esta, la colectiva.

El liberalismo estimó que la mejor manera de organizar la producción y el consumo para obtener el máximo grado de satisfacción individual con un mínimo esfuerzo era utilizar esa característica humana del egoísmo hedonista para que la vida económica descanse en la lucha de los intereses individuales en un mercado absolutamente libre.

Libre Concurrencia y Limitaciones de las Funciones del Estado

Se admitía unánimemente que el mundo está poblado de egoístas cuya actividad redunda en bienestar para toda la sociedad, y que esto sucede gracias a la intervención conciliadora de una “mano invisible”. Para que ello ocurra, es necesario que tanto el Estado como el gobierno y la autoridad únicamente garanticen la libertad de acción de la naturaleza y de los egoístas, y solo así el bien brotará espontáneamente.

Dejar Hacer, Dejar Pasar: Liberales Clásicos

Los elementos esenciales de la escuela clásica son la libertad personal, la propiedad privada y la iniciativa individual. Los rasgos fundamentales del pensamiento clásico pueden concretarse en los siguientes puntos:

  • A. Dejar hacer, dejar pasar. El mejor gobierno es el que interviene menos.
  • B. La existencia de una armonía de intereses, ya que cada individuo, al tratar de alcanzar sus propios intereses, servía a los superiores intereses de la sociedad.
  • C. Defensa de los hombres de negocios, que eran los que realizaban la inversión y propiciaban el crecimiento económico.
  • D. Confiaban en que la competencia era el mecanismo regulador de la economía.

Adam Smith y su Obra «Investigaciones sobre la Naturaleza y las Causas de las Riquezas de las Naciones»

Adam Smith, en su libro “Investigaciones sobre la naturaleza y las causas de las riquezas de las naciones”, se propone dos objetos:

  • A. Procurar a la nación una renta abundante.
  • B. Procurar a la comunidad una renta suficiente para solventar los servicios públicos.

Tiene por finalidad enriquecer al mismo tiempo al país y al soberano. Solo admite la intervención del Estado cuando es indispensable para la seguridad de la sociedad o la defensa del país.

División del Trabajo, Valor de Uso y Valor de Cambio. Concepto de la Mano Invisible

Smith afirma que el trabajo es la verdadera y principal fuente de riqueza, proclama la libertad del mismo y explica su división dentro de las fábricas o industrias y en el orden internacional. En la manufactura, el proceso del trabajo se divide en una cantidad de tareas simples. Cada trabajador realiza una de esas tareas especializándose en ella. De esa forma, puede llegar a producir en un día lo que antes producía en un año. La división técnica del trabajo incrementa la productividad por varios factores: el aumento de la destreza de cada trabajador al repetir la misma acción continuamente y la reducción de los tiempos muertos o tiempos perdidos al economizarse aquel que se perdía al pasar de una tarea a otra.

Cuando la división del trabajo se ha establecido ampliamente en la sociedad, cada hombre vive de intercambiar el producto de su trabajo por el producto del trabajo de otros. Ese intercambio de mercancías o productos se realiza por un precio o valor determinado.

Smith dice que la palabra valor tiene dos significados diferentes: algunas veces expresa la utilidad de un objeto y otras expresa la capacidad de comprar otros productos.

En el primer caso se trata de un valor de uso y en el segundo de valor de cambio. Algunas cosas pueden tener muy poco valor de uso y un gran valor de cambio, ya que a cambio de ellos se puede obtener una gran cantidad de otros productos.

La riqueza de cada individuo dependerá de la cantidad de mercancías que puede adquirir en el mercado. Concluye en que la medida real del valor de todas las mercancías es el trabajo. Es decir, que la cantidad de trabajo que puede comprar un bien es igual a la cantidad de trabajo que costó producirlo. Cuando los poseedores de capital emplean a otras personas para trabajar y les suministran materiales y herramientas, se hace necesaria la venta del producto que permitirá el pago de los salarios y la obtención de ganancias al capitalista que ha comprometido su capital. Así, el producto ya no le pertenece únicamente al trabajador y el precio de la mercancía se compondrá de salarios, beneficios y rentas.

El principio de la mano invisible: establece que todo individuo, al buscar egoístamente solo su propio bien personal, es llevado, como si fuera dirigido por una mano invisible, al lograr lo mejor para todos. Smith sostiene que en este mundo la interferencia del Estado en la competencia del mercado es perjudicial casi con total seguridad.

Los Pesimistas: Robert Malthus y la Ley de la Población

Mientras la población crece en progresión geométrica, las subsistencias crecen solo en progresión aritmética. Su planteo originario de la cuestión fue francamente pesimista, al punto tal que expresó que la pobreza y la miseria eran necesarias para evitar los terribles efectos del exceso de población ante la escasez de alimentos. Pero, posteriormente, en la segunda edición de su libro, después del viaje que realizó al continente europeo para informarse de las condiciones económicas que tenían otros pueblos, fue menos pesimista y reconoció que la industria y los nuevos instrumentos de trabajo podían aumentar la producción de alimentos.

David Ricardo: Teoría de la Renta y de las Ventajas Comparativas

Se ocupó especialmente de la distribución o reparto de la riqueza, diciendo que debía hacerse de acuerdo con las tres clases directamente interesadas: el terrateniente, el capitalista y el trabajador.

Pensaba que las mercancías obtienen su valor de dos fuentes: de su escasez y de la cantidad de trabajo necesario para obtenerlas.

Definió a la renta de la tierra como la compensación que se paga al propietario por el uso.

El aumento de la población conduce a una mayor demanda de alimentos. Ello conduce a extender la labranza a las tierras menos fértiles. Esto eleva el costo de la labranza, en consecuencia, se eleva el costo de los alimentos, ello deviene en aumento del salario de los trabajadores, esto reduce la utilidad de los empresarios y esto se traduce en pagos más altos a los dueños de las empresas.

Asimismo, afirmó la existencia de una renta diferencial producida por las tierras más fértiles respecto de las menos fértiles; esta regula el precio de los artículos producidos.

Finalmente, su teoría de los costos comparativos implica la afirmación de las indudables ventajas que para todos los países significan la división del trabajo y el intercambio internacional.

Los hombres y los países deben especializarse en aquello que signifique un sacrificio menor con el mayor rendimiento, lo que constituye una ventaja comparativa.

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