Mercado Laboral en España: Desempleo, Reformas y Factores Clave

Características de la Población Desempleada en España

El desempleo en España presenta una serie de características distintivas que merecen un análisis detallado:

  • La tasa de paro juvenil duplica la tasa media de desempleo. Este fenómeno no se debe al aumento de la población activa, sino a la dificultad de acceso al empleo. Factores como la bajada de la natalidad desde 1970, las nuevas formas de contratación y la ampliación del periodo de estudio redujeron esta tasa hasta la crisis. La tasa se mantuvo elevada debido a la difícil transición desde un sistema educativo basado en la educación teórica y la existencia de salarios de convenio elevados para jóvenes sin experiencia laboral. Además, la destrucción de empleo se ha centrado en los trabajadores temporales, con mayor presencia juvenil.
  • Mayor incidencia del desempleo en las mujeres. Aunque durante la crisis se ha acortado la distancia, ya que la destrucción de empleo afectó mayoritariamente a sectores masculinizados.
  • Menor tasa de paro cuanto mayor es el nivel educativo.
  • Distinta incidencia del paro según la nacionalidad. La mayor tasa de actividad de los trabajadores inmigrantes y el mayor impacto de la crisis económica en este colectivo, a causa de su especialización sectorial y ocupacional, conduce a que la tasa de paro de la población extranjera sea más elevada.
  • Diferencias significativas entre las tasas de paro de las Comunidades Autónomas. Estas diferencias se explican por características demográficas y sociales, la escasa movilidad de la población, las distintas estructuras productivas y el impacto diferencial de la crisis económica.

Marco Laboral Español y sus Reformas: Aspectos Fundamentales

El marco laboral español ha experimentado diversas reformas a lo largo del tiempo. Estos son los aspectos más relevantes:

Estructura de la Negociación Colectiva

El Estatuto de los Trabajadores de 1980 aprobó una negociación colectiva de nivel intermedio, en la que los convenios se pactaban mayoritariamente en el ámbito del sector de actividad de cada provincia o región. Supuso, además, una elevada cobertura de la negociación, por eficacia general automática. El mercado de trabajo español se caracteriza por unos sindicatos con baja afiliación, pero los asalariados han gozado de una notable fuerza negociadora derivada de la alta cobertura de los convenios colectivos.

Regulación del Despido

En España, como en otros países del sur de Europa, estaba vigente una reglamentación por despido muy rigurosa. Así, las indemnizaciones por despido considerado improcedente doblaban la media europea. Las empresas recurrían, por tanto, a la contratación temporal. Sin embargo, esto provocó el problema de dualidad o segmentación en el mercado laboral. Las reformas sucesivas han actuado en una doble dirección: por un lado, ampliando y definiendo las causas económicas y productivas que justifiquen legalmente un despido y, por otro, reduciendo los costes de tramitación. Las indemnizaciones a cobrar por el trabajador apenas se habían modificado hasta la reforma de 2012.

Modalidades de Contratación

Uno de los problemas de la reglamentación laboral vigente a inicios de 1980 era el elevado coste del despido, que dificultaba la contratación de nuevos empleados en momentos expansivos. La reforma de 1984 pretendía flexibilizar tanto la entrada como la salida del empleo, introduciendo nuevas formas contractuales de duración determinada.

Intermediación en el Mercado de Trabajo

En 1994 se autorizaron las empresas privadas de colocación con carácter no lucrativo. El INEM (ahora SEPE) pasó a centrar su actividad en la gestión y control de prestaciones por desempleo y políticas de formación. También aparecieron las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), cuya actividad dotó de mayor flexibilidad a la contratación de trabajadores en determinadas circunstancias. En 2012 se aprobó que pudieran actuar como agencias de colocación en colaboración con los servicios públicos de empleo. Las ETT liberalizaron su actuación a actividades que tenían vetadas.

Prestaciones por Desempleo

En la reforma de 1992, las prestaciones por desempleo eran generosas en comparación con otros países. El fuerte gasto que soportaba el sistema de Seguridad Social, por el elevado volumen de desempleados con derecho a prestación, y los posibles efectos nocivos de estas prestaciones sobre el proceso de búsqueda de empleo, condujeron a restringir el acceso y la cuantía de las prestaciones y a reducir su duración media. Se completó con la eliminación de la exención de las prestaciones por desempleo en el IRPF (Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas). Como resultado, disminuyó su generosidad y el porcentaje de parados que cobraban la prestación.

Políticas Activas del Mercado de Trabajo

Las políticas de mercado de trabajo se dividen en políticas activas (incentivan la búsqueda de empleo y mejoran la empleabilidad de los parados) y políticas pasivas (palian la pérdida de ingresos que se produce a raíz de la situación de desempleo). Analizando el gasto total en políticas activas de empleo en los países europeos, España se sitúa en una posición intermedia.

Principales Cambios de la Reforma Laboral de 2012

La reforma laboral de 2012 introdujo cambios significativos en el mercado laboral español:

  • Estructura de la Negociación Colectiva: Se introdujeron cambios significativos con el objetivo de aumentar la flexibilidad interna y reducir la rigidez de los salarios. Se avanzó en la descentralización de la negociación al otorgar la primacía a los convenios de empresa; se fijó un límite de un año a la extensión automática de los convenios vencidos; se facilitó la no aplicación del convenio sectorial o provincial por causa económica, y se contempló la posibilidad de modificación unilateral de las condiciones de trabajo para facilitar la flexibilidad interna y evitar que la extinción del contrato fuera la única vía de ajuste.
  • Regulación del Despido: Se introdujeron cambios importantes dirigidos a reducir las indemnizaciones por despido: se facilitó el despido por causas económicas, se redujeron las indemnizaciones por despido improcedente y se eliminó la necesidad de autorización administrativa en ERE (Expedientes de Regulación de Empleo).
  • Modalidades de Contratación: Se observó un repunte limitado, en buena medida por las generosas rebajas de cotizaciones para la contratación indefinida.
  • Intermediación en el Mercado de Trabajo: Las ETT pueden actuar como agencias de colocación en colaboración con los servicios públicos de empleo.
  • Prestaciones por Desempleo: Se ha reducido la cuantía de las prestaciones a partir del sexto mes de desempleo.
  • Políticas Activas de Mercado de Trabajo: Se echó en falta una actuación decidida en ese ámbito. En 2014, se aprobó un paquete de medidas de reforma de las políticas activas que introduce indicadores de evaluación y financiación en función de resultados y establece como objetivo potenciar las medidas de asesoramiento y formación a los desempleados.

Factores que Explican el Empleo y el Paro en la Economía Española

El desempleo en España se compone de dos elementos principales:

  • El Paro Estructural: Resultado de las rigideces presentes en el mercado de trabajo (causadas principalmente por las instituciones y la normativa laborales) y en los mercados de bienes (manifestados en el poder monopolístico de las empresas). El mercado de trabajo español se caracteriza por una tasa de paro estructural elevada. Entre 1978 y 1980 se aprobaron un conjunto de leyes e instituciones laborales, vigentes con ligeros cambios hasta fechas recientes, que configuraron un marco basado en un modelo inapropiado de negociación colectiva, unos costes de despido elevados y unas prestaciones por desempleo relativamente generosas, que también contribuyeron a elevar el paro estructural.
  • El Paro Cíclico: Producto de las variaciones coyunturales de la demanda agregada. Al paro estructural debe añadirse el coyuntural o cíclico, el cual presenta cifras positivas o negativas en función de las oscilaciones cíclicas causadas por perturbaciones de la demanda agregada. Esta elevada sensibilidad del empleo al ciclo, la alta elasticidad-renta de la demanda de trabajo, es producto de las facilidades aprobadas en 1984 para la contratación temporal, que aumentaron la propensión a contratar y a despedir. La tasa de temporalidad (cociente entre trabajadores con contrato temporal y total de asalariados) alcanzó un 35% en 1995.

Puesto que los empresarios utilizan el contrato temporal para probar a sus nuevos empleados, un fuerte aumento de las contrataciones suele ir asociado a una elevada temporalidad. A ello cabe añadir la naturaleza temporal de las actividades que más empleo crearon –servicios y construcción– y el carácter temporal de los permisos de trabajo para los inmigrantes recién llegados.

Reacción de los Salarios ante una Crisis en España

La economía española presenta una alta rigidez del salario real respecto al paro, de modo que el elevado paro español se ha mostrado incapaz de inducir un abaratamiento de la mano de obra.

En lo que respecta a la fijación de los salarios, hay que señalar que el poder negociador de los trabajadores ha sido elevado, debido en gran medida al modelo de negociación colectiva: elevada cobertura legal de los convenios, negociación sectorial y ultraactividad indefinida. Esta fuerza negociadora ha situado los salarios en niveles no siempre compatibles con la productividad, lo cual acaba traduciéndose en menor empleo y elevado paro estructural. En cuanto a los parados, conviene centrarse en dos aspectos relevantes: la baja intensidad de su búsqueda de empleo y su imperfecta adecuación a las necesidades del aparato productivo.

  • La baja intensidad en la búsqueda de empleo se explica porque los parados de larga duración disminuyen la intensidad con que buscan empleo (efecto desánimo), y estos parados aumentan cuando los costes de despido son altos y las prestaciones de pago generosas.
  • La escasa adecuación de los desempleados a la demanda de trabajo deriva de dos tipos de desajuste, uno geográfico y otro de cualificaciones. El desajuste geográfico se manifiesta en diferencias interprovinciales de la tasa de paro. El desajuste de cualificaciones se origina por la presencia de desempleados con escasos estudios o con limitada experiencia laboral. En este desajuste de cualificaciones influye, además, el paro de larga duración, ya que, junto al desánimo antes mencionado, provoca la obsolescencia de las cualificaciones previamente adquiridas. A ello hay que añadir tanto las limitaciones del sistema de formación profesional reglada, como la escasa importancia de las políticas activas de mercado de trabajo, así como sus sesgos favorables a subvencionar la contratación en detrimento de la activación de los parados con medidas de apoyo, asesoramiento, monitorización y reciclaje.

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