Política Fiscal y Déficit Público

Introducción

– Si suponemos que las políticas instrumentadas a nivel nacional o internacional (economía exterior) no son un hecho aislado, entonces existirá vinculación con otras políticas.
– En lo particular, la política monetaria macroeconómica y la política fiscal no son independientes, están conectadas a través de la financiación del déficit público.
– Las decisiones de política fiscal (déficit público) afectan a las decisiones de política monetaria: problemas como la sostenibilidad y prolongación del déficit público conllevan a requerir dinero del sector privado, reduciendo la acumulación de capital y, por ende, la producción.


Prolongación del Déficit

El déficit disminuye la acumulación de capital, al disminuir la cantidad de dinero que se destina a la inversión privada, lo que a su vez disminuye la producción y obliga a aumentar los impuestos.


Déficit Público

Cuando las administraciones públicas de un país registran déficit, deben emitir deuda pública para financiarlo.
– El mantenimiento de forma permanente de un déficit público elevado podría dar lugar a una situación insostenible de las finanzas públicas (crecimiento explosivo de la relación deuda/PIB) que requeriría una corrección de la política fiscal.
Las cifras de déficit de las administraciones públicas españolas se desglosan en cuatro sectores institucionales:
  • Administración central
  • Comunidades autónomas
  • Corporaciones locales
  • Administración de la seguridad social

Déficit Público y Política Fiscal

Concepto: La política fiscal es una herramienta a disposición de los Gobiernos para alcanzar los objetivos macroeconómicos, es decir, obtener un crecimiento de la producción, reducir la tasa de desempleo y alcanzar la estabilidad de precios. A estos objetivos macroeconómicos se debe acompañar un equilibrio entre los ingresos y los gastos públicos.
Función: La política fiscal desarrolla una función de redistribución con un sistema impositivo progresivo.
Finalidad: La política fiscal consiste en la utilización del presupuesto del sector público con el fin de influir sobre el nivel de actividad de una economía. Junto con la política monetaria, constituye una de las dos herramientas principales de la política de estabilización, dirigida a moderar las fluctuaciones del nivel de actividad.

Descomposición del Déficit Público

La cifra de déficit público, y su evolución, suele utilizarse como el principal indicador del signo más o menos expansivo de la política fiscal aplicada por las autoridades de un país. Cuando el déficit aumenta, la política fiscal sería expansiva, mientras que tendría un efecto contractivo sobre la demanda si se reduce.
Consideraciones: las cifras del déficit público son el resultado de algunos factores que sí están bajo el control de las autoridades —las medidas discrecionales— y de otros que el gobierno no puede controlar: los efectos del ciclo económico sobre los ingresos, a través de los cambios en la base del impuesto, y sobre los gastos públicos, en este caso a través de las transferencias a aquellos que pierden su empleo. Para recoger este hecho en el análisis de la política fiscal, el saldo presupuestario suele dividirse en tres componentes principales:
— El componente cíclico: es aquella parte del saldo presupuestario que obedece por completo a la posición cíclica en la que se encuentra la economía y obedece a la actuación de los estabilizadores automáticos. Éstos son mecanismos que están presentes en la estructura de los impuestos y gastos y que hacen que éstos varíen automáticamente cuando la renta cambia. Si la renta estuviera en el PIB potencial o de equilibrio, este componente sería igual a cero por definición. En cambio, cuando la renta se encuentra por debajo, el componente cíclico es negativo (se reduce la recaudación fiscal y aumenta el pago de transferencias a las familias) y aumentaría el déficit. Pero esto no obedecería a ninguna decisión discrecional adoptada por las autoridades.
— El pago por intereses: este segundo componente tampoco obedece a las decisiones que toman las autoridades en un periodo concreto, sino que viene determinado por la deuda pública acumulada en los periodos anteriores y su tipo de interés implícito. Se trata de un gasto comprometido sobre el que el gobierno no puede influir directamente.
— El saldo primario ajustado cíclicamente: esta parte del saldo presupuestario recoge la variación de la política fiscal que obedece a las decisiones discrecionales adoptadas por las autoridades fiscales. Se llama primario porque se ha descontado de los gastos el pago por intereses, y ajustado cíclicamente porque se elimina también el efecto del ciclo. Por tanto, sería el saldo presupuestario que se registraría si no hubiera que pagar intereses de la deuda y la economía se encontrase en el potencial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *