Tema 3: Entorno de la empresa y estrategia empresarial
1 El entorno de la empresa
•Los factores del entorno general
1. Factores económicos. El nivel de actividad económica del país (ciclos económicos), la situación de desempleo, los tipos de interés, la inflación, etc. Otros factores influyen de forma más permanente, por ejemplo, el grado de desarrollo económico, las infraestructuras disponibles (vías de transporte y redes de comunicación), etc.
2
Factores socioculturales
El nivel educativo, las pautas culturales, los estilos de vida y hábitos de consumo, las tendencias de la moda, la concertación o conflicto entre los agentes económicos, las diferencias sociales, las circunstancias demográficas, etc.
3. Factores político-legales. Comprenden las medidas que toman los gobiernos en su política económica y las leyes que establecen el marco jurídico en el que se mueven las empresas.
4. Factores tecnológicos. Los cambios y avances tecnológicos afectan tanto a los productos que ofrecen las empresas como a sus procesos de producción. La aparición de mejoras técnicas obliga a las empresas a incorporarlas si quieren mantener su posición en el mercado.
•Los factores del entorno específico
Constituyen el sector de actividad en el que participa la empresa y son, por tanto, los que la afectan más directamente.
Entre los factores más cercanos que rodean la empresa están:
• Los proveedores y suministradores de materias primas.
• Los clientes o consumidores que adquieren los productos de la empresa.
• Los competidores o empresas que producen el mismo tipo de bienes y servicios, y que por ello participan en el mismo mercado y se dirigen a los mismos clientes.
• Los intermediarios o distribuidores, que facilitan el acceso de los productos a los consumidores a través de los canales y puntos de distribución y venta.
2 El entorno específico o sectorial: La empresa y el mercado
Un sector está formado por todas las empresas que ofrecen productos similares, más o menos diferenciados, y que pretenden satisfacer el mismo tipo de necesidades de los consumidores. La estructura de un sector viene definida por el número y tamaño relativo de las empresas la presencia o ausencia de barreras de entrada, las carácterísticas de los productos en cuanto en cuanto a su homogeneidad o diferenciación, la tecnología los costes de producción, etc.
Las empresas que forman el sector tienen que competir entre sí para captar a los clientes y poder, de esta manera, alcanzar sus objetivos.
Una empresa es más competitiva que otras si, como consecuencia de su mayor eficiencia, consigue ofrecer sus productos a los consumidores con una mayor relación calidad-precio que sus competidores.
• Producción del sector y cuota del mercado
Para conocer la dimensión o importancia de un sector, se utiliza el concepto de volumen de negocio o producción de un sector, que es la cantidad global de ventas que se genera en ese sector en un período de tiempo y en un espacio geográfico determinado.
El volumen de negocio puede expresarse en unidades vendidas (cantidades de producto)
, pero lo más habitual es que se exprese en unidades monetarias multiplicando los productos vendidos por su precio. La cifra obtenida se conoce como facturación, ingresos o ventas del sector.
Dentro de la producción global de un sector, la parte que le corresponde a una en empresa concreta que participa en ese mercado representa la cuota de mercado de esa empresa
*Cuota de mercado= cifra de ventas de la empresa ÷ cifra de ventas del conjunto de empresas del sector.
Dentro de un sector, el líder de mercado es la empresa que tiene una cuota de mercado superior a la de sus competidores.
3 Las fuerzas competitivas del sector
El modelo de Michael Porter (1982), cuyo análisis permitir identificar las fuerzas competitivas o aspectos esenciales que concurren en el sector. Estas fuerzas son:
1. El grado de rivalidad entre los competidores
La intensidad de la competencia en el sector dependerá, del número de competidores, es decir, el tipo de mercado (oligopolio, competencia monopolística, etc). También influye el grado de concentración del sector, esto es, cómo se distribuye el mercado entre los competidores. Un sector es concentrado cuando pocas empresas se reparten la mayor parte del mercado. En los sectores fragmentados, ninguna empresa tiene una participación importante en el mercado.
La mayor o menor presión competitiva también depende del grado de madurez del sector. Hay sectores emergentes o en crecimiento, mientras que otros están más estancandos en declive.
2. La amenaza de entrada de nuevos competidores
Cuanto más fácil es el acceso de una empresa a un sector mayor es la competencia. Estas barreras pueden producirse por diversos factores:
• Las empresas ya instaladas en el sector tienen una ventaja de costes como consecuencia del dominio de la tecnología, experiencia con proveedores, control de los canales de distribución, etc.
• Diferenciación de los productos. Las empresas que llevan tiempo en el sector cuentan con una experiencia de aprendizaje en la mejora constante de sus productos, con la que no cuentan las nuevas empresas.
• Las fuertes inversiones de capital necesarias para comenzar a producir.
3. La amenaza de productos sustitutivos
La aparición de nuevos productos puede ocasionar importantes cambios en el sector, especialmente si mejoran la relación calidad-precio de los productos existentes.
4. El poder negociador de proveedores y clientes
La empresa se encuentra situada en medio de sus proveedores y sus clientes. Si los proveedores son escasos y fuertes para imponer sus condiciones, y sus clientes están organizados y bien informados, las empresas tendrán menos margen de beneficios.
4 Análisis estratégico: el método DAFO
El análisis DAFO (debilidades-amenazas-fortalezas-oportunidades) es un método para analizar los puntos fuertes y débiles de la empresa, así como las amenazas y oportunidades que presenta el entorno, con objeto de conocer sus ventajas competitivas y la estrategia más conveniente en función de sus carácterísticas propias y las del mercado en que se mueve.
• Análisis externo
El primer paso es detectar y analizar las amenazas y oportunidades que proceden del entorno.
Las amenazas son cambios en el entorno que si no se afrontan a tiempo, pueden situar a la empresa en una situación competitiva de desventaja.
Las oportunidades son cambios en el entorno que, si se aprovechan, pueden mejorar la situación competitiva de la empresa.
• Análisis interno
El análisis interno, permite fijar las fortalezas y debilidades de la organización. Los puntos débiles de una empresa son los aspectos internos que suponen una desventaja comparativa frente a sus competidores. Los puntos fuertes son aquellos positivos de la empresa que suponen una ventaja comparativa frente a sus competidores.
5 La estrategia competitiva de la empresa
Las empresas valoran cada día más la necesidad de disponer de un plan estratégico como guía para posicionarse con éxito en el mercado en el que compiten.
•El plan estratégico
1. Determinar dónde estamos a partir de un diagnóstico de la situación
En este análisis son útiles herramientas como la matriz DAFO o el modelo de Porter.
2. Decidir adónde queremos llegar, lo que implica establecer:
• La visión o imagen que se tiene del futuro que se quiere para la empresa.
• La misión o propósito de la empresa ante las preguntas del por qué y para que existe la empresa.
• Los objetivos y metas que concreten la misión de forma más operativa.
3. Establecer por dónde queremos ir. Habrá que elegir la estrategia competitiva
4. Precisar cómo llegar, cuándo y con qué recursos. Una vez definida la estrategia, hay que implantarla mediante planes parciales.
5. Controlar cómo vamos durante el proceso de implantación de estrategias. Es necesario un control del grado de consecución de los objetivos en cada momento.
• La elección de la estrategia.
La estrategia competitiva de la empresa persigue la búsqueda de una posición favorable en un sector determinado. La base para lograr esta posición favorable es conseguir algún tipo de ventaja competitiva que permita a la empresa obtener mejores resultados que sus competidores.
Existen tres posibles estrategias para obtener una ventaja competitiva:
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Liderazgo de costes
Una empresa tiene esta ventaja cuando, basándose en su eficiencia, produce con unos costes inferiores a los de sus competidores manteniendo una calidad aceptable. Esta ventaja en costes permite a la empresa rebajar sus precios y aumentar su cuota de mercado, al mismo tiempo que pone dificultades a sus competidores.
2
Diferenciación
Esta estrategia pretende lograr que el bien o servicio ofrecido se perciba en el mercado como único o exclusivo. Así, los clientes están dispuestos a pagar incluso más para obtener este producto diferenciado. La diferenciación puede estar basada en carácterísticas del propio producto (que sea de mayor calidad, tenga un diseño exclusivo o una buena imagen de marca, etc.), como Mercedes Benz, en aspectos complementarios: atención al cliente, servicio posventa, etc.
3. Segmentación o creación de dichos mercados
Consiste en la elección de una parte o segmento del mercado en el que la empresa decide especializarse. Al centrarse en satisfacer necesidades de un segmento limitado dentro del sector, la empresa puede ser más eficaz que otras que se dirigen a un mercado más amplio y diverso, consiguiendo con ello una ventaja competitiva.
6. La responsabilidad social y medioambiental
Cuando se producen estos efectos negativos, la empresa está trasladando a la sociedad unos costes que deberían ser asumidos por ella misma. Son los llamados costes sociales, aquellos provocados por la actividad privada de la empresa pero que son soportados por la sociedad en su conjunto.
La responsabilidad social de la empresa (RSE) hace referencia al conjunto de obligaciones y compromisos legales y éticos que la empresa asume para cuidar y mejorar los impactos de sus actividades sobre los ámbitos social, laboral y medioambiental.
• Los ámbitos de responsabilidad social
Esta mayor sensibilidad y preocupación social se concreta en una serie de exigencias referidas a los siguientes ámbitos:
– Compromiso con la sociedad en general y con la comunidad local en la que se instalan las empresas. Se demanda que las empresas se comprometan con el desarrollo económico, social y cultural de la zona donde actúan.
– Clima de confianza con los trabajadores. Los trabajadores y sindicatos plantean a las empresas una gestión empresarial que genere un clima de cooperación, motivación y participación de los trabajadores y la mejora de las condiciones laborales.
– Credibilidad ante clientes y consumidores. Las asociaciones de consumidores exigen a las empresas mayor respeto a sus derechos y mayor claridad y fiabilidad de la información que proporcionan sobre los productos que venden.
– Respeto al medio ambiente. Se exige a las empresas que utilicen técnicas eficaces para tratar las emisiones y los vertidos contaminantes, la recuperación de materiales y en desarrollo de estrategias de ahorro energético, la creación de productos más duraderos y fáciles de reparar, los envases ecológicos.
Se hace necesario equilibrar los objetivos de rentabilidad a corto plazo de las empresas con la satisfacción de las demandas de consumidores y trabajadores y la consideración del interés público de la sociedad.
• La responsabilidad medioambiental
La actual preocupación social por estos efectos no deseados se ha traducido en una presión hacia las empresas para que incorporen un comportamiento más responsable con su entorno natural y más comprometido con un desarrollo sostenible. Todo ello se ha traducido en cambios importantes en el entorno empresarial: la aparición de un consumidor ecológicamente más responsable, la promulgación de una legislación medioambiental más exigente y la concienciación de unos ciudadanos que tienen en cuenta el comportamiento social y ecológico de la empresa.
• Medio ambiente y estrategia competitiva
Desde una actitud positiva y estratégica, el medio ambiente se considera como una parte fundamental del entorno empresarial. La estrategia empresarial, desde este punto de vista, debe adaptarse a estos cambios convirtiendo riesgos en oportunidades.
De igual forma que la calidad, la imagen de marca o de los servicios posventa son medios de diferenciación, los atributos ecológicos del producto o la imagen de empresa responsable con el medio ambiente también pueden ser elementos de diferenciación para un segmento creciente de consumidores que prefieren, a igualdad de precio-calidad.
7. El marco jurídico de la actividad empresarial
Una de las funciones de las administraciones públicas es establecer el marco jurídico que regula la actividad económica. A través de este marco, el estado regula la actividad de los agentes económicos y trata de favorecer a su desarrollo.
Este ordenamiento jurídico viene básicamente determinado por una serie de normas y principios que constituyen el denominado derecho mercantil.
Adquieren la condición de empresario todas las personas físicas que realicen una actividad económica de forma profesional, habitual y en nombre propio, así como todas las sociedades mercantiles en cualquiera de sus distintas formas jurídicas.
Entre las principales normas jurídicas que regulan la actividad empresarial destaca el código de comercio o ley básica del derecho mercantil español.
• Principios jurídicos básicos
Son aquellos principios y normas mercantiles que son fundamentales para asegurar un marco estable en el desarrollo de las relaciones económicas. Algunos de ellos no solo están en el derecho mercantil, sino que han adquirido categoría de principios de la constitución española.
1. Libertad de empresa
2. Derecho de propiedad. El artículo 33 de la constitución reconoce el derecho a la propiedad privada, pero con la limitación de respetar los derechos de los demás.
3. Libertad de contratación. Es básica para que el sistema funcione. La mayor parte de los acuerdos en el ámbito empresarial se realiza mediante contrato.
• Otros aspectos del marco legal de las empresas
– Derechos exclusivos. Con la finalidad de proteger las inversiones de la empresa en investigación tecnológica o en su actividad comercial, la ley garantiza el uso exclusivo durante cierto tiempo de los inventos e innovaciones aplicables a la actividad empresarial (patentes), así como los nombres comerciales y marcas que sirvan para distinguir unos productos de otros. Para ello, debe obtenerse el título de propiedad industrial correspondiente, a través de su registro en la oficina Española de patentes y marcas.
– Defensa de la competencia. Tiene la finalidad de defender la competencia de prácticas que puedan restringirla o falsearla.
– Normativa contable, fiscal y laboral. Implica un amplio conjunto de obligaciones que afectan a la empresa en sus diferentes ámbitos (mercantil, fiscal, laboral, medioambiental, etc.) y que se irán presentando y contextualizando en las unidades correspondientes de este libro.