Liderazgo y Poder: Una Perspectiva Integral
El Liderazgo como Capacidad de Influencia
El liderazgo es la capacidad de influir en la conducta de otras personas de modo persuasivo. El poder, en cambio, es la capacidad de influir en la conducta de otras personas. El liderazgo efectivo supone, ante todo, poder. Cuando los seguidores aceptan de buen grado el poder, diremos que éste está legitimado.
Max Weber distingue tres fuentes de legitimidad del poder:
- Legitimidad legal o racional: Tiene su fundamento en la creencia en la legalidad de los ordenamientos establecidos y en la de los títulos de quienes ejercen el dominio.
- Legitimidad tradicional: Se basa en la creencia en el carácter sagrado de las tradiciones en vigor y en la legitimidad de quienes son llamados, en virtud de aquellas, al poder.
- Legitimidad carismática: Descansa sobre la sumisión de los subordinados al valor personal de un hombre que se supone dotado de cualidades extraordinarias.
Fuentes de Poder
Existen dos fuentes de poder: el que proviene de la organización y el que proviene de la persona. Algunos instrumentos de poder son fuente de poder casi exclusivamente de la organización (ej.: cargo), mientras otros son casi exclusivamente de la persona (ej.: liderazgo). Otros, como el utilitario y el autocontrol, tienen un carácter más mixto.
Influencia del Líder en la Conducta de las Personas
El líder logra influir en la conducta de las personas mediante una vía emocional y una vía cognitiva. Ambas son diferentes, pero complementarias.
Influencia Emocional
La capacidad de influir a través de la vía emocional depende principalmente de las características del líder. Los líderes acostumbran a experimentar emociones positivas de manera frecuente e intensa. La creencia del líder en sus capacidades para resolver problemas tiene tres características:
- Determinación: Los líderes siguen su propio camino, sin importar lo que piensen los demás.
- Energía: Poseen un depósito de energía inagotable.
- Entusiasmo: Es el lazo más fuerte que utiliza el líder para motivar a sus colaboradores.
Procesos de Influencia Cognitiva
Se basan en la visión del líder. La visión conlleva siempre una orientación futura, una descripción del futuro y los objetivos. Existe una conexión entre la visión y los objetivos; aquello que es deseable para el objetivo no siempre es deseable para la visión. Mediante la visión, el líder provee a sus colaboradores un esquema central donde se explican los objetivos.
Existen cuatro dimensiones de la conducta del seguidor que pueden sufrir variaciones a causa del factor liderazgo:
- Dirección: En qué se ve orientada la conducta.
- Amplitud: Campo de actividad donde se ejerce el influjo de la conducta.
- Intensidad: Refleja la cantidad de esfuerzo vinculado a esa conducta.
- Persistencia: Se basa en cuánto tiempo se realiza el esfuerzo en la conducta.
Roles Empresariales: Emprendedor, Ejecutivo y Líder
El Empresario Emprendedor
El rol del empresario emprendedor hace referencia a la persona que crea empresas. El verdadero empresario es capaz de innovar y detectar oportunidades. Este empresario realiza las siguientes acciones: concebir la idea y proyectar la organización (es decir, convertir la idea en una organización que funcione), aprovechar todas las oportunidades del entorno (qué producir, cómo producir, dónde, cuándo, para quién).
Consiste en lograr innovaciones como la introducción de métodos o productos que carecen de precedentes en el marco de los conocimientos del sector, aumentando así la producción.
El Empresario Ejecutivo
Es el que resuelve los problemas que se presentan en la vida de las empresas. Se destaca por su capacidad de formular planes y programas. Suele trabajar a sueldo de empresas que no ha fundado y que no son suyas. Éste enfatiza más el corto plazo y da un enfoque centrado en la gestión eficiente de tareas y procesos que influyen en la mejora de la calidad y la reducción de costes. Consiste en dirigir la empresa con el menor consumo posible de insumos por unidad de producto para maximizar el beneficio.
El Líder Empresarial
Es el que es capaz de generar una imagen futura de la situación de la empresa y llevar tras de sí a todas las partes implicadas para hacer realidad esa imagen. Esta imagen que se crea se llama visión. Éste se centra en la motivación de las personas, concibiendo la empresa como un proyecto compartido que ilusiona, generando compromiso para superar los desafíos del futuro.
Flexibilidad o Rigidez en el Estilo de Liderazgo
Se deduce que, cuanta más flexibilidad tengan los directivos en su liderazgo, mejor podrán actuar y responder a las distintas situaciones. Si el directivo tiene muchos estilos, podrá ponerlos en contribución cuando la situación lo exija; en cambio, si el directivo solo posee un estilo, se verá envuelto en graves dificultades posteriormente.
Dos componentes influyen en el estilo de liderazgo:
- La propia personalidad.
- Las experiencias vividas.
Ambos componentes son difícilmente cambiables, lo que nos lleva a pensar que la rigidez en el liderazgo supone, en muchos casos, la ineficiencia de las organizaciones. De ahí la importancia de:
- La formación para el liderazgo: Es ideal tener líderes flexibles.
- El conocimiento del propio estilo de liderazgo dominante: Identificar nuestros estilos de liderazgo dominantes es un buen primer paso para la conciencia de nuestros puntos fuertes y débiles.
- Liderazgo compartido: En los casos en que el liderazgo es compartido por varias personas, las posibilidades de maniobra se amplían mucho, y el éxito radica en que el grupo sepa, en cada momento, quién tiene las mejores capacidades.
- Proceso inverso: Ubicar a cada líder en aquel lugar de la organización donde su estilo sea potencialmente eficaz.
Tácticas de Persuasión del Líder
- Persuasión racional: Se trata de usar argumentos lógicos, datos coherentes y mucha información para convencer a los colaboradores de lo bueno que es tomar la decisión.
- Persuasión emocional o exhortación: Con esta táctica, el líder se basa en los valores, los ideales y las aspiraciones de los seguidores. Se trata de que la conducta del líder sea interiorizada por los seguidores como algo que “debe hacerse” o “merece la pena”. Esta táctica funciona bien con personas cuyo comportamiento se rige más por las emociones que por el razonamiento lógico.
- Participación: El líder busca la aportación del seguidor y, a través de ella, que el seguidor acepte y se comprometa con el objetivo. Pueden darse tres casos:
- El líder propone una propuesta y está dispuesto a modificarla según lo que digan los colaboradores.
- El líder presenta su propuesta y pide a los colaboradores que digan en qué se puede mejorar o en qué puede ayudar.
- El líder fija una propuesta, pero los colaboradores establecen los medios para conseguirlo.
- Petición personal o petición de favor: El líder se basa en la buena relación personal que tiene con los demás, a quienes, basándose en su lealtad, les hace una petición (“por favor, hazlo por mí”). Las emociones personales de “gusto” o de agradar al líder hacen eficaz esta estrategia de liderazgo.
- Intercambio: El líder, a cambio de su petición, ofrece algo a cambio (apoyo, información…). Cuanto más valor tenga para la persona lo que el líder ofrece, mejor para su negociación; por lo que es importante averiguar lo que los demás valoran y tratar de recompensarlos por ello.
- Conexiones: Hay ocasiones en las que el líder, por sí mismo, no puede persuadir a una persona, por lo que aprovecha sus contactos y amistades para persuadir a la persona con la que trata.
- Congraciarse: El líder pretende mostrarse amigable, mejorando su propia imagen y emitiendo a sus colaboradores un buen estado de ánimo. De tal manera que, en un ambiente bueno, es más fácil la persuasión.