Monopsonio en el Mercado Laboral
En un mercado de trabajo perfectamente competitivo, la curva de oferta de trabajo a la que se enfrentan las empresas demandantes de empleo es una línea horizontal al nivel del salario. Sus decisiones de contratación no influyen en este salario de mercado. Sin embargo, en el caso del **monopsonista**, la curva de oferta de trabajo es la propia curva de oferta de trabajo del mercado. Vamos a suponer que esta curva tiene pendiente positiva, tal como se muestra en el siguiente gráfico: A la curva de oferta también se le denomina **coste medio de los factores (CMeF)**, y nos indica la cantidad media por trabajador que hay que pagar para cada nivel de empleo. Siendo el coste total de empleo el producto del nivel de empleo por el coste medio. La función coste marginal del factor será también una línea recta que tendrá la misma ordenada en el origen y el doble de pendiente de la recta del CMeF. En la siguiente gráfica se representa el nivel de salario y empleo de equilibrio en un monopsonio.
La curva de demanda de trabajo del monopsonista se obtiene de la misma forma que la de cualquier otra empresa. Si el mercado de sus productos es de competencia perfecta, su demanda de trabajo será VPML. El nivel óptimo de empleo será aquel en el que se igualen CMF y el VPML = IPML, que será L*, la proyección de este punto sobre la curva de oferta, es decir W*. Si en vez de un monopsonio, estuviésemos ante un mercado de trabajo de carácter competitivo, la demanda de trabajo óptima ascendería a L**, que es el punto en el que la demanda corta a la curva de oferta en el gráfico siguiente: El equilibrio monopsónico es ineficiente en relación a la situación de competencia perfecta, ya que cuando el nivel de empleo es L*, los trabajadores están dispuestos a ofrecer una hora más de trabajo a cambio de W* solamente, mientras que el ingreso adicional que generaría esa unidad adicional sería CMF*.
En el monopsonio los salarios son más bajos que en competencia perfecta, por lo que muchos critican al monopsonio, acusándolo de ser un sistema que explota a los trabajadores. Pero si esta situación de explotación fuera cierta, no se podría mantener durante mucho tiempo, ya que si la empresa de una determinada zona pagase un salario mucho menor que el valor de lo que producen sus trabajadores, podrían entrar en esa zona nuevas empresas y competir por los servicios de esos trabajadores.
Frontera de Posibilidades de Producción
El punto OV representa la cantidad máxima de alimentos que nuestra economía es capaz de fabricar (275 unidades), cuando empleamos todos sus recursos (100 unidades de trabajo y 50 de capital). OA es el punto diametralmente opuesto; es la cantidad máxima de vestido que nuestra economía está capacitada para fabricar empleando todos sus recursos en ello. Los puntos intermedios E, F y G representan las combinaciones de productos alimento y vestido que las isocuantas que lo forman marcan en la curva de contrato de la caja de producción. La **frontera de posibilidades de producción** define por tanto las cantidades máximas de productos que una economía puede producir eficientemente con la tecnología existente en ese momento determinado. La pendiente a la frontera de posibilidades de producción en cualquier punto se denomina **relación marginal de transformación (RMT)** en ese punto y mide el coste de oportunidad del vestido en función del alimento (CMV/CMA). No es que una determinada cantidad de vestido se pueda transformar en otra de alimentos, si no que si parte de los recursos (K y L) que empleamos en fabricar vestido lo trasladamos a la fabricación de alimentos, disminuiremos la fabricación del primero y aumentaremos la del segundo.
Para que una economía sea eficiente en la combinación de los productos que fabrica, es preciso que la relación marginal de sustitución de cada uno de los consumidores sea igual a la relación marginal de transformación. Recordamos que las RMS de Bruno y Ana en el equilibrio de máxima satisfacción debían ser iguales entre sí, e iguales al cociente de los precios PV*/ PA*. A su vez recordamos que la RMT era igual al cociente de los costes marginales CMV/CMA. También sabemos que la condición de equilibrio de los productores competitivos de alimentos y vestidos era que los precios de los productos se igualaran a los valores de los costes marginales: PA* = CMA y PV* = CMV si dividimos estas dos ecuaciones tenemos que: PV* = CMV PA* CMA lo que supone que el cociente entre los precios de los productos de equilibrio es igual a la relación marginal de transformación.
En resumen, una economía que se encuentre en condiciones de **equilibrio general competitivo** será eficiente (óptima en el sentido de Pareto) en el consumo, la producción y en la elección de la combinación de productos. Ahora bien que la asignación sea óptima en el sentido de Pareto no significa que sea una buena sociedad. El equilibrio último depende de las dotaciones iniciales, y si ésta no es justa, debemos esperar que el equilibrio final tampoco lo sea.